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¿Puede una mujer con niqab presidir una mesa electoral?

  • Vox anuncia que impugnará el resultado de esa mesa, pero la delegada del Gobierno en Ceuta asegura que la presidenta se identificó en privado aceptando destapar su rostro

La mujer, con el rostro cubierto presidiendo la mesa electoral en Ceuta.

La mujer, con el rostro cubierto presidiendo la mesa electoral en Ceuta. / M. G.

¿Puede una mujer a la que solo se le ven los ojos, porque viste un niqab, presidir una mesa electoral? El debate ya había surgido con fuerza en algún país europeo, pero el pasado domingo irrumpió en Ceuta y fue suscitado por Vox.

 La presencia de esa mujer al frente de una mesa en el colegio Santiago Ramón y Cajal, en el barrio mayoritariamente musulmán de Hadu, suscitó la reprobación de los apoderados de Vox que anunciaron que impugnarían el resultado de los votos allí escrutados porque la presidenta no estaba identificada.

El propio líder de Vox, Santiago Abascal, expresó su indignación en un tweet en el que escribió: "Con burka o como lo llamen. (Encapuchada decimos aquí). Presidiendo una mesa electoral e increpando a los apoderados de Vox. Es intolerable que la Junta Electoral haya permitido esta situación bochornosa".

La Junta no se ha pronunciado aún, pero la que sí lo hizo el lunes a mediodía fue la delegada del Gobierno en la ciudad autónoma, Salvadora Mateo. "A primera hora de la mañana vimos que la presidenta de la mesa llevaba burka", explicó ante la prensa confundiendo esa prenda afgana que no permite ver los ojos con el niqab saudí que sí los deja al descubierto. "Lo que se acordó es que otra mujer, que era la vicepresidenta de la mesa, comprobase en la intimidad quién era con su carné de identidad quitándose el burka delante de ella", añadió la delegada. "No hubo problema", concluyó.

La impugnación de Vox, si finalmente la presenta, tiene pocas posibilidades de prosperar porque la ley electoral no pone restricciones a la vestimenta de los miembros de la mesa a menos que ésta no sirva los fines propagandísticos de un partido político. El 24 de mayo la Junta Electoral de Zona permitió incluso que se pudiera votar con burka o niqab siempre que el elector mostrará su rostro y se identificara ante el presidente de la mesa.

 No fue éste el único roce del domingo entre Vox y musulmanes ceutíes. En el colegio Reina Sofía de El Príncipe, un barrio totalmente musulmán, el desembarco de un nutrido grupo de apoderados del partido de extrema derecha provocó insultos de "fascistas", "racistas" y "sinvergüenzas" por parte de los votantes. La presidenta de mesa acabó pidiendo que se desalojase el espacio público porque entorpecían el buen desarrollo de las votaciones y acabó interviniendo la Policía Nacional que acompañó hasta la salida.

 "Todo el mundo entró en modo irascible cuando entramos a hablar con un apoderado, llovieron los insultos de todo tipo y debido a ello se desalojó el aula, por lo que nos quedamos sin apoderados", se quejaba ante la prensa Carlos Verdejo, secretario general de Vox en Ceuta.

 Los musulmanes de Ceuta han votado esta vez de  manera diferente a anteriores elecciones. En El Príncipe ganó, por ejemplo, el PSOE por delante de los partidos locales que como Caballas y el Movimiento por la Dignidad y la Ciudanía, mayoritariamente  musulmanes, tratan de sintonizar con esa comunidad confesional. Caballas, que era la principal fuerza de oposición al Partido Popular, perdió tres de sus cuatro concejales y el MDyC uno de sus tres representantes.

Los partidos de corte musulmán se hunden en Ceuta, mientras que el de Mustafa Aberchán sube en Melilla

 Los votos perdidos por las formaciones dirigidas por musulmanes fueron a parar al PSOE que obtuvo 7 concejales, tres más que en la anterior asamblea, pero dos menos que el PP, mientras que Vox consiguió 6. Es previsible que Juan Jesús Vivas, el actual presidente ceutí, continúe gobernando la ciudad si el PP logra fraguar alianzas con Vox o la abstención del PSOE y de los concejales musulmanes. Ante el riesgo del auge de Vox, una parte del electorado musulmán da la impresión de haber optado por el voto útil alineándose con el PSOE que ya obtuvo un buen resultado en las elecciones generales de abril.

En Melilla, Coalición por Melilla (CpM), el partido mayoritariamente musulmán de Mustafa Aberchán, ha, en cambio, ganado un escaño más hasta alcanzar los 8 consolidándose como primer partido de oposición frente a un PP que con tan solo 10 pierde la mayoría absoluta. Ni siquiera Vox, con dos representantes, se la puede proporcionar. Ciudadanos tiene por tanto la llave del gobierno de esta ciudad autónoma y se puede inclinar hacia el PP o hacia una hipotética coalición CpM y PSOE.

 Por primera vez un partido de corte musulmán se ha presentado a las elecciones en la Península. Aunque su nombre, Partido del Renacimiento y de la Unión de Europa (PRUNE), no tiene ninguna connotación islámica, esta formación si pretende impregnar a la sociedad de los valores del islam. Hace ya tres años también quiso concurrir a los comicios, pero no pudo hacerlo porque no cumplía con la ley electoral.

 Esta vez se ha presentado en tres localidades: en Algeciras donde obtuvo su mejor resultado con 115 sufragios en una ciudad en la que hay varios miles de musulmanes con nacionalidad española; en Sevilla sacó 46 votos y en Mollet del Vallés (Cataluña) le votaron 18 personas. Ni siquiera los 25 candidatos de la lista del PRUNE depositaron en las urnas papeletas del partido por el que se presentaban.

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