El día después del premio Ciudad de Huelva dejó una mañana relajada para José Luis Garci. "Relajado sin trabajar", recalcó, dispuesto a disfrutar del cariño espontáneo mostrado por los onubenses, a pasear por la ciudad y almorzar bien junto a su hija Norma, antes de regresar a casa. De esa relajación fue partícipe la prensa, por el trato distendido y cercano que les dispensó uno de los cineastas más grandes del cine español. Antes de la rueda de prensa que ofreció en su despedida tuvo tiempo para hojear el periódico y para destacar los jardines de la Casa Colón como una localización perfecta para una película ambientada en Cuba o Filipinas.

El ambiente era propicio para una reflexión más pausada sobre su homenaje en Huelva: "Si me hubieran dado un premio como éste con 30 años a lo mejor habría dicho que me lo merecía. En este caso me llega con 70 años y me lo dan a mí pero es de mucha gente que me ha ayudado a hacer esas películas. El premio va a ellos también", aseguró. Y se refirió a Manolo Valcárcel, José María González Sinde, José Bódalo, Antonio Ferrandis, Alfredo Landa, Fiorella Faltoyano, Fernando Fernán Gómez...

"Yo nunca había pensado en dirigir. Sólo quería ser escritor o productor, pero José María González Sinde me dijo que si me gustaba el fútbol, dirigiera un corto", contó en referencia a ¡Al fútbol!. Y tras no lograr ayudas, se dio una segunda y última oportunidad con Mi Marilyn, que sí logró el éxito. Fue su reconocimiento a González Sinde como creador del Garci director.

El fútbol, reconoció, más que su otra gran pasión, compite casi en igualdad con el cine. "Sonará de otra forma cuando se lea en los periódicos pero si me dieran a elegir entre ganar un Oscar o la Palma de Oro de Cannes y jugar la final de un Mundial, creo que elegiría la final. Siempre soñé con eso de niño".

Y la literatura. Porque escribir es su principal cometido ahora, "sacando un libro al año, de media". "Voy a seguir escribiendo -añadió en su condición de orgulloso jubilado-, viendo amanecer y atardecer. Y disfrutando de los Dry Martini, que me encantan, y aunque he llegado a un acuerdo con mi médico para limitarlos a dos por semana, a veces lo engañe. Y la semana que viene, la Champions".

"Sigo a vuestra disposición. Seguid preguntando si queréis. No tengo prisa hasta que vaya a comer", dijo al final. Una muestra más de la relajación que destacaba al principio. Y de paciencia para fotografiarse con todos aquellos que se lo solicitaron después.

El Festival de Cine Iberoamericano de Huelva ha hecho un buen amigo ya entrado en los 40.