-¿Cómo llega UP-IU a las generales?

-Llegamos tras un proceso que comenzó con una asamblea ciudadana el 3 julio. Ahí analizamos el buen resultado que dieron las candidaturas de confluencia en las municipales y, a su vez, la desventaja de habernos presentado muchas de las formaciones de izquierda por separado. Se inició un trabajo que dio origen a Ahora en Común, que en el caso de Granada surge de los movimientos sociales. A posteriori se sumaron diversos partidos políticos. Hace dos meses arrancaron las primarias para elegir a todos los candidatos.

-¿Ha sido complejo ese camino?

-No lo llamaría complejo, siempre que se juntan tres personas hay que llegar a un mínimo de acuerdos. Ahí estábamos de acuerdo en lo que queríamos para la candidatura. Esa era la principal fuerza que nos movía a seguir trabajando. Hay gente que se baja otros que se suman... pero en definitiva el proyecto ha sido bastante ilusionante.

-¿Cuáles eran esas líneas rojas para llegar al consenso?

-No teníamos líneas rojas pero sí queríamos que fuera la ciudadanía la que encabezara este movimiento. Todo lo demás hasta hace poco tiempo se ha hecho a nivel personal de cada uno de los integrantes. No hay nadie en calidad de, sino que la representación era individual como persona. Bien es cierto que había unas bases a la hora de calificar la plataforma como de izquierdas, pacifista, feminista... Todo lo que no fuera eso no íbamos a permitir que se integrara.

-¿Cuáles son los ejes fundamentales del programa que plantean?

-Nuestro principal objetivo es rescatar a las personas. Ahora mismo en España estamos pasando una verdadera catástrofe a nivel personal de todos los que han sufrido esta crisis estafa, sufriendo los distintos vaivenes de las políticas neoliberales que ha aplicado por ejemplo el PP. Queremos ganar las elecciones para cambiar la forma de hacer política en este país. Se precisan políticas integradoras que estén pensadas para las personas y no para las oligarquías. En el tiempo en el que vivimos ahora mismo hay familias que no tienen donde vivir, personas paradas desde que estalló la burbuja inmobiliaria sin ningún tipo de prestación social... Un país que consideramos que vive un crimen de Estado. No podemos permitir que se siga sufriendo, hay cada vez más ricos que tienen mucho y muchos más pobres que tienen poco.

-¿Qué les han trasladado los granadinos en este tiempo?

-Percibimos una halo de esperanza en el sentido de que hay gente que ya no piensa en la vieja política. Hay que aglutinar el voto de izquierdas en un partido determinado, eso se tiene que hacer efectivo, no vale sólo con demostrarlo. Nosotros estamos en condiciones de demostrar que somos una coalición de izquierdas que vamos a luchar por los derechos de las personas. Eso la gente lo recibe de muy buen agrado. Es verdad que cuesta mucho el trasladar nuestro mensaje porque no tenemos los medios necesarios.

-¿En qué se diferencia UP-IU de Podemos?

-Nosotros somos de verdad una candidatura de izquierdas. Nos da mucha pena cómo en Podemos han ido moderando su discurso intentando entrar al juego de los demás grupos políticos. Nuestro lema, 'En el centro no cabemos nadie, vente a la izquierda', es lo que se deriva de todos los partidos que ahora están luchando por el voto de centro. Creemos que por lo que hay que trabajar es por captar el sufragio de izquierdas. Hemos intentado la confluencia por activa y por pasiva tanto a nivel estatal como provincial pero cuando uno no quiere, dos no pueden.

-¿Teme que esa circunstancia les reste votos?

-Sí, no es lo mismo presentar una candidatura de confluencia con dos fuerzas que tienen prácticamente casi el mismo programa e ideología, con sus matices, que presentarnos cada uno por su lado. La pregunta debería ser, ¿por qué no se ha querido unir con Unidad Popular? Nosotros teníamos muy claro lo que queríamos, así se lo trasladamos. No se ha podido y esperemos que la ciudadanía no lo sufra.

-¿Qué retos se marcan en esta campaña?

-Iniciamos hace unos veinte días una campaña a través de la cual queremos recorrer 4.000 kilómetros a lo largo de la provincia para llevar las propuestas a todos los pueblos de Granada. La idea es que los granadinos conozcan el programa de Unidad Popular. Que ellos decidan y que, al menos, nos conozcan. Que vean que somos gente corriente de la calle y que no somos políticos profesionales. Sí es verdad que tenemos mucha experiencia a nivel asociativo al provenir casi todos de movimientos sociales con una larga lucha a nuestra espalda. Tenemos muchas ganas de hacer cosas.

-¿Cómo reacciona la gente al conocer ese mensaje?

-No es lo mismo que usted se siente con un político que está harto de ver, a que se siente con un igual. Yo insisto mucho en que soy igual que la gente, y yo doy el paso para que las cosas cambien. Si eso lo hicieran muchos la política en este país se haría de otra forma. La ciudadanía es la que tiene que provocar el cambio.

-¿Qué número de representantes esperan tener en Madrid?

-Aspiramos a tener representación parlamentaria. Si dijera seis o siete diputado nos podrían tachar de locos pero siendo realistas esperamos contar con integrantes de Unidad Popular tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado.