Grupo C: Francia

Más que músculo

  • La subcampeona del mundo llega a esta Eurocopa con el objetivo de lograr su tercer entorchado. Para ello, Raymond Domenech ha confiado en la vieja guardia, a la que se unen jóvenes con verdadero talento. Será el primera gran evento que disputen sin Zidane.

Esta Eurocopa supone la primera aparición de la selección francesa en un gran torneo sin Zinedine Zidane. Tamaña ausencia podría quitar del cartel de favoritos a cualquier equipo, pero eso no ocurre con les bleus, que tendrán que demostrar tal condición en el grupo más complicado.

Para ello, y como también era de esperar pese a una sufrida fase de clasificación, el seleccionador galo, Raymond Domenech, vuelve a confiar en la vieja guardia, paradigma del músculo y el oficio que tan buenos resultados le diera en el último Mundial, donde quedaron subcampeones de un evento en el que al inicio se les tildó de “ancianos”. Así, excepto el mencionado Zizou, y con la retirada del peculiar Barthez, a Austria y Suiza acuden los Makelele, Thuram, Vieira y compañía.

Al igual que le ocurre a otros combinados nacionales, como Italia, los franceses también están inmersos en un cambio generacional. Nasri, Gomis y, sobre todo, Benzema, jóvenes con verdadero talento, son los llamados a tirar del carro francés junto a la generación de Malouda y Govou en un futuro cercano.

Punto de mira

El objetivo de Domenech es escribir un nuevo capítulo llevando a Francia a su tercera corona europea, tras la conseguida en casa en 1984, y la dramática victoria sobre Italia en la final de la Eurocopa del año 2000, con un gol en la prórroga del postergado por el técnico David Trezeguet, tras haber empatado el partido Sylvain Wiltord en el último minuto. “Para mí, esta segunda victoria fue memorable. Estaba de comentarista en una radio. Los otros dos comentaristas estaban angustiados, pero durante media hora estuve diciendo ‘vamos a empatar’. Me sentí como un jugador durante el partido, involucrado, y al final mi predicción fue correcta. Fue un encuentro fabuloso, con una gran remontada. Cuando ganas un partido como ése, lo recuerdas por mucho tiempo”, rememora el propio Domenech.

Coupet, titular

Grégory Coupet, el incombustible guardameta del Olympique de Lyon, al fin ha visto abiertas las puertas del once inicial a sus 35 años con la marcha de Barthez. El portero tendrá la garantía de poder contar con una defensa experimentada, como la que forman Willy Sagnol, Lilian Thuram, William Gallas y Eric Abidal.

El brazalete es de Vieira

La fortaleza defensiva de Francia ha sido la base de su éxito, con sólo cinco goles encajados en los 12 encuentros de la fase de clasificación. También ayudó la presencia de dos imcombustibles en el centro del campo como son Patrick Vieira y Claude Makelele, pese a los problemas con las lesiones que ha tenido el primero. El del Inter será el sucesor directo de Zidane a la hora de portar el brazalete de capitán galo.


Récord goleador

Domenech suele apostar por un sistema 1-4-4-2, aunque a veces utiliza la variante 1-4-2-3-1. Ribery y Malouda ocupan las bandas y Henry tiene asegurado su puesto en el ataque. El jugador del Barcelona se ha convertido en el máximo goleador en la historia de su país con 44 goles, superando en tres la anterior marca que poseía Michel Platini.

Su acompañante en la delantera estaba predestinado que fuera Nicolas Anelka, autor de cuatro goles en la fase de clasificación. Pero la aparición del joven futbolista del Lyon Karim Benzema va cobrando cada día mayor protagonismo en el equipo. Ya bautizado como “el delantero total”, este futbolista de origen argelino entró en su equipo tras la lesión de Fred y ya nadie le quitó el puesto.

También merece ser destacado Gomis, la gran sorpresa de la convocatoria. Jugador de ascendencia senegalesa y 22 años, ha acabado la temporada en Francia con 16 goles, sólo detrás de Niang y el propio Benzema.

La estrella: Thierry Henry

El jugador del Barcelona ha recogido el testigo de Zidane como símbolo del fútbol francés. Aunque esta temporada, su primera en España, se puede tildar de fracaso, nadie duda de su calidad. De una imponente zancada y movimientos suaves, Henry goza de una clase con el balón en los pies que le ha concedido una altísima capacidad de desborde y acierto de cara a puerta. Tití es de esos jugadores que, con sólo su presencia, inquieta de forma considerable a las zagas rivales.

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