España

El caso Gürtel reabre las tensiones internas en el PP

  • Aguirre desafía a Bárcenas a que diga en público qué sabe de ella, mientras se acrecienta el malestar en las filas populares por la continuidad del tesorero

Esperanza Aguirre, que expresó su sorpresa al enterarse por los medios de comunicación de que Bárcenas cuenta "pestes" de ella y del vicepresidente del gobierno madrileño, Ingacio González, solicitó ayer públicamente y "de rodillas" -por urtilizar su terminología-, que el aún tesorero del PP explique públicamente todo lo que sabe de ella, en relación a algunas informaciones periodísticas que revelarían que Bárcenas tiene información abundante de algunos diregentes del PP.

La presidenta madrileña ha mantenido contacto con algunos de los periodistas que se han entrevistado con el tesorero, para expresarles su indignación por los comentarios de Bárcenas y explicar que no tiene absolutamente nada que ocultar. Su problema es que Bárcenas hace insinuaciones, pero no "remata", no aporta datos sobre supuestas operaciones ni de la presidenta ni de su brazo derecho Ignacio González.

Aguirre se ha telefoneado durante el fin de semana con la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, y también con el ex presidente Aznar, "víctima" también este último de las acusaciones más o menos veladas del tesorero y también senador.

La indignación entre los miembros de la dirección del PP es creciente, y no acaban de comprender cómo Mariano Rajoy no toma decisiones sobre Bárcenas y le cesa de inmediato, ya que todo indica que no piensa presentar su dimisión.

Razones las hay, y sobradas, por su imputación judicial. Y a ellas hay que sumar las acusaciones que está haciendo en los últimos días sobre actividades supuestamente irregulares de personas de su partido, así como comentarios despectivos hacia algunos de sus dirigentes.

En el PP se piensa que Rajoy reaccionará más pronto que tarde porque la situación es insostenible y, de no tomar una decisión drástica, se asentaría la idea de que no actúa contra el tesorero desleal porque tiene algo que ocultar. Lo que evidentemente coloca en una complicadísima situación al presidente del PP.

Ayer no convocó a su comité de dirección, pero los miembros de ese comité no ocultan su preocupación, máxima preocupación, por la indecisión del presidente. Son conscientes de que sólo uno de ellos apoya a Bárcenas, Javier Arenas y, quizá, Ana Mato, estrecha colaboradora de Arenas. El resto clama, en público y en privado, para que se solucione el problema de Bárcenas cuando antes.

Rajoy calla. Ha estado pendiente del recurso que se ha presentado en el Tribunal Superior de Justicia de Valencia (TSJCV) sobre el asunto de los trajes de el presidente valenciano, Francisco Camps, y no ha hecho gestos que hagan pensar que tiene entre sus prioridades solucionar el caso Bárcenas. Pero que ande con cuidado porque, minuto que pasa, minuto que se acrecienta el malestar interno en su partido.

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