Bombardeo de poblaciones abiertas

FRANCO: 50 AÑOS, 50 HISTORIAS [29/50]

Ortega Bru perdió a sus padres en la Guerra Civil, padeció cárcel y trabajos forzados y hace medio siglo hizo la talla del Cristo de San Gonzalo, cuyo hermano mayor honorario fue Queipo de Llano

Paso de misterio de San Gonzalo con las firmas de Ortega Bru y Castillo Lastrucci.
Paso de misterio de San Gonzalo con las firmas de Ortega Bru y Castillo Lastrucci. / José Ángel García

Los doce apóstoles de la Última Cena que procesiona en Sevilla cada Domingo de Ramos son obra de Luis Ortega Bru (San Roque, 1916-Sevilla, 1982). Su padre, Andrés Herrera, alfarero de Cortegana, era militante de la CNT y murió fusilado el 22 de diciembre de 1939. Su madre, Carmen Bru Casado, murió asesinada en plena guerra civil junto a otra mujer, Antonia Martín, esposa del alcalde socialista de Tarifa Amador Mora. Ortega Bru quedó huérfano muy pronto, pero heredó las inquietudes ideológicas de sus progenitores. En 1940 fue condenado a tres años de prisión por un delito de auxilio a la rebelión. Pasó por los campos de concentración de la Aurora de Málaga, Ronda y Rota y fue castigado a trabajos forzados en el Batallón 211. Finalmente fue encarcelado en el penal de El Puerto de Santa María. Se le expropió el patrimonio familiar en 1941 por la Ley de Responsabilidades Políticas.

La Iglesia le cambió el nombre al sacramento de la confesión para llamarlo de reconciliación. Fuera de las sacristías, el caso de Ortega Bru es un caso palmario de reconciliación. Un republicano represaliado políticamente es autor de algunas de las imágenes más poderosas de la Semana Santa de Sevilla, en realidad de toda Andalucía, que siguen saliendo todos los años a la calle. En algún caso, en el que vamos a centrar esta historia, se adentró en el corazón de los inicios del nacionalcatolicismo.

En 1975 acometió la talla del Cristo de Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder ante Caifás, uno de los titulares de la hermandad de San Gonzalo que este año está celebrando el medio siglo de esta efeméride artística y religiosa. La hermandad de San Gonzalo nombró hermano mayor honorario a Gonzalo Queipo de Llano por acuerdo del 7 de febrero de 1943. Su esposa, Genoveva Martí Tovar, fue la madrina de la colocación de la primera piedra de la parroquia de San Gonzalo, el 29 de junio de 1938, en plena Guerra Civil. El 12 de junio de 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, fue bendecido el templo y un mes después, el cardenal Pedro Segura aprobó las primeras reglas. Comienzos entre dos guerras, la española y la mundial. Uno de los vecinos más ilustres de este barrio fue Juan Sierra, poeta del grupo Mediodía, autor de un poema que resume a la perfección este contexto bélico: Bombardeo de poblaciones abiertas.

Genoveva Martí Tovar (1880-1967) fue también la madrina de Nuestra Señora de las Mercedes, titular de la hermandad de Santa Genoveva del Tiro de Línea, que como la de San Gonzalo también sale el Lunes Santo. Ese madrinazgo tuvo lugar el 20 de septiembre de 1956. Ya era viuda de Queipo de Llano, que había fallecido el 9 de marzo de 1951, unos meses antes de celebrar las bodas de oro. Nuestra Señora de las Mercedes da ahora nombre a una de las principales avenidas de la barriada del Tiro de Línea que anteriormente, no sin polémica, pasó de llamarse General Merry, militar que participó en la guerra de Cuba y al que algún funcionario municipal confundió con el del 23-F, y después Pilar Bardem por el motivo de que la actriz había nacido casualmente en Sevilla.

“Este paso no camina, ni siquiera anda”, se lee en el libro Mapa sentimental de la Semana Santa del que son autores Álvaro Pastor, Paco Robles y Manuel Jesús Roldán. “Llega desde la frontera que marcó Triana la Nueva después de la guerra, cuando esta cofradía era una heroicidad en sí misma”. Nacida en plena posguerra, es una de las cofradías más jóvenes de la Semana Santa de Sevilla, pese a lo cual la imagen de Cristo ha sufrido muchas vicisitudes y cambios de autoría. La primera data de 1945, obra del portugués Pires Azcárraga; la segunda, de 1961, el año de la riada del Tamarguillo, de Castillo Lastrucci. Ortega Bru la termina en 1975. “De esta talla quedó el autor tan satisfecho que la firmó y fechó con las palabras Mi Cristo para Sevilla”, se lee en el libro Compendio general de las Cofradías de Sevilla, de Jesús Luengo Mena y Juan Pedro Recio.

San Gonzalo nombró en 1976 hermano mayor honorario al rey Juan Carlos I"

En el paso de misterio, las imágenes del Señor y de Caifás son de Ortega Bru. De Castillo Lastrucci son las de Anás, Sumo Sacerdote suegro de Caifás, un esclavo negro, un soldado romano y José de Arimatea. El imaginero que padeció cárcel y campos de concentración, hijo de padre fusilado y madre asesinada en la Guerra Civil, se hizo con un nombre en el mundo de la escultura y la imaginería. La Virgen de la Salud, titular de San Gonzalo, datada en 1977, también es obra suya. Una dolorosa muy sevillana para la que se inspiró en el rostro de su mujer, Carmen León Ortega.

La primera salida de la hermandad de San Gonzalo estaba prevista para 1947. Se vio frustrada por una inundación en febrero de ese año que anegó los almacenes de la cofradía y produjo desperfectos en los enseres y los titulares de la hermandad. Ese año salió una representación con la hermandad de la Estrella.

Los tiempos cambiaron y en 1976 fue nombrado hermano mayor honorario de San Gonzalo el rey Juan Carlos I. En sus inicios, en el contexto de los primeros años de la dictadura, buscaron un santo acorde con el benefactor de la cofradía y del barrio, el general Gonzalo Queipo de Llano. Se eligió a un santo portugués del siglo XIII, san Gonzalo de Aramante, invocado como casamentero de solteronas y patrón del Almirantazgo de Marina.

Cuando salió de la cárcel, Ortega Bru retomó una carrera artística que había iniciado en 1931 estudiando Escultura en la Escuela de Artes y Oficios de La Línea de la Concepción. Además de su impresionante obra sacra por toda Andalucía, pasó unos años en Madrid donde ganó numerosos premios, se ganó un merecido prestigio e incluso trabajó para los estudios cinematográficos de Samuel Bronston en el diseño de decorados y la realización de pinturas para las diferentes películas. La primera imagen para la Semana Santa de Sevilla fue el misterio de Santa Marta, en 1959.

En la línea del sacramento de la reconciliación, Ortega Bru, el hijo del alfarero anarquista, perdonó a sus verdugos como perdonaba Jesús a los suyos en el interrogatorio con Caifás en el Sanedrín que el imaginero gaditano de San Roque convirtió en un icono de cada Lunes Santo.

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