Historia

Blas de Lezo, 'el mediohombre'

  • Era tuerto, cojo y manco, de ahí su apodo, pero ¿conoces la historia esta figura histórica de la Armada española? ¿Qué hizo? ¿Es el héroe digno de película que dice Vox?

Retrato de  Blas  de  Lezo , conservado en el Museo Naval de  Madrid.

Retrato de Blas de Lezo , conservado en el Museo Naval de Madrid.

El 3 de febrero se cumplieron 330 años del nacimiento del Almirante Blas de Lezo, el mediohombre, conocido por su defensa de Cartagena de Indias una de la mayores flotas navales desplegada en la historia por Gran Bretaña. El Mediohombre ha saltado de nuevo a la actualidad con motivo de la entrega de los Goya, ya que Vox pedía a los cineastas españoles que hicieran "una película de Blas Lezo, para que los españoles volvieran a las salas de cine". El guionista Borja Cobeaga respondía a Abascal con que no hacía una película de Lezo porque no le daba la "gana". ¿Quién es Lezo? ¿Qué hizo? ¿Da para una película?. Esta es una aproximación a su figura:

Blas de Lezo está representado en forma de estatua en la plaza de Colón de Madrid, con quien comparte la vocación por el mar. Y aunque el primero fue más militar que aventurero, y el segundo más explorador que soldado, ambos fueron excelentes marinos que han pasado a la historia por sus hazañas, su determinación y su valor. 

Pero con el tiempo uno fue encumbrado mientras el otro caía cada vez más en el olvido; hasta que de unos años se comenzó a recuperar su memoria y se le empezó a otorgar el reconocimiento que se merece. Si bien es cierto que la Armada siempre le ha concedido el mayor privilegio posible -bautizar un barco con su nombre, en la actualidad, la fragata de la clase Álvaro de Bazán: la Blas de Lezo, su figura no es del todo popular.

Estatua de Blas de Lezo Estatua de Blas de Lezo

Estatua de Blas de Lezo

Posee calles en ciudades como Valencia, Málaga, Fuengirola, Alicante, Las Palmas de Gran Canaria, Huelva, San Sebastián, Rentería o Pasajes (su localidad natal), y ahora también en Madrid. El Museo Naval de Madrid le dedicó una exposición durante el año pasado y en el último lustro se han publicado algunos libros sobre su figura; como el de Alber Vázquez con Mediohombre.

La batalla que Inglaterra ocultó al mundo, o el de Juan Pérez-Foncea, con El Héroe del Caribe, la Última Batalla de Blas de Lezo. En Cartagena de Indias (Colombia) también tiene su reconocimiento, por la defensa que hizo de la ciudad. Hasta 1965 un petrolero de la clase Mettawee llevaba su nombre: el ARC Blas de Lezo (BT-62). Además, a petición del propio Almirante español, se colocó en Cartagena de Indias una placa conmemorativa por la victoria frente a los ingleses.  Ahora, con ésta estatua situada en Madrid, se da un paso más en el reconocimiento de uno de los héroes de la historia de España, invicto durante toda su vida militar y capaz de frenar a la mayor flota inglesa a pesar de estar cojo, tuerto y manco.

Su vida

Blas de Lezo nació Guipúzcoa en 1689. Hijo de marinos, fue enviado a Francia a estudiar. En 1700 estalló la Guerra de Sucesión española, en la que Francia y España fueron aliadas. Gracias al intercambio de oficiales entre ambos países, Blas de Lezo, con apenas 12 años, se embarca en la escuadra francesa como guardiamarina al servicio del conde de Toulouse, Luis Alejandro de Borbón.

Durante la guerra perdería una pierna, un ojo y un brazo, y por ello terminaría siendo conocido como el Mediohombre o Almirante Patapalo. La pierna izquierda la perdió tras recibir una bala de cañón, sin más opción que la amputación por debajo de la rodilla. Su valor y determinación tanto en batalla como a la hora de la amputación le valieron el reconocimiento dentro del ejército.

El ojo izquierdo fue consecuencia de una esquirla que le saltó por el impacto de otra bala de cañón en la fortaleza que defendía, y que le provocó la perdida total de visión. Finalmente, en 1714, cuando la guerra ya finalizaba, recibió un balazo en el brazo derecho en Cataluña, con tan sólo 25 años.

Con 34 años fue nombrado General de la Armada y su primer cometido fue convertir la flota a su cargo en operativa, pues su estado era bastante precario. Con acciones como esta, Blas de Lezo demostró no ser sólo un buen soldado, sino también un gran estratega puesto que las defensas que preparo de antemano en Cartagena de Indias fueron clave para la resistencia española.

En 1734 fue nombrado Teniente General, y en 1737 llegó a Cartagena de Indias, punto clave para el comercio con América y por lo tanto enclave codiciado por todas las potencias navales, según el pequeño documental elaborado por el Museo Naval de Madrid.

La guerra

Inglaterra, que antes de la Guerra de Sucesión gozaba de muchos privilegios en el comercio con las américas, sufrió la merma de estos cuando salió como perdedora de la guerra. Además, la muerte de 4.000 soldados británicos por las enfermedades del escorbuto y de la fiebre amarilla durante el asedio de Portobelo (mientras España asediaba Gibraltar) durante la guerra angloespañola de 1727-1729, provocó que el resentimiento contra España en Gran Bretaña no parase de crecer.

Desde la Cámara de los Comunes, el capitán Edward Vernon aseguró que podía tomar Portobelo con tan sólo seis barcos, y fue elegido para ello tras declararse la guerra contra España Vernon cumplió su promesa y tomó Portobelo con seis barcos en apenas dos horas en 1739. En 1741, tras haber incrementado su flota, Vernon se dirige a Cartagena de Indias con 186 navíos y 23.600 combatientes, la mayor flota desplegada por Gran Bretaña en su historia hasta el ese momento.

Blas de Lezo contaba para sus defensas con seis navíos, 3.000 hombres y 600 indios flecheros. Pero el Almirante español consiguió vencer contra todo pronóstico en clara desventaja a la armada británica. 

La moneda conmemorativa La moneda conmemorativa

La moneda conmemorativa

La derrota fue más dolorosa todavía para Gran Bretaña en cuanto Vernon había anunciado antes de tiempo su victoria y en Inglaterra ya se habían acuñado monedas para conmemorar la fecha. La leyenda era "El orgullo español humillado por el admirante Vernon". Los humillados fueron los británicos, y por ende, Gran Bretaña ocultó la derrota lo mejor que pudo. Para disimular la deshonra se enterró al Almirante Edward Vernon en la Abadía de Westminster (reservada a personajes ilustres), con el epitafio "y en Cartagena conquistó hasta donde la fuerza naval pudo llevar la victoria".

Blas de Lezo, uno de los mayores héroes de la historia de España, invicto en todas las batallas que libró, murió meses después de la batalla en Cartagena de Indias por la peste generada de todos los cuerpos insepultos.

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