Veredicto del jurado de los Patios

La ruta de Alcázar Viejo acapara la mayor cifra de patios premiados en el concurso de 2019

  • Martín de Roa, 7 se corona en arquitectura antigua y Pastora, 2 –de San Lorenzo– lo hace en arquitectura moderna en un certamen en el que también brillan los recintos de Santa Marina

Juan Collado posa junto a su hija Rosa María en el patio de Martín de Roa, 7, primer premio en arquitectura antigua.

Juan Collado posa junto a su hija Rosa María en el patio de Martín de Roa, 7, primer premio en arquitectura antigua. / Laura Martín

La ruta de Alcázar Viejo es la que ha acaparado el mayor número de patios premiados en la edición del concurso municipal de 2019, hasta seis de los 16 recintos que se han repartido los ocho galardones que por modalidad –antigua y moderna– ha otorgado el jurado. De Alcázar Viejo es el primer puesto en arquitectura antigua, que ha recaído en Martín de Roa, 7, mientras que el primer puesto en arquitectura moderna ha sido para el patio de Pastora, 2, de la ruta de San Lorenzo. Ambos recintos recibirán 3.000 euros cada uno, dotación económica reservada a los ganadores. Los otros patios premiados de Alcázar Viejo han sido Duartas, 2 –cuarto en arquitectura moderna–; San Basilio, 20 –séptimo en esta modalidad–; San Basilio, 14 –cuarto en arquitectura antigua–; Postrera, 28 –sexto en esa categoría– y San Basilio, 44 –séptimo también en arquitectura antigua–.

Fachada de Pastora, 2, en cuya puerta cuelga el cartel de primer premio en arquitectura moderna. Fachada de Pastora, 2, en cuya puerta cuelga el cartel de primer premio en arquitectura moderna.

Fachada de Pastora, 2, en cuya puerta cuelga el cartel de primer premio en arquitectura moderna. / Laura Martín

Este año, el jurado ha decidido dejar desierta la mención de honor de 4.000 euros –que el año pasado fue para Parras, 6, en San Lorenzo–. “Se ha dejado desierta la mención de honor porque se ha estimado por parte del jurado que los premios concedidos han estado bastante bien aplicados y que no hay ningún patio que supere a los primeros a efectos de valoración como para recibirla”, ha detallado el presidente del jurado, Diego Ortega. Según reza en las bases del concurso, “el jurado podrá otorgar una mención de honor de 4.000 euros al patio que resalte por alguno de los criterios siguientes: la trayectoria en la consecución de premios, la idiosincrasia en la transmisión de valores considerados por la Unesco para otorgar a la Fiesta de los Patios la declaración de Bien Intangible Cultural o por el elevado nivel de calidad continuado concurso tras concurso. Este patio no podrá optar al resto de premios del certamen”.

Vecinos de Chaparro, 3 en su patio, segundo premio en arquitectura moderna Vecinos de Chaparro, 3 en su patio, segundo premio en arquitectura moderna

Vecinos de Chaparro, 3 en su patio, segundo premio en arquitectura moderna / Laura Martín

Los segundos premios, dotados con 2.500 euros cada uno, han correspondido en arquitectura moderna a Chaparro, 3 –de la ruta de Santa Marina-San Agustín– y en arquitectura antigua a Marroquíes, 6 –de la misma ruta–. Precisamente, la ruta de Santa Marina-San Agustín es la más premiada en cuanto a puntuación del jurado, con cuatro recintos– tras la de Alcázar Viejo. Los terceros premios, dotados con 2.300 euros cada uno, han sido en arquitectura moderna para Parras, 5 –de Santa Marina-San Agustín– y Tinte, 9 –de la ruta de Santiago-San Pedro–.

Vecinos de Marroquíes, 6 en su patio, segundo premio en arquitectura antigua. Vecinos de Marroquíes, 6 en su patio, segundo premio en arquitectura antigua.

Vecinos de Marroquíes, 6 en su patio, segundo premio en arquitectura antigua. / Laura Martín

El resto de premios, del cuarto al octavo, están dotados con 1.500 euros cada uno. Cuarto en arquitectura moderna ha sido el patio de Duartas, 2 –Alcázar Viejo– y San Basilio, 14 –también en Alcázar Viejo– en arquitectura antigua. Mientras que el quinto premio en la primera de esas categorías ha sido para el patio de San Juan de Palomares, 8 –en San Lorenzo– y para el de Maese Luis, 22 –de la ruta de Judería- San Francisco–, en la segunda de esas categorías. El jurado ha otorgado además, el sexto premio en la categoría de arquitectura moderna a Pedro Fernández, 6 –de la ruta Regina-Realejo– y en arquitectura antigua a Postrera, 28 –en Alcázar Viejo–. Los séptimos premios han recaído respectivamente en las modalidades de arquitectura moderna y antigua en los patios de San Basilio, 20 y San Basilio, 44 –ambos de Alcázar Viejo–; y los octavos premios se los han repartido los patios de Gutiérrez de los Ríos, 33 –en Regina-Realejo–, en la primera de las modalidades, y Parras, 6 –de la ruta Santa Marina-San Agustín–, en la segunda de las modalidades.

