Las dos hijas de Jesús Quintero dieron la voz de alarma hace un mes por el agravamiento de la afección respiratoria que sufre el periodista onubense. La prolongada convalecencia en el hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, donde estuvo ingresado en la UCI durante varias semanas es la muestra del delicado estado de salud del comunicador de San Juan del Puerto.

Al conocimiento de lo que sucedía en torno a Quintero y a las dificultades económicos el empresario ubriqueño José Luis López atendió de inmediato y desde hace más de dos semanas se encuentra en Ubrique el memorable locutor, que cuenta con 82 años.

El empresario se ha destacado más allá de su labor de constructor y promotor por sus buenas relaciones con los famosos. De hecho un buen plantel de rostros conocidos estuvo en el bautizo de dos de sus nietos, celebrado en Jerez, que se había retrasado por la pandemia.

El periodista Jesús Quintero

Su apodo procede del negocio paterno pero su labor profesional ha estado centrado en el ámbito inmobiliario y administrativo. Estuvo imputado en el caso Karlos sobre fraudes a la Seguridad, donde fue condenada la madre de María José Campanario y ella misma; y fue condenado por la operación urbanística de la estación de autobuses de Jerez.

El empresario es muy querido en su localidad por sus contribuciones a las fiestas y a gestiones benéficos y no ha dudado en ayudar a la familia de Quintero para que el que fuera El Loco de la Colina esté asistido en la ubriqueña Residencia Nuestra Señora de los Remedios. Se ha pedido discreción y tranquilidad para el periodista, que "está arropado por sus familiares más allegados" para recibir el tratamiento diario necesario para su recuperación". Era necesario que estuviese atendido de las complicaciones en el aparato respiratorio dada su avanzada edad. Se ha comunicado que cuando se reponga podrá volver a su domicilio onubense

Jesús Quintero lo ha sido todo en la radio y la televisión en España. Redescubrió la radio de madrugada, más allá de la información deportiva, cuando en Radio Nacional se convirtió en El Loco de la colina, formato que pasaría a la SER en el más emblemático programa producido en aquellos años desde Andalucía para toda España. Su intimismo, sus silencios, sus preguntas que podían abarcar la imaginación completa de su entrevistado, fueron su distintivo y se convirtieron en uno de los grandes espacios noctámubulos de la historia de la televisión en España. El perro verde en 1988 comenzó a culminar la leyenda de Jesús, que tendría una segunda edad de oro en Canal Sur con El vagamundo o Ratones coloraos.