Franco era duda para el domingo
Franco: 50 años, 50 historias [26/50]
Hoy se disputa el duelo número 189 en Liga entre Madrid y Barcelona. El 11 de mayo de 1975 fue el último en vida de Franco; el 28 de diciembre, el primero del rey Juan Carlos
Entonces nadie le llamaba Clásico. Hoy se juega el Madrid-Barcelona. Número 189 de la serie. En vida de Franco, el último partido lo disputaron en el Camp Nou. 11 de mayo de 1975. Televisado. Empate sin goles. Y el primero sin Franco, el mismo año, pero la temporada siguiente, en el mismo escenario. Barcelona 2 (Neeskens y Rexach); Real Madrid 1 (Pirri). Fue el 28 de diciembre de 1975, festividad de los Santos Inocentes. También se televisó. Entonces no existía la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) y se jugaba en Navidad, Año Nuevo y Reyes. La España de Franco era balompédicamente muy británica.
El mes de mayo de 1975 empezó con el final de la guerra del Vietnam. Saigón, la capital survietnamita, pasó a llamarse Ciudad Ho Chi Minh. El mes termina con la visita de Gerald Ford a España. El tercer presidente de los Estados Unidos que lo hacía, después de Eisenhower en 1959 y Richard Nixon en 1970. Había jaleo en las Universidades. El Gobierno autorizaba una conferencia de Blas Piñar en Santander, pero prohibía otra de Enrique Tierno Galván en la Universidad Autónoma de Madrid sobre Socialismo precientífico.
La víspera del último Barcelona-Madrid en vida de Franco, Los Marismeños actuaban en la sala Holiday de Sevilla y Los Camarones de la Isla en la sala Oasis. Habían sido primer premio de comparsas del Carnaval de Cádiz de 1974, penúltimos en vida de Franco. Había satisfacción por la vuelta del franco francés, la moneda gala volvía a la senda de la llamada “serpiente monetaria”.
Entre mayo y diciembre, esos dos Barcelona-Madrid, el tiempo marca la agonía y muerte del general Franco. El Barcelona hizo cinco cambios en el partido del día de los Inocentes respecto al de mayo: Artola, Tomé, Marcial, Sotil y Fortes entraron en lugar de Sadurní, Rifé, Marinho, Juan Carlos y Clares. Jugaron los dos partidos De la Cruz, Migueli, Neeskens, Rexach, Cruyff y Asensi. El Madrid hizo menos cambios. Sólo salieron del equipo de mayo Touriño y Roberto Martínez, relevados por Uría y Guerini. Los otros nueve fueron los mismos: Miguel Ángel, Benito, Rubiñán, Del Bosque, Camacho, Pirri, Amancio, Santillana y Günter Netzer.
Es el año del conflicto del Sahara. En mayo, Marruecos prepara un golpe de teatro ante una visita de la ONU a los territorios del Sahara y Argelia moviliza a sus tropas. En diciembre, soldados españoles arrían la última bandera en el antiguo territorio español. El de 1975 fue el primer mensaje navideño del rey Juan Carlos I. Días de cotillones: Pepe da Rosa en el Oasis, Juanita Reina en el Vista Alegre, Addy Ventura, con el espectáculo Estréneme usted, en el teatro Álvarez Quintero. El 2 de diciembre de 1975, doce días después de la muerte de Franco, Torcuato Fernández Miranda es nombrado presidente de las Cortes. Las autoridades rusas no permiten a Andrei Sajarov viajar a Oslo para recoger el premio Nobel de la Paz.
El 11 de mayo de 1975, el día que Barcelona y Madrid empatan sin goles en el Nou Camp, el Betis asegura su permanencia en Primera vendiendo 2-3 al Hércules de Alicante y el Sevilla asciende goleando 5-0 al Valladolid. Antes de volver a jugar en Primera, el 4 de enero de 1976 (triunfo sevillista con goles de Plaza y Jaén), Betis y Sevilla se enfrentaron en la final de la cuarta edición del Trofeo Ciudad de Sevilla en agosto de 1975. Venció el Betis con un gol de Anzarda. En semifinales el Sevilla derrotó al Dinamo de Kiev en los penaltis y el Betis al húngaro Ferencvaros con un gol del apátrida Attila Landinszky. En 1975, el ucraniano Oleg Blokhin consiguió el Balón de Oro. Un buen año para los soviéticos: el Balón de Oro y el Nobel de la Paz.
Cincuenta años después de la muerte de Franco, todavía colea el sambenito de equipo del Régimen para el Madrid. Un lugar común que desmienten las estadísticas. La única Liga de la dictadura de Primo de Rivera (28-29, la primera) la gana el Barcelona. Las dos de la Monarquía de Alfonso XIII (la 30-31 termina nueve días antes de la proclamación de la Segunda República) van a las vitrinas del Athletic de Bilbao. El Madrid gana dos de las Ligas de la República, el Athletic de Bilbao otras dos y el Betis la del 34-35.
Si por la Posguerra entendemos el periodo posterior al final de la guerra civil durante el que estuvo vigente la cartilla de racionamiento (1952), en ese periodo el Madrid no gana una sola Liga. El Barcelona consigue cinco; el Atlético de Madrid, cuatro (sumando los dos del Atlético Aviación); el Valencia tres y una el Athletic de Bilbao y el Sevilla (en 1946). El Madrid vive una sequía de 21 años sin títulos hasta la temporada 1953-54. El empujón definitivo no se lo da Franco, sino Di Stéfano, que había fichado un año antes. Ni siquiera Santiago Bernabéu, que llega a la presidencia en 1943 después de haber jugado en sus filas. Nunca ocultó sus afinidades políticas. “Después de jugar en el Madrid”, escribe Jimmy Burns Marañón en De Riotinto a la Roja, “se alistó en las fuerzas franquistas. Se salvó de ser fusilado por un pelotón republicano gracias a la intercesión de un amigo –y madridista–, el embajador español en París Álvaro de Albornoz”. Éste le consiguió asilo diplomático en la Embajada de Francia y su salida clandestina a través de los Pirineos. Dos décadas después atravesó la frontera ya sin riesgos para ver al Madrid conquistar en París la primera Copa de Europa en 1956 frente al Stade Reims.
Johan Cruyff fue el Di Stéfano del Barcelona. Lo fichan en 1973 y en febrero de 1974 participa en el 0-5 en el Bernabeu: goles de Juan Carlos, Sotil, Cruyff y dos de Asensi. El Barcelona ganó esa Liga, pero no lo vuelve a hacer hasta once años después, en 1985, ya con Felipe González en la Moncloa y la Quinta del Buitre en el Madrid. Curiosamente, en 35 años de dictadura, Barcelona y Madrid sólo disputaron dos finales de la Copa del Generalísimo. La de 1968, triunfo azulgrana con autogol de Zunzunegui; y la de 1974, goleada madridista con tantos de Santillana, Rubiñán, Aguilar y Pirri. No jugaban extranjeros en la Copa y además, cuando se juega esa final, 29 de junio de 1974, Cruyff está con Holanda en el Mundial de Alemania. El 7 de julio perdieron la final contra los anfitriones. El gol del honor lo marcó Neeskens, que ese año fichó por el Barcelona. Dos días después, el 9 de julio, Franco ingresaba en un hospital por una tromboflebitis. Era duda para el domingo y el príncipe Juan Carlos asumió de forma provisional la Jefatura del Estado.
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