Jan Pettersen | Propietario de Bodegas Rey Fernando de Castilla

"El jerez no puede vivir solo del consumidor de más de 60 años"

Jan Pettersen con una copa de jerez en su bodega Rey Fernando de Castilla

Jan Pettersen con una copa de jerez en su bodega Rey Fernando de Castilla / Miguel Ángel González

–¿Qué hace un noruego en Jerez y, en concreto, en el sector del vino de Jerez?

–Llegué aquí un poco por casualidad en el año 83. Hice un Master en dirección de empresas en Barcelona y Osborne vino a reclutar gente para su división internacional y me contrataron. Fue una experiencia muy buena y durante este tiempo me enamoré del jerez, de su historia y de los vinos tan singulares y únicos de esta zona. En 1999 se me presentó la oportunidad de comprar una pequeña bodega en Jerez y mi labor en estos 23 años ha sido convertirla en una empresa relevante dentro del sector de los vinos y brandies de alta gama.

–Esa casualidad le cambió la vida.

–Por completo. Rey Fernando de Castilla es el proyecto de mi vida y creo que hemos contribuido de forma decisiva a lo que está pasando ahora, al gran interés que hay por los vinos tradicionales de alta gama, los vinos históricos como los grandes amontillados, olorosos, también los Pedro Ximénez, los que más han crecido en los últimos años. Es muy importante para el sector tener grandes vinos que capten el interés de los formadores de opinión, periodistas especializados, sumilleres de grandes restaurantes del mundo... Jerez necesitaba ese motor, como en Burdeos, donde hay una docena de châteaus que tienen los mejores vinos del mundo y de cuya imagen viven el resto de vinos franceses.

–Desde la perspectiva de una bodega pegada a la línea más tradicional, ¿cómo se ve el debate actual entre el viejo y el nuevo jerez?

–Creo que una región vinícola tiene que estar viva. A lo mejor hay proyectos a los que no veo el encaje, pero también se está experimentado, por ejemplo, con la evolución de vinos blancos con uva palomino sometidos a cortos periodos de crianza bajo velo de flor, que me parece interesantísimo. Pero sobre todo, lo más importante es que hay gente joven que ha llegado al sector y está haciendo cosas buenas, abriéndose a otras zonas limítrofes...

–Y también a consumidores más jóvenes

–También. No podemos vivir sólo del consumidor de más de sesenta años.

–¿Piensa explorar ese campo o va a seguir en la línea clásica?

–Nuestra posición no deja de ser la de un elaborador clásico, pero hace unos años lanzamos al mercado unos vermuts basados en vinos de Jerez y nuestro siguiente proyecto es hacer un vino blanco sin encabezado de alcohol, fermentado en barrica y con una crianza bajo velo de flor de entre 6 y 10 meses. La intención es arrancar con la cosecha de este año y lo hacemos en parte porque nuestros distribuidores, tanto en España como en países de fuera, nos están pidiendo que hagamos un blanco con personalidad y con una nueva expresión de la palomino.

"Creo que una región vinícola tiene que estar viva y en jerez se están haciendo cosas muy interesantes”

–Fernando de Castilla siempre ha mantenido los precios altos frente a los precios irrisorios a los que se vende el jerez. ¿Cuál es el secreto?

–Desde el primer día teníamos claro que hacían falta bodegas con unos vinos superiores... Hace veintitantos años había mucho vino mediocre que se exportaba a Inglaterra y al norte de Europa. Nosotros no queríamos saber nada de todo esto y salimos al mercado con los vinos ‘Antique’, que están entre los vinos más premiados del sector del jerez y me atrevo a decir que entre los más galardonados de España. Luego lanzamos la gama clásica, unos vinos excelentes y de una gran calidad que tienen un precio por encima de lo que venden las grandes bodegas. Y esa gama también ha tenido mucho éxito.

–¿Le han puesto muchas zancadillas en el sector?

–Curiosamente, no. Soy un chico de Oslo que vino aquí sin ningún vínculo con el sector, pero no he tenido problemas de ningún tipo. Nadie me considera un foráneo pese a que soy el único vocal del consejo del Brandy de Jerez que no tiene pasaporte español. El sector, en general, tiene buen ambiente y tengo muchos amigos que me han ayudado.

–No sólo ha logrado salir indemne de la pandemia sino que ha mejorado sus resultados.

–En marzo de 2020, cuando explotó la pandemia y se cerró todo, tuve mucho miedo y empezamos a preparar un ERTE, pero lo archivamos porque marzo de 2020 fue el mejor mes de la historia de la empresa en ventas, y de hecho, todo el 2020 fue un año récord para la bodega, que incluso contrató personal. ¿Qué bodeguero en España ha contratado personal fijo en marzo-abril de 2020?. En 2021 también hemos crecido un 21%, sobre todo en los vinos de más precio, de alta gama, y en 2022 seguimos el mismo camino.

–¿Cómo lo ha conseguido?

–En la crisis financiera de 2008 vendíamos el 70% de la producción en España y sólo El Corte Inglés representaba el 25%. Tuvimos un bache importante, pero esta vez nos ha cogido financieramente muy saneados y muy diversificados en mercados. Ahora no tengo ningún cliente que suponga más del 10% de la facturación, exportamos a 50 países y aunque unos han caído otros han subido.

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