María Rosa Jurado | Galerista de arte

“España necesita a un presidente del Gobierno que coleccione arte”

María Rosa Jurado.

María Rosa Jurado. / Malthius

Después de organizar diversas exposiciones en el ámbito digital, a solas o con otras galerías como la sevillana Zunino, María Rosa Jurado decidió abrir su propio espacio para el arte en el municipio malagueño de Torrox con Eldevenir Art Gallery, con la que en menos de un año, a pesar del contexto adverso de la pandemia, ha organizado nueve exposiciones con algunos de los artistas andaluces y españoles más pujantes y ha participado en varias ferias internacionales. Actualmente, y hasta el 30 de octubre, Eldevenir acoge la exposición Amazing fantasies, con obras de José Antonio Vallejo y Jonathan Notario.

-Su galería Eldevenir abrió en diciembre de 2020, en plena pandemia. ¿Estaba segura de que era el mejor momento para algo así?

-Digamos que el contexto no complicó excesivamente la apertura, salvo por el hecho de que queríamos inaugurar en septiembre y la pandemia nos obligó a retrasar la reforma del espacio y abrir en diciembre. Pero sí que, de alguna forma, hice el camino inverso: en un momento en que las galerías afrontaban la reconversión digital, yo, que venía justamente de trabajar en ese ámbito, decidí dar el salto a una sede física.

-¿Fue muy difícil encontrar a los artistas idóneos?

-Tuve la suerte de contar desde el principio con artistas andaluces pero de una amplia proyección nacional e internacional, como Simón Zabell y Jesús Zurita. Por su propia convicción personal, estos artistas trabajan a menudo con artistas y galeristas jóvenes. De hecho, han impulsado una red muy interesante de creación joven en Granada. Cuando les planteé la posibilidad de trabajar en la galería, aceptaron de inmediato. Y, con ellos, el proyecto ganó en rigor y autoridad desde el primer día.

-¿Se ha resentido mucho el coleccionismo de arte a cuenta del coronavirus?

-En España, sí. En otros países se ha mantenido la actividad, más o menos, pero aquí, durante unos meses, se paró todo. Ahora que parece que hay cierta vuelta a la normalidad tengo la impresión de que el público tiene ganas de volver a las galerías para ver y conocer, pero en lo que se refiere a comprar se ha vuelto más exigente. Las decisiones son ahora mucho más meditadas. Y eso que el comprador español es ya de por sí bastante exigente.

-Lo que seguro se traduce en más trabajo de convicción para las galerías.

-Desde luego. Hay que hacer un trabajo de documentación mucho mayor. Los catálogos, las trayectorias, todo debe quedar expuesto de la manera más clara y atractiva. Si en el mundo del arte contemporáneo el discurso es importante, en España lo es especialmente.

-Eldevenir apuesta sobre todo por artistas de la nueva figuración. ¿Qué ventajas presenta la misma frente a la abstracción, resulta de entrada más atractiva a los compradores?

-Depende. Es difícil precisar estos términos, pero podemos decir que la abstracción puede ser más fácil de vender, en un principio, porque de entrada resulta más decorativa. Ahora bien, que te cuenten una historia, algo que es mucho más fácil con la figuración, siempre te enriquece y te hace sentir lleno. Digamos que cada registro tiene sus ventajas y sus inconvenientes a la hora de trabajar en una galería.

"El coleccionista español, que ya era exigente, medita mucho más sus compras tras la pandemia"

-A pesar de su corta trayectoria, su galería ha participado ya en varias ferias internacionales. ¿Qué previsión baraja a medio plazo?

-Esto de las galerías funciona un poco como los gimnasios. Cuando te apuntas a un gimnasio ya sabes de antemano que durar ahí más de dos meses será complicado. Cuando abres una galería, lo más probable, por una cuestión estadística, es que la cierres antes de dos años. Así que de momento estoy muy contenta por llegar a nuestro segundo año con varios proyectos muy interesantes. Hasta ahora hemos organizado nueve exposiciones y hemos participado en siete ferias. Poder crecer a partir de aquí es algo muy satisfactorio.

-¿Cómo ha resultado la experiencia de abrir su galería en Torrox, lejos de los principales focos de atracción urbanos del arte?

-Cuando decidí dar el salto desde lo digital y abrir un espacio propio, me parecía interesante contribuir a descentralizar el mundo del arte. Vivir esta aventura en Torrox está siendo muy gratificante: la acogida ha sido estupenda, y algunos que llevan más de treinta años veraneando en la Costa del Sol han venido al pueblo por primera vez para ver la galería.

-En materia de artes plásticas, la mayor atención de las instituciones públicas va dirigida a los museos. ¿Echa usted de menos algo de cariño para las galerías?

-Sí. Se pueden hacer muchas cosas para dar oxígeno a las galerías y estimular el coleccionismo. Hay ciudades como Sevilla que, a nivel municipal, conceden ayudas a galerías de arte y librerías. Pero en otras ciudades, y a nivel autonómico, se deberían adoptar medidas concretas.

-¿Y en materia fiscal?

-Siempre digo que España necesita un presidente del Gobierno que sea coleccionista de arte, porque seguramente así tendría una perspectiva real de la situación. La compra de arte tiene en España una carga impositiva notable, mientras que en otros países europeos el IVA del sector es cero. Eso quiere decir que hay muchos coleccionistas españoles que compran sus obras en Holanda o en Francia, pero no en España. También sería imprescindible que saliera adelante de una vez una ley de mecenazgo. Ha habido particulares que han querido ayudar a mi galería económicamente, pero es tal el entramado burocrático que han desistido.

-¿Serán muy distintas las galerías de arte en un futuro inmediato?

-El arte digital está influyendo mucho. Pero, aunque sea vulnerable, la pintura será siempre protagonista.

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