España

Largas colas y certificado laboral

  • Cataluña enseña el fondo de la marmita, los partidos rebañan los votos.

Colas en los centros electorales en el Paseo de Gracia

Paciencia. El tiempo medio de espera para votar en la escuela Universo, en el barrio de Gracia de Barcelona, superó la media hora. La afluencia de los catalanes a las urnas fue masiva, como nunca. Antes de abrir los colegios ya había gente haciendo cola en la calle, pero el trámite del voto se retrasó porque muchos electores solicitaron un justificante para presentar en el centro de trabajo. No es la primera vez que Cataluña vota en un día laboral. Lo hizo, por ejemplo, en las primeras autonómicas de la Transición, en 1980, cuando Jordi Pujol ganó los comicios y abrió un amplio ciclo nacionalista en esta comunidad. La mayor participación se dio, sin embargo, en unas generales, en 1982, cuando votó el 81% de los censados, y lo hicieron masivamente a favor de Felipe González.

Cataluña ha mostrado el fondo de la marmita, pocos censados se quedaron sin rebañar. Con un 80% de participación, la fotografía real de esta comunidad es plural. La jornada transcurrió con absoluta normalidad, aunque algunos bulos se hicieron correr por la red. Por ejemplo, se dijo que no había censo en los colegios. Y los hubo, sólo faltó una copia en uno de ellos y fue repuesto de modo inmediato. En principio, también se dijo que no se iban a dejar mostrar reclamos electorales dentro de los colegios, como los lazos amarillos que recuerdan a los dirigentes presos, pero la prohibición sólo afectó a los miembros de las mesas. Marta Rovira, la secretaria general de ERC, llegó al colegio con su recuerdo amarillo. Y todos los ex consejeros que pudieron votar.

Largas colas en las aperturas de los colegios electorales catalanes

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, siempre tan trágica, declaró que la jornada era de alta tensión. Alta tensión porque son unas elecciones convocadas por el Gobierno central, según la regidora, aunque el ambiente en su ciudad es bastante más relajado que hace dos meses, las banderas han ido desapareciendo de los balcones, donde ahora se ven tantas españolas como esteladas.

No obstante, es cierto que los candidatos de dos de los partidos más importantes hasta ahora, ERC y Juntos por Cataluña, Oriol Junqueras y Carles Puigdemont no fueron a votar a sus colegios. El primero está en prisión y el segundo, en Bruselas, donde comparte fuga con otros cuatro candidatos a parlamentarios. Junqueras recordó que el 21-D de hace cuatro años se casó con su esposa y Puigdemont envió a una chica de 18 años a votar por él en un colegio de Lérida. Bueno, eso fue lo que dijo, porque ella votó por ella.

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