En Bilbao tenía que ser. La capital vizcaína, conocida cariñosamente como el Bocho, en recuerdo de los tiempos medievales de su fundación y famosa por el pundonor de sus ciudadanos, se quedó en buena mediación uno de los dos cuartos premios del sorteo de ayer. El otro fue a Madrid, el Foro.

La cafetería restaurante Moyúa, situada en la Gran Vía bilbaína (en pleno centro de la ciudad), había repartido entre sus clientes el número 79294 que, según el Organismo de Loterías del Estado, se ha vendido íntegramente en este céntrico establecimiento.

Según explicó ayer emocionado uno de los encargados de este establecimiento, José Ángel Gómez, el premio, que se ha vendido en décimos y en participaciones de 10 euros, está con seguridad muy repartido entre la clientela y los empleados, quienes se embolsarán 20.000 euros por cada décimo premiado. Un regalo que no hará rico a nadie pero que, indiscutiblemente, ayudará a pasar mejor, mucho mejor, las fiestas navideñas del primer año de la crisis.

Instantes después de conocerse la noticia en la barra de Moyúa, se empezó a presagiar la fiesta: "En cuanto empiece a llegar la clientela, la que vamos a preparar", anunciaba entonces Gómez, quien, preguntado por lo que iba a hacer él con su premio, afirmó: "Ahora, a celebrarlo y en cuanto pueda a gastarlo".

Txetxu, uno de los camareros, apuntó que entre toda la plantilla habían jugado dos series y confesó que utilizará su parte para "tapar agujerillos".

El regente de la administración de loterías número 59, situada en la calle General Eraso del barrio bilbaíno de Deusto, Ángel Fernández, declaró que se sentía "muy contento y emocionado" por haberle vendido el número premiado a esta cafetería, ya que "repartir dinero es la mayor satisfacción que puede tener un administrador de loterías".

Las 195 series agraciadas, cada una formada por diez décimos, se han vendido en esta cafetería, "un restaurante grandísimo, por donde pasa muchísima gente a lo largo de la campaña de Navidad, por lo que no cabe duda de que estará muy repartido", aseguró el lotero artífice de la suerte.

"A mí no me ha tocado nada, pero no me importa", señaló Ángel Fernández, ya que, aclaró, "es muy emocionante, porque te tiras años y años sin vender nada, vas tirando, pero cuando llega una de éstas, sabes que has hecho feliz a mucha gente".

Este administrador recalcó que no se trata de la primera vez que reparte un premio, dado que, hace doce años, cuando regentaba su negocio en Sestao, vendió un sábado el premio mayor en un sorteo ordinario de la Lotería de Navidad.

"Era una época con mucha gente en paro y la gente me paraba por la calle para agradecérmelo. Es una cosa que no se olvida en la vida", destacó Fernández.

Además de este cuarto premio, Bilbao ha sido agraciado con parte de dos quintos premios: el 36199, vendido en la administración número 3, en la calle Astarloa, y el 29127, vendido en la administración 33, en Alameda de Urkijo.

En ambas expendedurías se han vendido en ventanilla sendas series enteras, dotadas cada una con 50.000 euros.