Feria de Córdoba

El mejor ambiente posible

  • Comidas de trabajo y almuerzos de asociaciones copan el mediodía de una jornada tranquila donde el calor se hizo presente y que supone el anticipo de los días más multitudinarios de la última cita de mayo

El mejor ambiente posible

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Alas puertas de lo que se prevé como un miércoles de bulla en El Arenal -y a la orilla del río-, el día de ayer se queda en la retina de los cordobeses como una jornada de convivencia con las estampas más típicas. La ausencia de amenaza de lluvias propició un martes de Feria bastante concurrido sobre el albero, que reunió a gitanas y caballistas, familias, amigos y a muchos compañeros de trabajo. El día de ayer se quedó para disfrutar en las casetas, aunque cuando el calor dio una tregua los cacharritos también tuvieron su momento a la espera de las grandes aglomeraciones de hoy.

Pese a que el lunes suele ser el día de las recepciones oficiales, hay quien deja las bienvenidas para estos días centrales de manera que no se acumule el trabajo de los saludos. Fue el caso de Ciudadanos (Cs) que este año, además, estrena caseta. El presidente y portavoz del partido en el Parlamento andaluz, Juan Marín, se dio ayer un maratoniano paseo por un albero que a determinadas horas rozó los 30 grados. Con el tinte político siempre presente -habló de la jueza Alaya-, Marín reconoció que era la primera vez que pisaba la Feria de Nuestra Señora de la Salud. "No conocía la Feria de Córdoba porque casi siempre coincide con la de mi tierra, Sanlúcar de Barrameda", se excusó el político de Cs, quien sí manifestó estar "encantado" con pisar albero cordobés. Marín habló del revulsivo económico que para la provincia supone un evento como éste, el último del Mayo Festivo, e invitó a los cordobeses a acudir a la caseta de su partido, El Azahar, situada en la calle Guadalquivir, justo al lado del Rincón Cubano.

Dejando a un lado el ámbito político, que casi siempre suele aparecer por el recinto ferial aunque sea por un tiempo poco prolongado, el martes de Feria se caracterizó por muchas visitas de distintas asociaciones que tenían sus comidas en El Arenal con todos sus integrantes. Varios coros amenizaron las calles del recinto en un día donde se habló mucho del incendio en la tradicional caseta de la Peña Fosforito, en la cual la Asociación de Empresarios y Propietarios de los Polígonos Industriales Amargacena-La Torrecilla tuvieron que suspender su comida. Sí pudieron disfrutar de un día de jolgorio los mayores de la Residencia Jesús Nazareno, que bien temprano esperaban junto a varias auxiliares bajo la sombra de la portada a que les recogiera el tren mecánico para llevarles a la caseta El Rebujito. Allí se reunieron con la Federación Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Córdoba (Fepamic) donde varios de sus asociados tenían una cita de almuerzo en la Caseta Municipal.

Y muchos fueron los almuerzos que se repitieron a lo largo del mediodía. Varias de las trabajadoras del Área de Neonatos del Reina Sofía se reunieron en su tradicional ágape de Feria en la caseta Amigos de las Gitanillas, donde además, la Asociación de Casetas Tradicionales (ACT) entregaron sus premios.

Muchas fueron también las familias que eligieron el martes de Feria para darse un homenaje en algunos de los numerosos recintos de El Arenal. Los Costa Martínez, por ejemplo, siempre eligen esta jornada "por ser mucho más tranquila que otros días", según comentaba una de las hermanas. La caseta, la Expiración, de comer, todo lo que entrase. "Yo me pido el día en el trabajo porque el martes de Feria es sagrado", comentaba Paqui, otras de las integrantes de esta familia.

Y también había por allí algún que otro foráneo que se encontró con la Feria de casualidad. Fue el caso de Andrés y Marina, un matrimonio de Mérida que pasa unos días en la ciudad. "Nosotros queríamos venir para Patios, pero no pudimos. Ahora nos encontramos con la Feria, algo es algo", apuntaba ella mientras pedía una jarra de rebujito en la caseta del Valle de los Pedroches.

El mediodía dio paso a la tarde, donde se volvieron a ver a muchas mujeres vestidas con traje de flamenca y a más grupos de amigos casi recién salidos del trabajo. Y así siguió pasando el día, el que precede a la bulla de las jornadas grandes. Hoy será turno del botellón y de las largas colas en las atracciones.

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