España

Zapatero alerta del riesgo de llevar el caso de ANV al terreno partidista

  • El Gobierno "sabe lo que hace" porque, asegura, trabaja en un nuevo marco legal más operativo · El PP replica que esa voluntad antiterrorista "no está clara"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reclamó ayer al PP colaboración en su estrategia contra ETA y su entorno y que nadie "haga partidismo" con ANV, al tiempo que garantizó que el Ejecutivo "hará las cosas bien" teniendo en cuenta la jurisprudencia de los tribunales y los hechos, pero "a su tiempo". En Bruselas, en la rueda de prensa posterior al Consejo Europeo, calificó de "razonable" la cooperación brindada por la formación de Mariano Rajoy hasta ahora, pero ante las críticas a la falta de contundencia por parte del Gobierno para intentar la expulsión de ANV de los consistorios vascos y navarros donde tiene representación pidió que "nadie haga partidismo con ninguna sigla, con ningún ayuntamiento, con ninguna circunstancia".

"Lo que agradecerían los ciudadanos es que no volvamos a hacer de la lucha contra el terrorismo un escenario de iniciativas partidistas, unilaterales" porque lo que se necesita es "unidad, sensatez y entendimiento". Según subrayó, los hechos avalan que la actual estrategia del Ejecutivo para reducir la capacidad operativa de ETA y su apoyo social tiene "buenos resultados" y se mostró convencido de que eso "va a continuar en el futuro inmediato" gracias al trabajo del Gobierno, las Fuerzas de Seguridad y la colaboración francesa, pero pidió calma y "el apoyo de todos". "Los hechos va a seguir siendo contundentes", insistió desde la capital belga.

"El Gobierno sabe lo que hace y actuará cuando, conforme a la ley, tenga que actuar", reiteró. En este sentido, recordó que hay que lograr un "nuevo marco legal más operativo y más útil para intentar preservar que nadie desde ningún ámbito de la actuación pública, sea un partido o un ayuntamiento, se colabore con una banda terrorista y con la violencia".

Esa contundencia no debió de convencer ayer demasiado al PP. Su secretaria general, María Dolores de Cospedal, replicó que "la voluntad antiterrorista" del Gobierno "no es clara" si no se concreta en la disolución de los ayuntamientos gobernados por ANV. Esas palabras, al mismo tiempo, fueron respondidas por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien pidió a los dirigentes populares que sean "más cautelosos y que nuevamente no intenten sembrar dudas en la ciudadanía sobre la firme voluntad del Gobierno de acabar con los terroristas y sus cómplices".

En un acto organizado por Faes, la fundación que preside Aznar, De Cospedal pidió al Ejecutivo que "diga a fecha de hoy que de acuerdo con la legislación española no se puede instar la disolución de los ayuntamientos", por cuanto esa actitud supondría "tanto como negar la existencia de una legislación en España", que sí permite retirar "todos los obstáculos que impidan que la libertad de los individuos sea una realidad".

La número dos del PP insistió en que su partido seguirá pidiendo al Gobierno que inste a la disolución de los consistorios donde gobierna ANV al amparo del artículo 61 de la Ley de Bases de Régimen Local. "Desde nuestro punto de vista, la voluntad en la lucha antiterrorista del Gobierno no es una voluntad clara si no se plasma con esta decisión", subrayó.

Frente a esta acusación de pasividad, De la Vega contestó que el Ejecutivo estudia modificaciones legales para que los ediles de una formación ilegalizada en relación con el terrorismo "no puedan permanecer en las corporaciones y los gobiernos locales", pero advirtió que en estas modificaciones "hay que ser muy cautos" para que cada uno de los pasos que se den sean "un cerrojazo" a los violentos, y "un muro cada vez más alto".

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