Elecciones Generales

Vox se queda sin diputado pero festeja su ascenso

  • La formación pasa del entusiasmo inicial al desencanto pero pone las miras en las Municipales con grandes dosis de “optimismo”

Parte del equipo de Vox Huelva, en la sede de la calle Rábida siguiendo el recuento.

Parte del equipo de Vox Huelva, en la sede de la calle Rábida siguiendo el recuento. / Josué Correa (Huelva)

En la sede de Vox en Huelva se pasó anoche del entusiasmo de los militantes al desencanto. Los 33.246 sufragios que consiguieron atesorar en la provincia no fueron suficientes para arrebatarle el escaño a Unidas Podemos. También supieron a poco los 24 diputados que representarán al partido de Abascal en el Congreso y algunos no ocultaban su decepción: "Esperábamos más, sinceramente". Otros prefirieron ver el vaso medio lleno. "Empezar de cero y conseguir 24 escaños es un pelotazo", se consolaban en los corrillos.

La noche se inició con el presidente de la formación verde en Huelva, Rafael Segovia, y el candidato a la alcaldía capitalina, Wenceslao Font, revisando las primeras actas que llegaban de los colegios electorales onubenses. Las expectativas eran elevadas en los primeros compases del escrutinio, donde Vox llegó a tener el quinto diputado de la provincia. Unidas Podemos se lo arrebató pronto y mantuvieron una pugna muy igualada durante todo el recuento, aunque no lograron imponerse al partido de Pablo Iglesias. Se quedaron a más de 700 votos.

Con el 40% del escrutinio realizado, Rafael Segovia indicaba a Huelva Información que "el discurso del miedo les ha funcionado", refiriéndose a las formaciones de izquierdas. Admitió entonces que la movilización del electorado ya le hacía sospechar que la balanza se decantaría en favor del PSOE y de Unidas Podemos. "Los votos nuestros los están dejando para el final", bromeaba con los militantes mientras observaban los datos en las pantallas de su centro de comunicación.

El momento de mayor emoción y euforia con los resultados onubenses se produjo cuando se había escrutado el 71,1% en la capital y solo 74 votos separaban a Vox del Partido Popular. En ese instante los de la formación de Santiago Abascal se llevaron otra grata sorpresa, al descubrir que con el 82,1% de sufragios contabilizados eran segunda fuerza en Almonte. Y también en Cartaya. "El factor de la inmigración es clave aquí", observaba uno de los presentes que se arremolinaba en torno a la televisión de la entrada, instalada bajo una gigantesca bandera de España, para escuchar el discurso de su secretario general, Javier Ortega Smith.

Sus arengas no consolaron a uno de los decepcionados militantes: "Dirá lo que quiera, pero que quedemos por debajo de Podemos es un fracaso", espetó. Que las formaciones de izquierda tengan oportunidad de gobernar el país forjando alianzas tampoco cayó bien en el partido. "Nosotros hemos hecho los deberes, el PP no".

Font seguía con especial atención los resultados de Huelva capital. "Al 80% escrutado, Vox, PP y Ciudadanos sumaríamos un 49% de los votos para gobernar el Ayuntamiento", señalaba.

Los artífices de la campaña electoral ponían el énfasis en otro detalle: "Lo hemos hecho todo sin un duro, ha sido una campaña espartana". A esto Rafael Segovia puntualizaba que "solo hemos gastado los 830 euros que costó el mitin de La Merced, no se puede obtener más rendimiento con menos; decir que ha sido una campaña espartana es quedarse muy corto".

La actualización de los datos iba certificando la rotunda presencia de Vox en los municipios más grandes de Huelva, con especial incidencia en la Costa. Un suspiro de aire fresco en medio del chasco que supuso finalmente una de las noches electorales más esperadas de la historia.

Para Segovia, que no es partidario de sondeos y encuestas, la realidad no es tan espantosa. "Hace cuatro años vino Abascal a Huelva y éramos nueve en la mesa; hace cinco meses, antes de las andaluzas, apenas soñábamos con que Abascal entrara al Congreso y, ahora, aquí estamos".

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