Lorenzo Caprile afirma que, para mantener el éxito, un modisto tiene que saber "actualizarse sin perder su propio estilo", pero también "cuadrar las cuentas", algo que es "muy complicado en el mundo de la moda". El diseñador ha hecho estas declaraciones en las XXV Jornadas de Diseño de La Rioja, donde impartió una charla a los alumnos de la Escuela Superior de Diseño. Caprile, que lleva casi 40 años en la industria de la moda, ha considerado que este es un sector "muy peculiar", por lo que para mantenerse arriba hace falta "muchísimo trabajo".

"Llegar, hacerse un hueco y lograr impacto en la moda hoy es relativamente fácil gracias a las nuevas tecnologías y es mucho más sencillo que cuando yo empecé, lo complicado es seguir entre las primeras espadas año tras año", reconoce.

Caprile, en su taller de Madrid.

Después de 26 años con su taller abierto, estima que lo mejor es "no tener un estilo muy definido para saber adaptarse al de cada clienta", de modo que se debe ser "profesional, versátil y humilde para traducir esos sueños y darles forma". Por ello, rechaza que haya "un estilo Caprile", aunque sostiene que el color rojo favorece prácticamente a todas las mujeres, algo que no ocurre con el blanco, que es "el color más difícil de la paleta y es muy complicado que quede bien".

Doña Letizia, en 2004, junto al entonces príncipe Felipe en la boda de Federico de Dinamarca.

Entre sus diseños más conocidos figuran el vestido de novia de la infanta Cristina y varios modelos de alta costura lucidos por la Reina Letizia, como el vestido rojo que llevó en la boda de Federico y Mary de Dinamarca en 2004, y la falda negra y blanca realizada con tela de mantón de manila que lució durante su primer viaje oficial a Nueva York.

"Diseñar para celebridades ayuda, pero también son caramelos envenenados porque hay trajes mediáticos que pueden salir fatal y en alguna ocasión he metido la pata", reconoce Caprile, quien recibió en 2016 la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

Caprile, con la presentadora Raquel Sánchez Silva, y los diseñadores María Escoté y Palomo Spain, de 'Maestros de las costura'.

Respecto a su participación en el programa de televisión Maestros de la costura, señala que un 80% es espectáculo y el 20% restante moda, pero es "muy positivo para visibilizar todo el trabajo que hay detrás de una prenda de ropa". Y esa que en este concurso se expone todo el esfuerzo que supone confeccionar una prenda, desde el patronaje hasta el dominio de las técnicas de costura a la hora de enfrentarse a un maniquí en tres dimensiones.