Elecciones

El mundo como argumento electoral

  • Siria aparte, Grecia, Venezuela, Dinamarca y Alemania son las principales referencias en campaña

Si exceptuamos la guerra siria, que tiene más que ver con el terrorismo, en campaña electoral la política internacional no es un apartado que se explote demasiado. Sin embargo, hay momentos en los que puede ser muy útil y ahí quien peor lo lleva es Podemos. En el debate de Atresmedia, Pedro Sánchez calzó en cuanto pudo a Pablo Iglesias el nombre de Varufakis. Podemos rentabilizó en su día la victoria de Syriza en Grecia, pero esa misma euforia se le volvió en contra cuando Europa hizo trizas el partido de Tsipras. Iglesias siempre puede recurrir al Pasok, el irrelevante partido socialista griego, como metáfora. Y así lo hace. Pero Sánchez siempre vuelve con el nombre mágico: Varufakis.

La otra referencia internacional de Podemos es un clásico: Venezuela y sus presos políticos defendidos por Felipe González. El calendario electoral ha querido que coincida en plena campaña española el desmoronamiento del chavismo y Podemos, que siempre intenta zafarse cuando sale el tema, se limita a decir como argumentario que son cosas que ocurren en democracia. El PP se ha congratulado de los resultados en Venezuela, pero no ha hecho mucha sangre con Podemos porque no es su rival y también porque su aliado allí, el Copei, es un partido que no controla ni el 5% del electorado.

Los intentos de Podemos por aproximarse a las socialdemocracias escandinavas no han logrado demasiado éxito, ya que es un terreno que ha abonado bien Ciudadanos. A la hora de hablar de reformas constitucionales y de cambios de la ley electoral, Rivera rápidamente mete de cuña a Dinamarca y Alemania. Dinamarca suena bien en España y un aliado europeo de Rivera, el Venstre, de corte liberal clásico, gobierna en coalición con el partido conservador danés. El PP danés, para entendernos. Rivera no menciona que su líder, Anders Fogh Rasmussen es autor del libro Del estado de bienestar al estado mínimo, donde propone notables recortes sociales en el paraíso danés.

El PP no utiliza demasiadas referencias internacionales porque durante la legislatura ha sudado tinta con la Alemania de Merkel. La gestión de García-Margallo se ha dedicado a recomponer algunas alianzas que las legislaturas de Zapatero habían dejado maltrechas y se ha movido en un perfil bajo, tratando de no pisar demasiados callos, sin buscar liderazgos de ningún tipo. La única referencia en el debate de Soraya Sáenz de Santamaría fue a Estados Unidos y lo hizo para poner de modelo su Constitución. El PP está aliado en Estados Unidos con el Partido Republicano a través de la Unión de Democrática Internacional, donde también está el partido conservador británico de David Cameron.

El PSOE tiene un peso pesado al frente de la secretaría de Relaciones Internacionales, Carmen Chacón, que en sus entrevistas dedica más tiempo a Cataluña que a política internacional. Su principal aportación es una propuesta no muy concreta de un frente común de los países mediterráneos para evitar que este mar siga siendo un cementerio.

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