María Isabel Navajas posa en Parras, 5, tercer premio en arquitectura moderna. María Isabel Navajas posa en Parras, 5, tercer premio en arquitectura moderna.

María Isabel Navajas posa en Parras, 5, tercer premio en arquitectura moderna. / Laura Martín

Al concurso concurrían medio centenar de recintos encuadrados en seis rutas, que aún se pueden visitar hasta el próximo domingo, inclusive. “Creo que el nivel de los participantes del concurso ha sido bastante bueno; de hecho hay barrios como pueden ser los de Santa Marina o San Basilio que tienen un nivel increíble en patios”, ha relatado el presidente del jurado.

Ana Muñoz posa junto con su perro en brazos y una familiar en Tinte, 9, tercer premio en arquitectura antigua. Ana Muñoz posa junto con su perro en brazos y una familiar en Tinte, 9, tercer premio en arquitectura antigua.

Ana Muñoz posa junto con su perro en brazos y una familiar en Tinte, 9, tercer premio en arquitectura antigua. / Laura Martín

Diego Ortega ha explicado que a la hora de valorar los patios el jurado tiene en cuenta criterios como la arquitectura, “de ahí las dos modalidades de antigua y moderna; también se tienen en cuenta las flores, la cantidad de macetas que hay distribuidas según la superficie del patio, el trabajo que conlleva el patio y también cómo conviven en el patio las personas que lo habitan, porque por ello nos concedió la Unesco el reconocimiento como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”. Las bases del concurso municipal insisten además en que se desaconseja la instalación en el patio y la decoración del mismo con elementos “ajenos al carácter del patio cordobés, típico y tradicional”.

El jurado del certamen decide dejar desierta en esta edición la mención de honor

El jurado, compuesto en esta ocasión por siete personas y en el que cinco de ellas han tenido derecho a voto, ha emitido sus puntuaciones personalizadas en base a cinco criterios. El primero de ellos –puntuable de 0 a 10– tiene que ver con el estado de conservación, mantenimiento y presentación del patio y de los lugares de exposición al público del recinto y de la casa a la que pertenece. Las cinco personas que han puntuado del jurado han valorado con entre 0 a 5 puntos las condiciones de mantenimiento y floración de las plantas; y también con entre 0 a 5 puntos la variedad floral existente en el patio y el número de plantas y de macetas que debe tener en relación a las dimensiones y estructura del mismo. El cuarto criterio –valorado de 0 a 10 puntos– ha sido el relacionado con la vida existente en el patio, la comunicación, el trato humano, “aquello por lo que fue declarada la Fiesta de los Patios Patrimonio Intangible de la Humanidad”. Y por último, el jurado ha valorado con entre 0 y 10 puntos la estética general del patio, su belleza, equilibrio floral, arquitectónico...De esta manera, la calificación máxima que cada miembro del jurado con derecho a puntuar podía darle a un patio era de 40 puntos.

Diego Méndez, 11; Maese Luis, 4 y 9; y Pozanco 21, premios al patio singular

Fuera de esa puntuación, el jurado ha decidido otorgar cuatro premios singulares –que se repartirán 2.400 euros– a los patios de Diego Méndez, 11 –perteneciente a la ruta de Regina-Realejo–, Maese Luis, 4 y Maese Luis, 9 –encuadrados ambos en la ruta de Judería-San Francisco– y Pozanco, 21 –perteneciente a la ruta de San Lorenzo–. “El premio a los patios singulares se creó para reconocer a patios que por sus características, bien estructurales, bien arquitectónicas, tienen más difícil competir con el resto....hay patios que, por ejemplo, son de sombra y en esos patios es muy difícil que se vea florecer una maceta. Son patios a los que por esas características les es más difícil alcanzar un premio por valoración y este reconocimiento sirve para demostrarles que el jurado considera el esfuerzo que hacen cada año para participar”, ha detallado Diego Ortega.

Sobre estos premios singulares, las bases del concurso detallan que se podrán otorgar a los patios “que se consideren en función de su participación, constancia, esfuerzo y/o motivación”. Respecto a la valoración realizada por el jurado y las posibles críticas que siempre llegan por parte de algunos de lo que no obtienen premio, Diego Ortega ha insistido en que “el jurado cada año emite un fallo y,como la propia palabra dice, el jurado también puede fallar en la emisión de ese fallo;eso supone que no vamos a estar nunca de acuerdo con los propietarios de los patios, ya que cada uno de los propietarios considera que su patio es el más bonito del concurso”.

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