España

La inauguración de un Monumento a las Víctimas escenifica la división en el PP

  • Los asistentes abuchean a Gallardón y aclaman a San Gil y Aguirre, que preguntó a Fraga: "Ya me contarás qué problemas causó yo al partido".

Lo que prometía ser un acto emotivo y unitario en homenaje a los 12 guardias civiles asesinados por ETA en la Plaza de la República Dominicana de Madrid, escenificó hoy el enfrentamiento y la división existente en el PP y entre sus simpatizantes. Durante la inauguración de un Monumento a las Víctimas del Terrorismo en la plaza madrileña se sucedieron los abucheos contra el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, afín al líder de los populares, Mariano Rajoy, y los vítores a las presidentas de la Comunidad de Madrid y del PP vasco, Esperanza Aguirre y María San Gil, respectivamente, ambas críticas con la dirección del partido conservador.

Al acto de inauguración del Monumento a las Víctimas del Terrorismo asistió la primera plana del Gobierno de la Comunidad de Madrid, así como representantes del ayuntamiento de la capital y otros miembros del PP. Quizá por eso, el acto de homenaje a los afectados por el grave atentado que ETA perpetró en la plaza madrileña sirvió a los participantes a reiterar las críticas habituales del principal partido de la oposición a la política antiterrorista del Gobierno socialista. 

Tras recordar a la última víctima de la barbarie terrorista, el guardia civil Juan Manuel Piñuel, asesinado el pasado miércoles en Legutiano (Álava), el primero en tomar la palabra, antes que los representantes de las víctimas, fue el presidente de la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES) y miembro del PP vasco, Santiago Abascal, que calificó el monumento creado en bronce por Pedro Requejo como "un regalo de la Nación española" a los afectados por el terrorismo para "honrar su memoria, proclamar su dignidad y demandar justicia". 

Abascal recriminó al Ejecutivo socialista haber "mentido" al país, haber "roto" todos los pactos y haber contraído "compromisos políticos" con los etarras durante la negociación entre el Gobierno y ETA que buscó un fin dialogado al problema vasco. Asimismo, y en su opinión, "la excarcelación del etarra De Juana Chaos fue una bofetada a las víctimas del terrorismo y a todos los españoles".

El recién estrenado presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Juan Antonio Casquero, intervino inmediatamente después y tras recordar a los 12 guardias civiles a los que se homenajeaba expresó su agradecimiento en nombre de todos los afectados por el terrorismo al Ayuntamiento de Madrid por haber cedido el espacio para el monumento. En ese momento los asistentes comenzaron a abuchear al alcalde Gallardón y a aclamar a Aguirre y a San Gil. El barullo fue tal que el propio Casquero tuvo que recordar a los congregados que hoy no era un día de silbidos ni abucheos sino de homenaje y recuerdo. 

Uno de los más aclamados fue el presidente del Foro de Ermua, Iñaki Ezquerra, que durante su intervención mostró a Aguirre su deseo de que Euskadi tuviera a una lehendakari como ella. Así, y pese a que la propia presidenta madrileña cuestionara esta mañana la legitimidad del Parlamento vasco tras la aprobación de un texto contra la tortura, Ezquerra consideró que "Esperanza Aguirre es más lehendakari que Ibarretxe".

El discurso más emotivo llegó de la mano de Manuela Lancharro, hermana de uno de los guardias civiles asesinados el 14 de julio de 1986 en la Plaza de la República Dominicana, que acusó a la Justicia de haberle fallado, por lo que reclamó "más derechos para las víctimas y menos para sus verdugos". 

Después de que esta semana, María San Gil expresara públicamente sus discrepancias con Mariano Rajoy, varios de los participantes en el acto de homenaje de hoy quisieron mostrarle su apoyo a diferencia de los principales representantes del PP vasco. Así Ezquerra dedicó unas palabras de elogio para la dirigente popular vasca al igual que la segunda teniente alcalde del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, que aseguró que San Gil es "un referente de los valores que encarna el PP" y a la que expresó "todo su cariño y afecto".

Asimismo, y desde el País Vasco, la parlamentaria popular vasca Nerea Alzola, recalcó su apoyo "pleno, al cien por cien" a su presidenta, que a su juicio, es "la máxima expresión, para mí y muchos políticos vascos constitucionalistas, de esa Euskadi libre" que le llevó a "involucrarse y luchar". De esta forma, tiene "claro" que si San Gil se va del PP, Alzola se va "con ella". 

Por otro lado, la propia Aguirre cobró protagonismo cuando pidió explicaciones al presidente honorífico del PP, Manuel Fraga, tras las declaraciones que éste realizó en una entrevista concedida a Tiempo en la que afirmaba que era "evidente" que Gallardón tiene "condiciones excepcionales y no ha creado problemas en ningún momento", mientras que Aguirre "está tan convencida de sus ideas y de su valía que sí que en algún momento ha llevado problemas". "Ya me contarás qué problemas causó yo al partido", preguntó hoy Aguirre a Fraga sin obtener respuesta.

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