Pasarela

Bilbao proclama hoy los 50 mejores restaurantes

La pintora J. Vasconcelos y el chef M. Bottura, ayer en el Guggenheim.

La pintora J. Vasconcelos y el chef M. Bottura, ayer en el Guggenheim. / efe

Gastronomía y arte se unieron ayer en Bilbao en el prólogo a la entrega esta noche de los premios a los 50 mejores restaurantes del mundo, donde el italiano Massimo Bottura, segundo en la lista, aboga por "transformar la pasión por el trabajo en emociones que lleguen al comensal y al espectador". Bottura, de la Osteria Francescana, de Módena, era ayer uno de los cocineros que ya estaban en Bilbao para asistir a la gala de The Best 50.

En el museo Guggenheim, Bottura participó en una charla con Joana Vasconcelos, la artista que abrirá exposición este mes en la pinacoteca bilbaína. Explicó que sus platos surgen de sus recuerdos de la infancia y de la cocina tradicional. Al igual que el artista Ai Weiwei en su obra Dejando caer una vasija de la dinastía Han, en la que rompe un jarrón de más de 2.000 años de antigüedad para, a partir de sus pedazos, crear una nueva obra, Bottura rompe las recetas tradicionales de la vieja cocina italiana, como la lasaña, y crea nuevos platos a partir de sus fragmentos. También criticó que hoy en día "todo el mundo se dedica a navegar por internet para adquirir un conocimiento que no es sino superficial", y defendió profundizar en "aquello que de verdad te apasiona y transformarlo en emociones".

Vasconcelos, por su parte, vinculó su obra artística con sus recuerdos de la infancia cuando veía a su madre y a su abuela preparar la comida. Por eso algunas de sus creaciones, coloristas y divertidas, tienen motivos culinarios de esos recuerdos, como una en forma de cono de un helado de tres bolas, u otra que imita a un pastel.

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