España

La alarma contiene la llegada de inmigrantes excepto en Canarias

  • El estado excepcional provoca que sólo una patera y cuatro ilegales hayan arribado a las costas peninsulares

  • El número de cayucos sube un 232% en el archipiélago respecto a 2019

Una inmigrante desembarca de la 'Salvamar Menkalinan' a su llegada al puerto de Arguineguín (Gran Canaria).

Una inmigrante desembarca de la 'Salvamar Menkalinan' a su llegada al puerto de Arguineguín (Gran Canaria). / Elvira Urquijo A. / efe

La crisis del coronavirus también se nota en las llegadas de pateras a las costas españolas: en la segunda quincena de marzo, coincidiendo con la vigencia del estado de alarma, 251 inmigrantes lo han logrado, un tercio de los que lo hicieron los primeros 15 días. Sólo cuatro llegaron por el Mediterráneo. Porque la situación en Canarias continúa siendo la misma: de esos 251, 247 alcanzaron el archipiélago a bordo de ocho embarcaciones. En todo el mes, han sido 296 inmigrantes y 11 pateras, lo que supone cuatro veces más (un 232,5%) que el año pasado, cuando fueron 89 y nueve, respectivamente.

Así se desprende del último balance de inmigración irregular publicado por el Ministerio del Interior, que no recoge, sin embargo, los tres cayucos interceptados el pasado miércoles con alrededor de 100 inmigrantes en su interior cuando trataban de alcanzar las islas. Todo lo contrario de lo que ha ocurrido en el Mediterráneo, donde el estado de alarma ha frenado en seco las llegadas irregulares de inmigrantes: del 15 al 31 de marzo, Interior sólo ha contabilizado una patera y cuatro inmigrantes.

Otra consecuencia de la propagación del virus es el vaciamiento o cierre de los CIE

Pero en la primera, cuando el coronavirus aún no se había cebado con nuestro país y en el imaginario común no se podía ni siquiera concebir nada parecido a lo que estaba por venir, llegaron en total 28 cayucos a la Península y Baleares con 439 personas.

En todo marzo, las entradas por vía marítima en España ascendieron a 762, cuando en el mismo periodo de 2019 fueron menos de la mitad (340), lo que viene a confirmar los descensos de entre el 40% y el 50% que se llevan encadenando desde hace más de un año. Atendiendo a ambas vías de ingreso, marítima y terrestre, un total de 5.473 personas han entrado de forma irregular en nuestro país hasta el 31 de marzo, un 18,7% menos que el año pasado por estas mismas fechas.

También aquí se aprecian diferencias de antes a después del estado de alarma: del 1 al 15 de marzo, la cifra fue de 148 entradas, un 15,27% más respecto a febrero. Pero a partir de entonces, la cifra se redujo a 23, con lo que el aumento fue sólo del 2,05%.

Por Ceuta, entraron un total 23 inmigrantes en todo el mes; uno en la segunda quincena, según el recuento del departamento que dirige Grande-Marlaska. Mientras, en Melilla lo hicieron 148, 22 de ellos después de la alarma.

Otra de las consecuencias de esta situación excepcional es el vaciamiento paulatino de los ocho Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) que hay en España: La Piñera (Algeciras) y su anexo en Tarifa; Zapadores (Valencia), Zona Franca (Barcelona), Sangonera la Verde (Murcia), Barranco Seco (Las Palmas), Hoya Fría (Tenerife) y el de Aluche en Madrid. Antes del estado de alerta, su nivel de ocupación estaba al 60%. el pasado jueves, cayó al 9%.

Pero esa bajada obedece a que los inmigrantes no pueden superar el periodo máximo de estancia de 60 días antes de ser expulsados de nuestro país. Dado que con el estado de alarma es imposible ejecutar la repatriación, los internos están siendo puestos en libertad y derivados al sistema de acogida.

El CIE madrileño es el último en echar la llave de momento: el jueves, Cruz Roja se llevó a sus últimos cinco ocupantes. Los primeros fueron los de Barcelona, Tenerife y el anexo de Tarifa.

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