El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se muestra confiado respecto a la evolución de la economía española los próximos meses. El jefe del Ejecutivo ha afirmado que España tiene por delante "unos meses con dificultades" pero asegura que se volverá a la senda de crecimiento "en el segundo semestre del año próximo". El presidente sitúa el empleo como su máxima prioridad y asegura que combatirá la crisis con "solidaridad y reformas". Para explicar su visión de la situación económica y las medidas planteadas ha anunciado que pedirá su comparecencia en el Congreso de los Diputados. Algunas de estas iniciativas son calificadas de "pintorescas" por la la oposición que asegura que la clave es "generar confianza y credibilidad".

La crisis económica marcará un curso político en el que el Gobierno se la juega en el terreno económica. Por ello el presidente del Gobierno ha anunciado que solicitará "con carácter inmediato" su comparecencia para informar sobre la situación económica y las medidas que está adoptado el Ejecutivo, especialmente de aquellas destinadas a impulsar el empleo.

"Voy a pedir esa comparecencia hoy mismo para hacer un nuevo debate. Me gustaría que fuera un gran debate sobre las políticas de apoyo a la creación de empleo, que es sin duda el gran objetivo que ahora tenemos", apuntó el presidente.

Rodríguez Zapatero, que realizó este anuncio durante una entrevista en Telecinco, admitió que a la economía española le esperan unos "meses con dificultades", pues las previsiones apuntan a que no se volverá a una "senda de crecimiento" hasta el segundo semestre de 2009.

No obstante, el presidente señaló que dicha recuperación podría adelantarse o incluso retrasarse en función de cómo evolucionen factores como el precio del petróleo, cuyo descenso ha provocado ya una caída del IPC armonizado desde el 5,3% de julio al 4,9% en agosto. Zapatero afirmó que si el crudo mantiene esta tendencia, la inflación podría acabar el año por debajo del 4%.

El jefe del Ejecutivo defendió la actuación del Gobierno ante la crisis económica, recordando que en el primer Consejo de Ministros después de las elecciones, ya se adoptaron medidas para afrontar la situación y apoyar a las familias y empresas ante esta coyuntura económica que Zapatero definió como "de estancamiento, frenazo, crisis y ralentización".

Pero esta situación, precisó, no sólo se está dando en España, sino que afecta a toda Europa. "El contexto internacional es de frenazo económico", insistió el presidente, que explicó que el Gobierno afronta la crisis con dos armas: solidaridad con los desempleados, con los pensionistas y los perceptores de rentas más bajas, y reformas para incrementar la productividad y mejorar la composición del crecimiento económico cuando éste se recupere.

En este sentido, Zapatero, que situó el empleo como su principal preocupación ante la actual situación económica, aseguró que España tiene "fortaleza social" y suficientes recursos económicos para ayudar a los que ahora tienen dificultades, como las personas que se quedan en el desempleo. Zapatero añadió que aunque económicamente "España tiene el viento en contra", sabrá navegar con él y apoyar a quienes más lo necesitan.

Junto a todo ello se encuentra el diálogo social, del que Zapatero afirmó que es "fundamental" para abordar la actual coyuntura económica y la situación del empleo. En este punto, el presidente recordó que el próximo miércoles se celebrará la primera reunión "de contenidos" del diálogo social, que se centrará en cómo luchar contra el repunte del paro y el reforzamiento de la formación profesional.

Para la oposición las últimas iniciativas emprendidas por el Gobierno no dejan de ser "pintorescas" ocurrencias que no logran generar confianza ni seguridad. El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, considera que lo más importante es que el presidente del Gobierno explique con "meridiana claridad" que estamos en una situación económica que "no es buena y que puede empeorar"

En su opinión la crisis económica "debe ser la prioridad básica para el Gobierno en los próximos meses" por ello pidió al presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, que genere confianza y credibilidad y anime a los agentes económicos.

Rajoy propuso que el Gobierno se "apriete el cinturón" en los presupuestos del año que viene, de forma que el gasto público no crezca más del 2%, y que se aplique una rebaja en el impuesto de sociedades a las pequeñas y medianas empresas hasta el 20%. Asimismo, el líder del PP apostó por aumentar la deducción por intereses de créditos hipotecarios hasta el 25% y por continuar el proceso de reformas económicas, y reprochó al ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, que "no ha hecho nada".

"Dejó de dar pedales a la bicicleta y se ha parado", señaló Rajoy, quien calificó de "pintorescas" las iniciativas del Ejecutivo de los 400 euros o regalar una bombilla a cada ciudadano. "La clave es generar confianza y credibilidad", explicó Rajoy, que aseguró que parte de la situación de la economía se debe a factores "que vienen de fuera" pero abogó por centrarse en "lo que se puede hacer en casa".