Sanz calificó la postura de Zapatero como una respuesta "acertada" ante una propuesta que prevé la creación de un órgano común entre Euskadi y Navarra lo que Sanz considera ni más ni menos que una "provocación hacia Navarra y los navarros". 

"Es una respuesta acertada, haciendo ver que ningún presidente de una comunidad puede erigirse en protagonista, en responsable o en representante de otra comunidad, cuando no tiene el aval otorgado por los ciudadanos de esa comunidad", apuntó Sanz que no está dispuesto a ser el convidado de piedra en un plan que aborda directamente el futuro de Navarra. 

En este punto, el presidente de la Comunidad Foral denunció que "el lehendakari Ibarretxe no tiene ninguna legitimidad para hacer ninguna propuesta que afecte a Navarra, porque ningún ciudadano navarro le ha otorgado legitimidad alguna, ni le ha votado, para que haga propuestas de esa naturaleza". De hecho, el Gobierno de Navarra aprobó un acuerdo en el que rechaza la propuesta de Ibarretxe, un acuerdo que ha decidido trasladar al presidente del Gobierno de España y al Gobierno vasco.