España

Zapatero cierra el grifo

  • El Gobierno deroga el trasvase a Barcelona al resultar innecesario con las últimas lluvias mientras PP y CiU advierten que el problema es estructural y "sigue ahí"

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, anunció ayer la derogación del trasvase que iba a transportar agua desde la desembocadura del Ebro al área metropolitana de Barcelona. De la Vega, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, argumentó que de la misma manera que fue de "justicia" aprobar esta medida para garantizar la "igualdad" de todos los ciudadanos españoles ahora, cuando las últimas lluvias sitúan las reservas de los embalses catalanes al 54% de su capacidad, es "de justicia" derogar el decreto.

De la Vega recordó que el decreto aprobado el pasado 21 de abril contemplaba que las "medidas de conducción" del agua se paralizarían si cesaba la situación de urgencia en Barcelona.

La vicepresidenta explicó que confía en que la cancelación de las obras no tenga ningún coste para las arcas públicas y señaló que la Administración está en conversaciones con las empresas adjudicatarias. En este sentido, se espera que el material que se iba a emplear para construir el trasvase se use para otras obras.

Por su parte, el portavoz del PP en la Comisión parlamentaria de Medio Ambiente, Carlos Floriano, dijo en declaraciones a los periodistas en el Congreso, que a pesar de la derogación del minitrasvase "el problema sigue ahí".

Floriano afirmó que el Gobierno parece querer seguir gobernando más que con una ministra, con un hombre o mujer del tiempo, con plegarias y chamanes. "Para esperar si llueve o no, no hace falta una ministra", criticó.

Recordó que la primera decisión de la legislatura anterior fue la derogación del trasvase del Ebro del PHN y ahora se deroga otro trasvase. "Ni se han hecho las obras del Pacto del Agua en Aragón, ni se soluciona lo de Cataluña, ni se atiende a Valencia, Murcia y Alicante". Floriano recordó que se han tirado al mar 6.000 hm3 al año. Y como media en mayo se han desperdiciado 1.188 hm3 de agua, cuando el embalse más grande de Cataluña tiene 233 hm3. "Falta sentido común, seriedad y rigor", aseguró.

El portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Pere Macias, afirmó que "se pone fin a uno de los episodios más tristes de desgobierno en materia de agua". Macias lamentó que "no se haya aprovechado este episodio para resolver los problemas estructurales". Recordó que la problemática del agua es característica del clima mediterráneo, y que se trata de un problema estructural y no coyuntural. "Así lo demuestran las estadísticas: desde el año 1982 al año 2008, el 23% de los meses del año se ha estado por debajo del nivel de excepcionalidad, y esta cifra sube al 32% de los meses entre los años 1998 y 2008", señaló, añadiendo que "hay un déficit estructural".

El vicepresidente primero del Gobierno valenciano, Vicente Rambla, manifestó que el Gobierno central ha cometido "una gran injusticia", con la derogación del trasvase.

Rambla señaló en un comunicado que se trata de una medida "injusta, en este caso con Catalunya que demanda agua, pero también con la Comunidad que también lleva tiempo pidiéndola". En esta línea, destacó que esta decisión pone de manifiesto "una gran falta de previsión, planificación y responsabilidad, algo que debería tener en cuenta Rodríguez Zapatero en sus actuaciones", apostilló.

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