Entrevistas

"Ya en 1812 las chicas eran guerreras, aunque no se les reconocía"

-Las gaditanas se hacían tirabuzones con las bombas que tiraban los fanfarrones franceses. ¿Ya entonces las chicas eran guerreras?

-Bueno, ya eran guerreras aunque no se les reconocía. Hay que rascar en los libros de Historia porque en ninguno se cuenta nada, y la verdadera participación de la mujer en la Constitución del 12 hay que encontrarla en estudios de personas con sensibilidad que han querido indagar en la historia no oficial.

-¿Quiénes son ahora los fanfarrones de Cádiz?

-Todos aquellos que son incapaces de pensar que el futuro pasa por construir y no por el lamento. Es que hay mucho derrotismo en Cádiz. Se diría que los gaditanos no confiamos en nuestras posibilidades y toda la capacidad creadora la ponemos en una vertiente demasiado artística. Para mí los fanfarrones ahora son los inmovilistas.

-Entonces, esta vez el enemigo no está fuera de las murallas.

-No, lo tenemos dentro. Son esos que no ven que este tren es el último que pasa por Cádiz en mucho tiempo y que hay que cogerlo.

-¿Por qué cree usted que van a venir a ver cómo celebramos una Constitución?

-Primero, porque se le van a facilitar los caminos para que vengan, y segundo porque va a haber, aparte de una presencia institucional fuerte, que nos va a situar en el mapa, grandes espectáculos, manifestaciones artísticas y turísticas que van a hacer que venir aquí sea una cita obligada en esas fechas.

-¿Están los tiempos para festejar una cosa que ocurrió en 1812?

-¡Sí! El dinero se tiene que mover, el que se guarda en un cajón es improductivo. Hay mucha gente que puede vivir de todo lo que se va a organizar. Más lo que va a quedar.

-¿Todavía hay que andar pidiendo cuotas de poder?

-¡Sí, sí! Ha sido importantísimo. Y mantenerlas para siempre. No pasa nada.

-¿En qué se diferencia usted mandando de un hombre que estuviera en su puesto?

-No, no hay una diferencia de mandar clara. A lo mejor, como siempre el poder ha sido masculino, hay una tendencia en muchas mujeres a emular esa forma de poder. Lo que sí es verdad es que ejerciendo el poder es como se ve lo que hay dentro de una persona.

-En sus niveles de mando, ¿se lleva mejor con hombres o con mujeres?

-No lo había pensado nunca, pero no tengo problemas con ninguno. No soy de las que demonizan al sexo contrario.

-¿Pero se lleva mejor con Luis Pizarro, actual presidente del Consorcio que con el anterior, Gaspar Zarrías?

-Ja, ja. No. Lo que pasa es que el primero es gaditano y siempre hay más afinidad. A mí lo que me preocupa es que parece que estaba todo el mundo deseando que se fuera Gaspar, que fue un buen presidente del Consorcio, con todo el trabajo que tenía en la Junta .

- A lo mejor, demasiado.

-Es que cuando se pensó el Consorcio no se pensó que esto exigía un full time de dedicación.

-¿Qué va a hacer cuando llegue 2013?

-Dormir ¿no? Bueno, en 2013 hay que liquidar el Consorcio, que no será ninguna tontería, y espero sentirme satisfecha porque esto haya sido bueno para Cádiz, y que lo siga siendo...

-Yo hablaba de sus planes personales.

-Pues no he pensado en el 2013 todavía. Pienso demasiado en la gestión de esto, todos los días, en esta especie de rayo de luz que sin duda ha supuesto la llegada de Luis Pizarro, que es como si todo el mundo viera esto con otros ojos ahora.

-¿Se lleva mejor con Teófila o con Manuel de Bernardo (alcalde de San Fernando)?

-Hombre, me llevo mejor con Manolo de Bernardo...

-¿Porque es hombre?

-No, qué va, no, ja, ja. Es que Teófila es una mujer que no... Vamos, que es comunicativa, pero... Realmente... no tiene la forma de relacionarse gaditana... Para irse de juerga no es, y Manolo sí gusta más de la conversación... Se abstrae de su condición del alcalde. Pero a Teófila no la veo capaz de dejar de ser alcaldesa diez minutos.

-Alguna vez se dijo que usted podría disputarle la alcaldía.

-Sí, se ha dicho, pero nunca se me ha propuesto, y yo ahora mismo debo llevarme bien con todos. Además, yo no me veo de alcaldesa, ni capaz de soportar ese 24 horas de alcaldía. Hay algo importantísimo, y es que tú puedas pasear por la calle con tus hijos y que no crezcan estigmatizados por ser hijo de la alcaldesa. Eso condiciona demasiado la vida de tu familia.

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