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Los socialistas reivindican su "denominación de origen"

  • Zapatero y Díaz se aferran en Granada a la historia del partido y los logros de la izquierda como receta para ganar los comicios

La herencia del PSOE se está convirtiendo en su mayor baza esta campaña para reclamar su historia, sus logros políticos, su lucha por la ciudadanía y el país y su futuro. Porque cada ley realizada, cada avance conseguido y cada momento clave vivido sirven a los socialistas para sacar pecho y reclamar su "denominación de origen". Porque frente al debate sobre lo nuevo y lo viejo, el PSOE responde con ironía y saca a gala su "solera": 135 años de historia de los que están orgullosos; nombres históricos del partido como Pablo Iglesias, Giner de los Ríos, Guerra, Peces-Barba, Felipe González y Zapatero. Y conquistas como la sanidad y la educación pública o la lucha por la igualdad.

Porque el PSOE está sacando músculo de partido y vendiendo la necesidad de unión y de movilización de la izquierda. Esa defensa de la izquierda "auténtica" y de las siglas del Partido Socialista Obrero Español es el eje principal del discurso, en el que por cierto se nombra poco al candidato Pedro Sánchez. Cada uno de los intervinientes en el acto de ayer en Granada lo incluyó en su discurso pero en una sola frase para decir que será presidente tras el 20-D. Pero el grueso del mitin lo basan en defender al partido y evitar el voto dividido de la izquierda.

Ayer, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y el ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, participaron en Granada en un acto de campaña en el que pidieron el voto para el PSOE como único partido de izquierda capaz de cambiar la situación del país y "recuperar" lo "arrebatado".

Zapatero llegaba directo desde Venezuela, gesto que agradeció la presidenta andaluza y los militantes granadinos, que interrumpían casi cada frase del ex presidente, que comenzaba con contundencia: "Ayer, hoy mañana en España quien lidera y puede hacer un gobierno de izquierdas ha sido y será siempre el PSOE". Zapatero habló de su herencia y que la historia será "justa" con la trayectoria del partido, y se mostró orgulloso de la ley de Dependencia, de la educación, de la sanidad, de la mejora de las pensiones,... aspectos no de lo antiguo y de lo nuevo sino "logros del PSOE".

Zapatero animó a "ganar, ganar y ganar" tirando de "memoria". "Ahora dicen que somos un partido antiguo. Se equivocan, lo que tenemos es solera, que es lo que no tiene la mayoría", reivindicó Zapatero, convencido de que el PSOE es el "partido que más necesita España" para garantizar su unidad "respetando a cada uno".

Las alusiones al resto de partidos fueron contadas. No quieren "perder el tiempo" hablando del PP, de su Gobierno y de Rajoy. Quien más alusiones hizo fue Susana Díaz, que también encandiló al público con un discurso de defensa acérrima de Andalucía. Cuando más dura se mostró fue criticando a Podemos, tanto a su líder Pablo Iglesias como su gestión en Andalucía. Porque le ha "dolido" mucho la "utilización" de Andalucía de la que culpa a Iglesias cuando en el debate habló del 4 de diciembre de 1977. "Manipuló porque se preparaba para decir lo que ha dicho hoy [por ayer] que es anunciar un referéndum en Cataluña. Pero con Andalucía no se juega. Andalucía salió ese día con una pancarta en la que se leía 'Andalucía por sí, por España y la humanidad', un mensaje de unión, por lo que no es de recibo que nos utilice para legitimar a quienes quieren romper el país. No fue un desliz. Lo tenía clarísimo", sentenció Díaz. Contra Podemos cargó también por su trayectoria en Andalucía, por "ir de la mano del PP con una pinza permanente" a su Ejecutivo. "El encuentro en el Congreso entre Rajoy e Iglesias no fue casual. Le faltó decir Pablo, sé fuerte", aseguró Díaz.

Díaz llamó al voto unitario de la izquierda. "Quien se sienta progresista que no reparta el voto, porque votar a Rajoy se puede hacer de dos formas, votando al PP o repartiendo el voto. Y el país nos necesita". La presidenta criticó los recortes, el copago, el saqueo a la hucha de pensiones, la ley mordaza, la del aborto, la privatización de la sanidad, el paro, el exilio de los jóvenes... y alabó medidas de Zapatero como la retirada de las tropas de Iraq, la ley de dependencia, la del matrimonio homosexual, la de igualdad... Y pidió un pacto de estado contra la violencia de género.

Díaz ensalzó la historia del PSOE frente a los que quieren olvidar la suya o inventársela. Se remontó a nombres como Pablo Iglesias, Largo Caballero, Indalecio Prieto, Giner de los Ríos, Redondo, Rubial, Guerra, Peces Barba, González, Zapatero... "fieles a sus valores". A Pedro Sánchez lo nombró también una vez, para decir que "Pablo Iglesias descubrirá que será un buen presidente, al igual que ha descubierto que los años 80 fueron buenos con Felipe González".

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