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Con la cautela en la maleta

  • Expedición España llegó a su cuartel general en Neustift instalada en la prudencia tras las dudas creadas en los últimos amistosos Números Los 16 partidos sin perder son su mejor aval

Un moderado optimismo, además de una lógica cautela, presidieron la llegada de la selección española a Innsbruck, donde el próximo día 10 debutará en la Eurocopa ante Rusia y el 14 disputará el segundo encuentro de la primera fase contra Suecia.

La expedición española, que el miércoles venció (1-0), pero no convenció en su último ensayo antes de la competición centroeuropea frente a Estados Unidos, partió del aeropuerto de Santander para aterrizar en Innsbruck dos horas después.

Allí, y a pie de pista, jugadores, cuerpo técnico y médico del combinado nacional fueron recibidos de forma efusiva por las autoridades locales, a la vez que un minoritario pero ruidoso grupo de hinchas gritaban desde una de las terrazas del aeropuerto el manido "a por ellos". Antes, en el avión, de nombre Milagros y al que los expedicionarios embarcaron con el impecable traje oficial que utilizarán en los desplazamientos de la Eurocopa, el sensación de cautela se respiraba en el ambiente.

La España de Luis Aragonés sigue batiendo marcas. Las dos victorias en los dos últimos amistosos ante Perú y Estados Unidos han colocado al entrenador con una racha de 14 partidos ganados y dos empatados de los últimos 16. Además, el seleccionador ha superado las 32 victorias conseguidas por Miguel Muñoz a principios de los ochenta y los números de la Roja, que no pierde desde noviembre de 2006 ante Rumanía en Cádiz, son incontestables. Por ahí el grupo puede permitirse el lujo de ser optimista.

Otra cosa es que el juego desplegado en el primer semestre de 2008 invite a lo mismo. España y Aragonés han optado definitivamente por el juego de toque, pero éste ha dejado a la luz algunas carencias preocupantes como la falta de profundidad y de agresividad. Lo que Luis Aragonés llama saber competir.

Este aspecto es el que insufla cautela a los concentrados. En una competición como la Copa de Europa, cualquier despiste te manda para casa y España deberá limar algunas cuestiones para optar con todas las de la ley al título el día 29 de junio en Viena. Así se lo deseó el capitán del avión que trasladó a los jugadores a Innsbruck, situada en pleno Tirol austríaco y a pies de los Alpes.

Sin embargo, el nombre de la aeronave dio lugar a comentarios jocosos. Milagros Díaz, se llama, dijo el comandante, quien durante el vuelo tuvo el detalle de felicitar a Rubén de la Red por su 23 cumpleaños, así como de recordar a Genaro Borrás, el médico de la selección fallecido recientemente. Nada más aterrizar y después de ser agasajados por los dirigentes locales, los jugadores y el cuerpo técnico se subieron al autobús que les trasladará por carretera en Austria, en el que se puede leer "pase lo que pase, España siempre". Toda una declaración de intenciones

En Neustiff, la localidad donde se hospedará España durante la primera fase, situada a unos 25 kilómetros de Innsbruck, los futbolistas fueron homenajeados por un grupo de tiroleses que les dieron la bienvenida interpretando canciones típicas de la zona. Posteriormente se marcharon al hotel Milderer Hof, en el valle de Stubai, para comer y descansar.

España está hospedada en medio de un paraje idílico, con unas vistas imponentes. Pastos verdes y nieves perpetuas en las cercanas montañas regodearán la vista de los concentrados durante la primera fase. El hotel tiene de todo. Piscina de agua caliente, habitaciones individuales, sauna, gimnasio, etc. Todo lo necesario para que los chicos de Aragonés estén cómodos e intenten reeditar la historia con un título que España ganó hace 44 años.

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