Cultura

Bigas Luna vuelca su idea del cine en el cartel del Festival de Sevilla

  • El director barcelonés reivindica la mirada en el séptimo arte a través de un diseño en el que destaca el trazo de un rostro humano, "una abstracción casi mironiana"

El director Bigas Luna traslada su interpretación del cine como un juego de miradas en el cartel que ha elaborado para la próxima edición del Festival de Sevilla, que se celebrará entre el 7 y el 15 de noviembre.

El creador barcelonés ha combinado en su diseño el dibujo "de una semilla o un coño" que representa "el origen de la vida" al que se le superpone la imagen de un rostro, "una abstracción casi mironiana". Con esta composición, el autor de Jamón Jamón y Huevos de oro quiere transmitir su percepción del séptimo arte. "Yo lo que miro de los actores son sus ojos. Y cuando me preguntan qué es lo más erótico de una mujer, siempre destaco esa parte de su cuerpo", sostiene, sin esconder ciertas dudas iniciales ante el encargo. "Lo más difícil de acertar con una película es el póster. Y ahora he aceptado una historia que para mí es complicada, pero el resultado me gusta", apunta.

Pese a que ha conseguido su mayor reconocimiento como realizador, Bigas Luna quiere dejar claro que "empecé como artista plástico". Fue, se defiende, investigando nuevos cauces de expresión, explorando el arte conceptual y las posibilidades de la imagen, como acabó tras las cámaras.

En su visita a Sevilla, el director admite que la ciudad le inspira la misma voluptuosidad que le gusta extraer de sus actores. "Ésta es una ciudad muy femenina, muy coqueta, que me fascina", afirma. Sus recuerdos de Andalucía lo conducen hasta una revelación imprevisible. "Cuando rodamos en Jerez Volavérunt, inicié mi relación con los burros. Había un burrito que sólo paraba de chillar cuando estaba a mi lado. Fue una extraña historia de amor que terminó mal, porque yo no podía llevármelo. Pero ahora tengo cinco burros", explica.

En su conversación, Bigas pasea con desparpajo con los temas más variopintos. Por ejemplo, reivindica la arrogancia en los artistas que empiezan. "Pero a partir de los 40 no lo soporto: si me encuentro a alguien con esa edad y con ese ego, pienso que no es más que un desgraciado". Considera la "energía" el elemento crucial de cualquier obra, "aunque lo que interese es si alguien ha ganado un Oscar o su cuadro vale tantos millones". Y habla con orgullo de haber descubierto a Javier Bardem, Penélope Cruz y Jordi Mollà en Jamón Jamón. "Es curioso", valora, "la película hizo mucho por ellos y ahora ellos han hecho mucho por la película, que tenga más trascendencia".

Entre los proyectos, Bigas trabaja en dar forma a la secuela de la exitosa Yo soy la Juani, en la que su protagonista probaría suerte en Hollywood. "Se rueda allí, y en Miami, y va a ser complicado levantarla, pero espero que sea mi próxima película", anuncia. Entretanto ha dado una nueva orientación a un género escénico. "Me pidieron llevar la dirección artística de un cabaret en Zaragoza, y he inventado el cabaret ibérico", proclama. Porque Bigas, desvela, se halla en una fase de "hacer cosas muy españolas". Quizás porque entre sus obsesiones se ha colado el regreso a las raíces. "Yo he sido muy urbanita, pero el retorno a la tierra es muy importante. Me gusta tocar la tierra, ahora que estamos siempre entre ordenadores", concluye.

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