Familiares de las trece víctimas de ETA de Basauri agradecieron ayer al Ayuntamiento de esta localidad vizcaína que por primera vez les tribute un homenaje, después de que, muchos de ellos, se vieran obligados a dejar hace décadas Euskadi tras enterrar "solos" a sus allegados.

"Fue muy triste que asesinaran a mi padre, pero también lo fue lo solos que nos encontramos entonces cuando hicimos aquí la misa, pese a todos los amigos y conocidos que tenía mi padre. Es algo que no se nos puede olvidar. Podremos perdonar, pero olvidar jamás", lamentó durante el acto José Gorjón, hijo del guardia civil retirado Joaquín Gorjón, asesinado por ETA en julio de 1981.

Familiares y allegados de las víctimas de ETA tomaron públicamente la palabra en un homenaje celebrado en el Ayuntamiento de Basauri (gobernado por PSE-EE y PP) al que acudieron, entre otros, la directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo, Maixabel Lasa.

María de las Nieves Albo, la pequeña de seis hermanas, nunca olvidará el 9 de junio de 1976, cuando a la salida del Colegio Lope de Vega de Basauri le comunicaron que habían asesinado a su padre, el abogado Luis Carlos Albo. "Cualquier txistu nos hace llorar cuando estamos fuera. Con cualquier música que aprendimos a bailar, nos ponemos a temblar de tristeza. Hemos llevado en nuestro interior lo que nuestra madre nos dijo: perdonad. Y lo hemos llevado hasta el final", confesó María de las Nieves.

Un compañero de Rafael Leiva, policía nacional asesinado por ETA en 1995 en Bilbao, que dejó tres hijas en Basauri, recordó que la sociedad acostumbraba a responder con un "algo habrá hecho" ante cada asesinato, cuando "era imposible pensar que una víctima pudiera hablar en un Ayuntamiento".

En Andoain, la Fundación José Luis López de Lacalle premió ayer a Gesto por la Paz por su labor "pionera" en "salir a la calle" para deslegitimar la violencia etarra.