España

Camps proclama que su imputación "extraña y absurda" quedará en nada

  • El presidente valenciano asegura que restan "uno o dos escaloncitos" para que se pruebe su inocencia en el caso Gürtel · Ve "estrafalarias" las acusaciones por cohecho y dice que la verdad "está más cerca"

Fueron sus primeras palabras después de que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) apreciara "indicios racionales" de delito de cohecho en la adquisición de prendas de vestir que, según el juez del caso Gürtel, fueron pagadas por la empresa Orange Market, que pertenece al entramado empresarial del cabecilla de la trama corrupta, Francisco Correa. 24 horas tardó el presidente valenciano, Francisco Camps, en salir a la palestra para hablar sobre la resolución del juez.

En un acto institucional, Camps defendió nuevamente su inocencia al manifestar que la verdad "está más cerca que nunca" y que aún "quedan uno o dos escaloncitos, y entonces toda esta cuestión tan extraña, absurda y estrafalaria habrá pasado al pasado", dijo en referencia a su imputación judicial en la causa. Para Camps, "la fuerza de la democracia es una corriente tan fuerte que se lleva por delante cualquier cuestión".

El presidente valenciano fue recibido con aplausos de los miembros del Ayuntamiento valenciano de Algemesí, alcaldes de la comarca y el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, así como por numerosos ciudadanos de la localidad. Ante ellos, Camps agradeció el "cariño y el sentimiento de un pueblo que ha decidido en los últimos años darme el apoyo personal y apoyo al proyecto de futuro que represento en la Comunidad Valenciana", y se mostró convencido de que quedan "uno o dos escaloncitos, y entonces toda esta cuestión extraña, absurda y estrafalaria habrá pasado al pasado". "La fuerza de la democracia es una corriente tan grande que se lleva por delante cualquier cuestión", subrayó el jefe del Ejecutivo valenciano, que insistió en que "la fuerza de la ilusión es tan grande, es una montaña tan elevada, que hace posible que cualquier obstáculo parezca una cuestión pequeña y menor".

Para Camps, ser presidente de la Generalitat es "lo más grande del mundo", añadiendo que siempre ha tenido claro que "luchar por mi tierra es lo más grande y más importante que puede hacer cualquier valenciano". Así, expuso que su cargo supone que "la mayoría de los ciudadanos creen en el trabajo" que se hace desde el Gobierno regional, que "nuestro corazón está al servicio de un pueblo" y que "es el mejor camino para salir adelante".

Por su parte, el vicepresidente del Gobierno valenciano y consejero de Presidencia, Vicente Rambla, salió en defensa de Camps, que cuenta con un muy sólido apoyo en las filas del PP, para decir que si de lo que se trata es de "enjuiciar un supuesto regalo recibido en este caso en forma de traje, deberían estar los juzgados llenos de cargos, empezando por el propio presidente del Gobierno y ministros, y tantas otras personas que representan a instituciones públicas y privadas que en algún momento hayan podido recibir un regalo". "Seguimos en este proceso todavía más seguros que al principio de que esto va a terminar muy bien para el presidente Camps", aseguró Rambla en una opinión muy extendida en el PP.

También salió en defensa de Camps, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, para aclarar que la posible dimisión de Camps es un "tema que ni se comenta en privado" en las filas del PP y que el presidente está "seguro". Barberá hizo un paralelismo de los trajes con las anchoas que el jefe del Ejecutivo cántabro, Miguel Ángel Revilla, regaló a José Luis Rodríguez Zapatero. "(Camps) está completamente seguro", insistió Barberá, así que "hasta que no dimita Zapatero por las anchoas no habrá dimisiones".

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