Mayo Festivo

Crónica anunciada de otro día grande más de Patios

  • Alcázar Viejo, la Judería y Santa Marina vuelven a rebosar de visitantes el primer sábado de la cita por excelencia del Mayo Festivo con colas de más de una hora de espera

Una gran multitud colapsa la calle San Basilio.

Una gran multitud colapsa la calle San Basilio. / Laura Martín

Y en la puerta del cielo se formó un tapón / y solo pudo entrar el ruido del viento. Esta estrofa de la canción Ángel de Mecano se vuelve a hacer realidad un sábado de Patios más en el arco de entrada a Alcázar Viejo desde Caballerizas Reales, lugar en el que, por la mañana, antes de que abran los recintos, ya hay decenas de personas empezando a componer las filas para entrar cuanto antes a recintos como San Basilio 14, Martín de Roa, 7 y Martín de Roa, 9. Primer fin de semana de Patios y lleno absoluto, no falla. Como era de esperar, los turistas desbordan el Casco Histórico, con especial masificación en zonas como el Alcázar Viejo, la Judería o los alrededores de Marroquíes y Santa Marina en una jornada de bulla de la que ya pocos se sorprenden.

“La mañana ha sido agobiante, pero no por el número de gente que se ha dejado caer por el barrio, algo que esperábamos, sino porque el arco de entrada y las calles estaban colapsadas”, detalla Miguel Ángel Roldán, presidente de la Asociación de Amigos de los Patios, colectivo propietario del patio del número 44 de San Basilio. “Además, la calor que ha hecho ha hecho más agobiante la mañana”, añade Miguel Ángel. “No obstante, la saturación en sábado de Patios es algo que estábamos esperando y que aceptamos”, puntualiza el presidente de la Asociación Amigos de los Patios, quien detalla que esa masificación se soporta “con mucha paciencia nosotros, y la gente, también”.

La media de visitas que recibe al día San Basilio, 44, uno de los recintos más señeros de la Fiesta de los Patios de Córdoba es de unas 3.000, “cifra que hemos superado con creces durante la mañana; es más, hemos pasado de las 4.000, y algunos patios de la zona han tenido incluso más”, puntualiza. “Desde Semana Santa estamos recibiendo un montón de visitas y esto va a más”, detalla Miguel Ángel.

“Van a ir pasando de diez en diez o de quince en quince, depende del número de personas que salga de los patios”, repite una y otra vez Daniel García, el controlador que gestiona las visitas a las puertas de los patios de Martín de Roa, 7 y 9. Durante la mañana ha controlado el paso a esos recintos de casi 2.000 personas, “cuando la media de un día de patios que no sea fin de semana a estos recintos es de 2.500 a 3.000 visitas”, puntualiza. “Una cifra que queda algo lejos de la que se recibe diariamente en el patio de Postrera, 28, también aquí en San Basilio, en el que también he estado de controlador. Esa cifra oscila entre las 900 y las 1.200 visitas”, apunta.

Daniel insiste en que ese altísimo nivel de visitas de un sábado de patios se torea “según el controlador”. En su caso su fórmula es “tratar de ser simpático con quien está esperando en la cola, y darle conversación; te lo agradecen, ya que en un día normal tienen que esperar entre 20 y 30 minutos para entrar, mientras que este sábado de Patios ese tiempo de espera es de entre una hora y una hora y cuarto”.

No obstante, un sábado de patios no es sinónimo de masificación en todas las rutas de la Fiesta. Conforme se llega a otras rutas la masificación desciende. Los turistas que se encuentran por San Pedro, San Agustín o Santiago son menos numerosos. Se ve algún grupo pero la mayoría va por su cuenta, con su mapa y preguntando a los vecinos con los que se cruzan y que siguen haciendo su vida mientras tanto.

En el caso de la de Santiago - San Pedro, María Isabel López, controladora a las puertas del patio del número 3 de la calle Palma espera que por el recinto pasen unas 1.600 personas durante toda la jornada, “mientras un día cualquiera que no es fin de semana, como puede ser el de ayer, pasaron 1.157", recuerda.

"Este patio y el de Siete Revueltas, 1 [la Casa de las Campanas] suelen recibir el doble de visitas que los del resto de la ruta”, sentencia. En esa misma ruta, por ejemplo, el patio del número 43 de Barrionuevo ha recibido durante la mañana unas 400 visitas. “Esperábamos unas 150 visitas más. Ha sido una mañana mucho más tranquila de lo que esperábamos”, relata su controlador, Jesús Balsera. “Quizás también eso se deba a que se trata de un patio que lleva muchos años sin presentarse al concurso y que por eso sea más desconocido para la gente; la gente suele, sobre todo, ir a los que son más conocidos”, defiende el controlador de Barrionuevo, 43.

La ruta que recorre la Judería y San Francisco es, junto a la de Alcázar Viejo y la de Santa Marina-San Agustín, una de las más transitadas por los turistas calle arriba calle abajo en un sábado de Patios. En el caso de la primera “puede que tenga mucho que ver que la Mezquita está al lado y muchos de los que llegamos de fuera queremos ver el monumento y si además nos encontramos con los Patios, pues mejor que mejor”, relata María Jesús Otero, quien ha llegado junto a un grupo de unas 30 personas desde Madrid. Según detalla, su autobús ha aparcado al otro lado de la Ribera. “Y no ha sido el único, había más grupos que también venían para acá”, relata.

En el caso de la ruta de Santa Marina-San Agustín, uno de sus mayores reclamos es el patio de Marroquíes, 6, donde todos los días se formar larguísimas colas, colas que aún son más largas un sábado de Patios y en la que el primer sábado de patios aguardan, por ejemplo, Ana Aguayo y Jesús Gallardo, un matrimonio llegado desde Sevilla. “Nos dicen que hay otros lugares menos saturados, pero es que no podíamos irnos de Córdoba sin ver este patio, aunque tengamos que esperar media hora para entrar”, sentencia Ana.

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