Qué sería de las revistas del corazón (y de estas páginas incluso) si los famosos no nos dejaran asomarnos de vez en cuando a su vida privada. Ahora que se aproxima San Valentín es el mejor momento para ver cómo se encuentra el corazón de algunos de los rostros más conocidos del papel couché que, como en botica, tiene de todo.

Hay amores pluscuamperfectos, como el de Manuel Díaz El Cordobés y Virginia Troconis, o Paula Echevarría y David Bustamante, capaces de sortear cualquier crisis, sea o no inventada por la prensa. En este club de las parejas perfectas habría que añadir el amor maduro de Isabel Preysler y Vargas Llosa, una relación de cuento de hadas que pronto podría pasar por el altar. A la que ni queriendo le encuentran novio es a la hija mediana de la socialité, Tamara, cuyas fuertes convicciones religiosas la tienen demasiado alejada del amor.

Las hay desafortunadas en estas lides, como Alba Carrillo, Carlota Casiraghi o Lara Álvarez. La primera sigue empeñada en encontrar el amor perfecto, aunque por el camino lance dardos envenenados a todos los ex que se le pongan a tiro, mientras que la segunda va dando palos de ciego sin encontrar la fórmula del amor perfecto que pretende, como buena filósofa que es.

Lara Álvarez esconde su desamor tras una bonita sonrisa que a buen seguro volverá a utilizar para llamar la atención de Cupido. Por cierto, el ángel del arco y la flecha debía estar pensando en sus cosas el día que Angelina y Brad anunciaron su separación. Dura tarea le queda ahora para volver a dar en el centro de la diana, aunque no será por flechas...