Grupo b · la crónica

Croacia juega con fuego pero gana

  • La selección balcánica se encontró muy pronto con un penalti transformado por Modric y sufrió después · Austria encerró en la segunda parte a su rival, que se llevó un triunfo sin brillo

Croacia abrió el Grupo B de la Eurocopa con un triunfo ante una de las selecciones anfitrionas, Austria. Fue una victoria poco brillante que se resolvió gracias a un tempranero penalti anotado con frialdad por el centrocampsita Luka Modric, reciente fichaje millonario del Tottenham de Juande Ramos.

El encuentro tuvo poca calidad y Croacia se benefició de un regalo austriaco a los cuatro minutos del partido. Sin embargo, la selección local mostró orgullo, aunque le faltó calidad para inquietar la victoria balcánica.

Croacia fue el gran dominador de la primera parte, en la que acaparó la posesión del balón. En los comienzos quiso jugar la pelota, al contrario que su rival, que evidenció desde el comienzo sus problemas para combinar.

El conjunto balcánico reforzó su propuesta en apenas cuatro minutos, los que tardó en adelantarse en el marcador. Afhauser midió muy mal y derribó a Olic dentro del área. Modric agradeció el regalo austríaco y marcó el lanzamiento.

La selección anfitriona no varió su intención y siguió defendiendo ordenadamente con una línea de cinco zagueros, con tres centrales y dos laterales. Estos últimos no se incorporaron al ataque hasta el final de la primera parte, lo que facilitó el trabajo de la defensa croata.

Olic fue una pesadilla para los anfitriones, que no le encontraron por ninguna parte. El pequeño delantero se movió mucho y sólo le faltó mayor claridad en el remate para completar una actuación más brillante. Además, el conjunto balcánico encontró mucho peligro con los lanzamientos a balón parado, muy mal defendidos por los austriacos durante todo el partido.

Croacia se vio muy superior y se relajó en exceso. Por su parte, Austria comenzó a incorporar al ataque a sus laterales y generó situaciones de peligro en los últimos diez minutos de la primera parte. Por ejemplo, con un peligroso centro de Harnik y con un remate de Standfest. A Croacia le vino bien la llegada del descanso.

Pero la selección balcánica apenas corrigió cosas en la segunda mitad. Por el contrario, se metió muy atrás, adoptando una posición muy conservadora, y fiando casi todas sus opciones al contraataque. Y acabó sufriendo.

Austria aceptó la invitación al ataque y se atrevió a incomodar a la nutrida zaga croata. Además, encontró una autopista por la banda derecha, desde la que llovieron centros. Vastic y Korkmaz probaron al arquero Pletikosa, que sudó mucho hasta el final.

Sin embargo, Croacia resistió y se llevó un triunfo mucho menos brillante de lo que preveía, a juzgar por su buena fase de clasificación para la Eurocopa. Por su parte, Austria aplicó dignidad a la derrota, que casi todos presuponían.

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