Antonio de la Torre. Actor

“El gol de Maceda a Alemania fue como ‘La guerra de los mundos”

  • Hijo de un agente de Aduanas, este malagueño cruza fronteras de oficios y géneros. Con un Goya, pidió excedencia en Canal Sur y en octubre empieza los ensayos de `La taberna fantástica' de Alfonso Sastre con el Centro Dramático Nacional. El doctor Escribano, médico del Sevilla y del Tottenham, le asesoró para poner los 30 kilos de más por exigencias del guión de la película `Gordos'. Vivió el arranque de España en la Eurocopa.

Acaba de terminar la segunda fase del rodaje de Gordos, de Daniel Sánchez Arévalo, que lo dirigió en Azul oscuro casi negro con la que Antonio de la Torre (Málaga, 1968) ganó el Goya. En octubre debutará en teatro con La taberna fantástica de Alfonso Sastre. Es periodista en excedencia. 

Azul oscuro casi negro. Parece España antes de jugar con Italia... 

Vi en el campo los partidos contra Suecia y Grecia. Cuando Italia le ganó a Francia, me jugué una cena a que Italia nos eliminaba. Cuando ganamos en los penalties, pagué la cena a mis  cinco compañeros de expedición. Menos mal que estoy adelgazando.

España-Alemania en la final. ¿Qué le dice? 

La primera vez que lloré en mi vida fue en el Mundial 82, cuando perdimos con Alemania. Yo tenía 14 años. En el 84, cuando el gol de Maceda a Alemania, estaba en un bar de Málaga que se llama En la esquinita te espero. No lo vimos porque se fue la señal en Guadalcanal. La tele era como un invento que se estropeaba, como ahora pasa con internet. Ese gol fue como La guerra de los mundos

¿Cuántos kilos ha puesto por exigencia del guión? 

Treinta kilos. Soy el actor con más caché del cine español. Me lo está controlando Antonio Escribano, el médico del Sevilla, Tottenham, Getafe y Zaragoza. 

La dieta soñada... 

Vivimos en una sociedad del exceso y la abundancia, donde por ochocientos millones de personas que pasan hambre hay más de mil millones de gordos. 

¿El Goya le dio contratos?

 No sé. Eso te puede servir como mucho dos años. A partir de ahí, como dice Caparrós, partido a partido. 

¿Cómo llegó al teatro? 

Me va a dirigir Gerardo Malla.Soy muy amigo de su hijo Miguel, hermano de Coque, el de los Ronaldos. 

 ¿Del cine al teatro es un salto en el vacío? 

Es un reto. Otro método. En cine puedes rodar el final y después el principio.  Como leer Rayuela...  Soy un inculto. Esa novela me la recomendaron, creo incluso que me la regalaron. No la he leído. 

¿Qué libro está leyendo? 

El tiempo amarillo,de Fernando Fernán Gómez. Cuenta que en su estreno teatral tenía que decir tres frases y no dijo ninguna.  

¿Ya no quedan maestros? 

Igual que no hay certezas absolutas, no hay maestros absolutos. Igual un maestro es el que hace algo nuevo, no el que lleva toda la vida haciendo lo mismo. 

¿Hizo alguna vez de periodista? 

En mi primera película, en la que se me oye pero no se me ve, soy un periodista que le pregunta algo a Gabino Diego y Ariadna Gil, que están en la cama. Y en mi segunda película se me ve, pero no se me oye porque me doblaron. 

¿Qué ha aprendido? 

Que saber implica cierto prejucio. Siempre he sido un periodista indocumentado. Yo creo que las mejores preguntas a Luis Aragonés y a Rajoy se las hacen los niños. A mí me gustaría que me preguntaran de política o por el cambio climático, pero entiendo que sólo soy un actor. 

¿Y que le pregunten si es un chico Almodóvar? 

Fue una experiencia maravillosa, un galón en mi currículum. 

Como malagueño, ¿qué le parece la escalada de sospechas: antes Marbella y ahora Estepona? 

Vi una fotografía vía satélite de la Costa del Sol y en el primer kilómetro de franja de costa más del 50% es cemento. Detesto la fiebre del ladrillo, la cultura del dinero fácil. Las cosas que merecen la pena son las que se consiguen con esfuerzo. Hay una idea temerosa de Dios que tenemos los españoles de que hay que comprarse una casa. Por esa cultura de la propiedad, tememos morir nos sin nuestro panteón. 

¿Es tan malaguista como Antonio Banderas? 

Yo lo soy. El partido del ascenso del Málaga lo vi por internet en un hotel de Függen, cerca de Insbruck. 

¿El Goya visitó el museo Picasso? 

Me importa más la personalidad del artista y me da vértigo esa fuerza atormentada. Me gustaría ser un genio, pero está claro que no lo soy porque estoy atormentado lo justo. 

¿Mantiene el contacto con Santiago Segura, su director en Torrente?

 Nos llamamos muy a menudo. Es un gran amigo. Me dejó ropa cuando he tenido que engordar. Se me puso la cara de una peseta.

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