Francisco Javier montoro García, Naturalista

"Tenemos tendencia a ser salvajes con los animales"

"Tenemos tendencia a ser salvajes con los animales"

"Tenemos tendencia a ser salvajes con los animales" / álex cámara

Una historia de Altos vuelos. Largas jornadas de vigilancia permitieron a Francisco Montoro conseguir "las únicas" imágenes de las dos primeras parejas de quebrantahuesos que anidan fuera de los Pirineos, en la sierra de Segura, Cazorla y las Villas. Desde 2006 se trabaja en la reintroducción de esa especie. Esos vídeos, que se pueden ver a través de las redes sociales, "documentan en imágenes la vuelta de esa especie en Andalucía". También promovió la reintroducción del halcón peregrino en Granada a través del Proyecto Halcón Granada. Con ayuda de voluntarios, se liberaron trece ejemplares entre 2011 y 2013

-Para usted fue clave la influencia de Félix Rodríguez de la Fuente. ¿Falta una figura así en la actualidad?

-Por supuesto. Dejó un vacío impresionante. Se ha hecho mucho por proteger la naturaleza, por divulgar. Incluso se han hecho cosas mejor que las que hizo Félix, pero en esta sociedad, si no hay una voz que enganche, como la que tenía Félix, es muy difícil que la gente preste la atención que ponía cuando hablaba él.

Me preguntan para qué sirve un halcón, un lobo... Yo les devuelvo la pregunta ¿y tú, para qué sirves?"

-Usted cuenta que, hace años, llegó a cruzarse con la Guardia Civil llevando un ave salvaje. Aparte de la curiosidad, no le pusieron ningún problema. Esto es algo hoy impensable...

-Ahora hay mucho más control.

-Y eso es positivo...

-Es positivo en muchos casos. En otros creo que hay demasiado celo... pero no me quejo. Hace 30 años te veía la Guardia Civil con el pájaro en el puño y te preguntaban que qué era aquello. Se lo explicabas, le contabas que íbamos a curarlo para que recobrara la salud. Te felicitaban y se iban tan tranquilos.

-Pero ese celo es necesario...

-Necesitamos un control porque por desgracia los seres humanos en el tema de protección de la naturaleza nos queda bastante por aprender, tenemos cierta tendencia a ser bastante salvajes con los animales.

-¿A qué se debe ese déficit en la protección de la naturaleza?

-Creo que hay varios motivos. Uno de ellos es que nos hemos alejado de la naturaleza. Vivimos en una cultura virtual, de cosas que no existen en la realidad. Y lo que es real, lo que te aporta vida, queda en un segundo plano. Incluso la gente que dice que le gusta la montaña es muy frecuente que dejen basura o que vayan, miren el cielo y se pongan con el móvil... Soy muy pesimista. Las nuevas generaciones están muy enfocadas en lo virtual. Algunos intentamos cambiar esa tendencia.

-¿Vivir en un entorno urbano puede explicar esa falta de apego?

-La gente del campo tiene una tendencia a ser demasiado utilitaria. A mí me preguntan para qué sirve un halcón, para qué sirve un quebrantahuesos, para qué sirve un lobo... Yo les devuelvo la pregunta. ¿Y tú para qué sirves? Un halcón, un lobo, hasta una avispa, ocupan un lugar, merecen vivir. No nos estorban. Lo que creo que pasa es que la gente del campo se ha convertido en muy utilitaria. Si me estorba algo, lo quito de en medio. El conflicto con el lobo es clarísimo. Donde hay lobo, se pone veneno. Vamos a intentar medios de convivencia, que los hay.

-Las personas que, como usted, están muy vinculados con la conservación tienen que arrastrar la etiqueta de inmovilista, de ir contra el desarrollo...

-Sí. Yo no soy animalista, pero sí soy ecologista. No estamos en contra del desarrollo. No estamos en contra de la convivencia de los seres humanos con la naturaleza. No nos queda otra. Nosotros no somos imprescindibles para la naturaleza, pero ella sí lo es para nosotros. Y no nos damos cuenta...

-¿Otro de los problemas de la conservación es que edulcoramos demasiado la vida salvaje? A veces parece que se habla de peluches en lugar de animales...

-Dar una imagen dulce ayuda a venderlo.

-¿Puede que esto no ayude cuando se trate de conservar? Los animales salvajes no hacen lo que nosotros queremos ni siguen los planes que trazan los especialistas...

-Me ha pasado con el proyecto de reintroducción de los halcones en Granada. El halcón es libre. La gente no entendía que eran libres. No se entendía que el objetivo era coger aves que tenían como destino vivir con un cetrero para que fueran liberadas. Esa grandeza no se entendía. Incluso me preguntaban si cogía los pollitos y los vendía. Continuamente se ponía en cuestión dónde estaba la utilidad del proyecto. La utilidad era, únicamente, que volvieran a embellecer el cielo.

-Por fuerza, los objetivos tienen que ser muy limitados cuando se trabaja con especies salvajes...

-Normalmente se trabaja con un objetivo científico, como puede ocurrir con la reintroducción de quebrantahuesos en Andalucía. Otra cosa es cómo se cuenta, que tiene que ser con transparencia y de tal manera que la sociedad lo entienda. Son dos vías, una cosa es qué hay que hacer y otra cómo lo cuento.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios