Homenaje a los 30 años de Mayoría absoluta del PSOE

Felipe González pide al PSOE que recupere su "vocación de mayoría"

  • El ex presidente encomienda a los socialistas construir en diálogo con la sociedad un proyecto para impulsar la democracia. Arremete contra Merkel y reclama un "gran consenso nacional" para acabar con el 'austericidio'.

Bajo el lema 30 años después mantenemos vivo nuestro compromiso. Democracia, libertad y derechos. Gracias Felipe, los socialistas casi llenaron el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid para conmemorar las tres décadas que han pasado desde que el político sevillano llegara a La Moncloa. Felipe González aprovechó la ocasión para pedirle al PSOE que recupere su "vocación mayoritaria" y le encomendó que dé el do de pecho y construya con la sociedad un proyecto político para "impulsar la democracia" entre 25 y 30 años. Además, reclamó un "gran consenso nacional" para plantarle cara a la canciller alemana, Angela Merkel.

En un escenario con fondo de jóvenes sobre el cartel conmemorativo y acompañado por el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y María González, secretaria federal de Redes e Innovación, que actuó de moderadora, en uno de los peores momentos desde la restauración democrática, el PSOE, fragmentado y desmoralizado, se aferró ayer a González en un acto que resultó una especie de terapia de grupo con unos 2.000 socialistas.

El sevillano, que tiró de todo se repertorio, ejerció de encantador de serpientes 30 años después de llegar a La Moncloa -comentó que el Rey le llamó desde la clínica y le advirtió que esta circunstancia se produjo el 30 de noviembre de 1982-.

En una especie de debate con Pérez Rubalcaba que, por momentos, resultó un monólogo en toda regla, González tiró con bala desde el primer minuto al revelar que cuando el PSOE no esperaba lograr mayoría absoluta en las elecciones de 1982, él sí. "Si uno, como dirigente político, no tiene vocación de mayoría, ¿cómo se lo va a creer el partido", remachó.

Dicho esto, tras incomodar a Pérez Rubalcaba con una referencia a la falta de debate en la Ejecutiva Federal -después se desdijo- y a su dimensión -el secretario general llegó a recordar que habían venido a hablar de los 30 años-, González pidió a su partido que dé el do de pecho por España y recupere la "vocación de mayoría". Para ello, indicó que tiene que recuperarla con "capacidad de diálogo" con los "sectores implicados" -mencionó los de sanidad, educación, cultura e I+D+i- y crear un "nuevo proyecto" para "impulsar la democracia" en España entre 25 y 30 años.

A juicio, el objetivo final es alcanzar "una economía altamente competitiva y sostenible" que sirva para mantener la cohesión social y el Estado del Bienestar. "No me preocupa tanto los recortes como la liquidación de la cohesión y de los fundamentos del Estado del Bienestar", explicó.

González se mostró convencido de que "la debilidad de España es la del PSOE" y expresó su temor de que "lo tendremos que hacer nosotros porque (otros) no lo harán". "Ahora no quieren que se manosee la Constitución", añadió en clara referencia a lo que dijo hace unos días la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.

En otro momento cumbre de su intervención, cuando el debate estaba en el terreno europeo, González se tiró al monte totalmente contra Merkel, a la que acusó de estar germanizado Europa cuando otro democristiano alemán, Helmut Kohl apostó por europeizar Alemania. "¿Por qué nadie se lo dice a las claras?". "No se puede aguantar esta broma", añadió.

González la culpó incluso de los problemas económicos de España, que antes del austericidio que ha implantado tenía problemas de solvencia pero no de deuda. Así, reclamó un gran pacto nacional" para corregir esta deriva. "Hasta que la señora Merkel no vuelva a ganar el año que viene las elecciones, no habrá unión bancaria". "Y el resto se lo tolerará", sentenció.

Más allá de estos dos grandes temas, en un discurso salpicado de anécdotas y confidencias, González aseguró que el Gobierno de Adolfo Suárez no pudo llevar a cabo las reformas económicas que necesitaba el país porque lo primero era salvar la democracia. "Nosotros las hicimos con 10 años de retraso", añadió. Reconoció que el PSOE erró al prometer 800.000 puestos de trabajo. "Después, sin prometerlo, creamos 1,2 millones", explicó. También defendió las listas abiertas y el referéndum sobre la OTAN. Y remató agradeciendo a los ciudadanos "haberme votado incluso cuando yo estaba harto de mí mismo".

Entre ovaciones, González se quedó con un sms que le mandó en estos días una amiga: "Frente aquella crisis terrible, intentaste que no la pagaran los más débiles". Esas palabras le llevaron a sentirse como un "triunfador" y un militante de base. Eso al menos le replicó a una asistente que le pidió a gritos "escuchar a las bases".

En este monólogo, Pérez Rubalcaba se coló a veces y colocó a duras penas algunos de sus mensajes. Destacaron su defensa de "radicalismo reformista" para el PSOE tras una profunda reflexión. "España va a cambiar radicalmente y nosotros, como en 1982, hemos de pilotar ese cambio", insistió. Además, abogó por cambiar la Ley Electoral que implante "una democracia de 24 horas" para que los gobernantes tengan que rendir cuentas todos los días y no cada cuatro años.

Por su parte, ex el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que recibió una gran ovación e intervino posteriormente desde la primera fila, dio un discurso amable, pese a haber sido marginado, en el que reclamó a su partido lealtad, unidad y afectos.

En las primeras filas estaban ex ministros como Alfonso Guerra, José María Maravall, Fernando Ledesma, Carlos Romero, Tomás de la Quadra, Enrique Barón, José Barrionuevo, Javier Moscoso, Javier Solana, Carmen Alborch, María Teresa Fernández de la Vega, Carme Chacón, Jordi Sevilla, José Blanco, Elena Salgado, José Bono, Magdalena Álvarez, Jesús Caldera. También dirigentes territoriales, entre otros José Antonio Griñán, Emiliano García-Page, Patxi López y Tomás Gómez. Y, por supuesto, la actual Ejecutiva Federal en pleno.

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