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Hamilton gana y el Mundial se decidirá en la última carrera

  • El británico se coloca a 12 puntos de su compañero de equipo y líder del campeonato, Rosberg, y se jugará el título en Abu Dhabi. Alonso acaba décimo y Sainz sexto.

El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) ganó este domingo el Gran Premio de Brasil y pospuso de esta manera el desenlace del Mundial de Fórmula 1 más largo de la historia, cuyo título discutirá a su compañero y rival alemán Nico Rosberg -segundo en Interlagos- dentro de dos semanas, en Abu Dhabi. Hamilton, de 31 años, logró su novena victoria de la temporada, la quincuagésima segunda de su carrera en Fórmula 1 y la primera en Sao Paulo, colocándose a doce de los 367 puntos con los que Rosberg lidera un Mundial que se decidirá en la última carrera del año, en el circuito de Yas Marina de la capital de los Emiratos Árabes Unidos, dentro de dos domingos. Lo hizo saliendo -tras mejorar a 60 su tercera marca histórica de poles en F1- desde el primer puesto en la carrera más espectacular del año. En la que brilló con especial fuerza el joven holandés Max Verstappen (Red Bull), tercero en Interlagos, donde se interrumpió dos veces la carrera, con bandera roja, a causa de la lluvia, que retrasó el arranque y obligó a usar neumático extremo e intermedio. El mexicano Sergio Pérez (Force India) acabó cuarto -por delante del alemán Sebastian Vettel (Ferrari) y del español Carlos Sainz (Toro Rosso)- una carrera cuya salida se dio por detrás del coche de seguridad, en pista durante las primeras ocho vueltas. El talentoso piloto madrileño remontó desde la decimoquinta a la sexta plaza final, igualando su mejor puesto desde que pilota en Fórmula Uno. En el decimotercer giro, tras el accidente del sueco Marcus Ericsson (Sauber), cuyo monoplaza acabó atravesado en la ruta de entrada al pit lane, se había decretado un nuevo retorno a pista del coche de seguridad. Y ocho vueltas más adelante, cuando se seguía rodando entre lluvia y escasa visibilidad, Kimi, que era cuarto, tras ser rebasado por Verstappen, se accidentó al ritmo que marcaba el safety, por lo que la dirección de carrera decidió interrumpirla. Reanudada, de nuevo por detrás del coche de seguridad y con obligatoriedad de usar neumáticos de lluvia extrema, apenas se volvieron a dar ocho vueltas antes de que la dirección de carrera decidiese sacar una vez más -y simplemente, por precaución- la bandera roja, tras el giro 28. En ese momento, Hamilton lideraba delante de Rosberg -que se hubiera proclamado campeón este domingo, si hubiese ganado-, con Verstappen tercero y Sainz quinto, justo por detrás de Checo. Nada más retirarse el safety, en la 31, Max -que en Barcelona se convirtió, con 18 años, en el ganador más joven de la historia- le metió una espectacular pasada a Rosberg justo después de las S d de Senna. Pero algo más tarde, Red Bull se equivocó de estrategia al cambiar neumáticos de lluvia extrema por intermedios en sus monoplazas, decisión que hipotecó la actuación del holandés, que tuvo que volver a colocar los extremos y firmar dos remontadas. A falta de 25 vueltas, Lewis comandaba por delante de Rosberg, con Checo tercero; Sainz, cuarto; y Verstappen quinto, tres puestos por delante del doble campeón mundial español Fernando Alonso (McLaren-Honda), que festejó sus dos títulos (2005 y 2006, con Renault) en Sao Paulo, de donde este domingo salió décimo. Dos giros más adelante, el accidente de Felipe Massa (Williams), poco antes de la entrada en recta de meta, precipitó la despedida ante su público del piloto paulista -cuatro años compañero de Alonso en Ferrari-, que se retirará al final de año, tras catorce campañas en la categoría reina. Forzó una nueva entrada del safety car y el retorno a garajes, para recuperar el neumático de lluvia extrema, de Verstappen. Max cayó otro buen puñado de puestos, pero comenzó a partir de este momento un nuevo recital de pilotaje. Exhibición que lo alzó hasta un tercer puesto que pudo haber sido mejor aún de no haberse equivocado de estrategia los responsables del equipo de la bebida energética. Para tranquilidad de Rosberg, a quien, sin esas dos paradas, el holandés le hubiera complicado mucho su situación. Alonso sufrió un trompo que evitó que saliese mejor colocado de un fin de semana en el que el astro astur, que se tuvo que conformar con el décimo puesto, volvió a optimizar con creces los recursos de su McLaren. Hamilton se impuso, a pesar de los safety cars y volvió a meterle presión a Rosberg, con su tercer triunfo seguido, después de los de Austin (USA) y México. Además, se convirtió en el piloto que en mayor números de circuitos ha ganado, 24 en total, superando en uno la plusmarca que hasta este domingo le unía a otro alemán, Michael Schumacher, el hombre récord de la F1, con siete Mundiales y 91 victorias. El Mundial de Fórmula 1 se resolverá de nuevo en Abu Dabi, donde el inglés logró hace dos años el primero de sus dos títulos seguidos con Mercedes. El que le supuso la consecución de su segunda corona, tras la que logró en 2008, con McLaren (que consiguió precisamente en Interlagos, en detrimento de Massa, al que se le escapó el título en la última curva de del certamen). Esta vez lo tendrá más difícil, porque para celebrar un cuarto título -que lo mitificaría definitivamente- deberá ganar en Yas Marina y esperar a que su antagonista germano no pase de la cuarta plaza en Abu Dabi. Para repetir el título que logró (para Finlandia) su padre, Keke Rosberg, en 1982, y convertirse en el segundo hijo de campeón que lo logra -después de Damon Hill, que en 1996 imitó la proeza de su progenitor, Graham (ganador en 1962 y 1968)- al políglota Nico le basta, por contra, con acabar en el podio dentro de dos domingos en la capital de los Emiratos Árabes Unidos.

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