Un total de 230 españoles, de los 600 que había atrapados en Tailandia por el cierre de los dos aeropuertos de Bangkok emprendieron ayer el regreso a Madrid en dos viajes fletados por el Gobierno.

En el primero de los vuelos viajaron 62 personas y en el segundo 168, que partieron desde el aeropuerto militar de U-Tapao, en aviones militares. El resto de españoles bloqueados en el país estaban a la espera de un avión de Iberworld, con capacidad para más de 300 pasajeros, cuya llegada a Tailandia estaba prevista durante la madrugada de hoy, martes.

El orden para establecer el regreso se hizo primero por salud, y luego según la fecha prevista para la vuelta. Hay mucha tensión acumulada y dos turistas españoles casi llegaron a las manos momentos antes de subir al primer avión que partió hacia España. Fue después de que un funcionario de la Embajada en Bangkok informara a un grupo de unos doce turistas que algunos de ellos debían renunciar a sus plazas, ya que sólo quedaban nueve disponibles. La intervención de otra turista y un funcionario de la embajada impidieron que se produjera el enfrentamiento físico. Uno de ellos recriminó al otro que no debía subir al primer aparato porque la fecha de su billete de avión era posterior y, por tanto, debía ir en el segundo aparato. El que una mujer embarazada de pocos meses renunciara voluntariamente a abordar el Airbus y esperar al segundo avión hizo que ambos casi llegaran a las manos.

España es el único país que ha fletado aviones para repatriar a los afectados por el cierre la semana pasada de los dos aeródromos por las protestas antigubernamentales. "El miedo era más por lo que nos decían desde casa", puntualizó un turista español. "En las calles -agregó- no se respiraba ninguna intranquilidad".