Patricia rosales. Diseñadora de zapatos de lujo

"Medir el pie de Madonna es como hacerlo con cualquier otra persona"

Patricia Rosales.

Patricia Rosales. / J. Alonso

-¿Cómo comienza ese idilio con los zapatos?

-Los zapatos me habían gustado desde pequeña. Cuando tocó la hora de estudiar, mi padre me dijo que la moda no era una carrera profesional y por eso hice Economía. Me aventuré en el mundo empresarial con la Escuela de Moda. Cuando ya estuvo funcionando, avivó de nuevo la llama de los zapatos y decidí probar suerte. Empecé a aprender el oficio de zapatero y a raíz de ahí hice unas primeras muestras. Estando en Arabia Saudí empezaron a hacerme pedidos; fue cuando me pude encauzar un poco y saber a qué mercado me iba a dedicar.

Voy de palacio en palacio y con la agenda programada, aunque nunca sabes a la hora que vas a terminar"

-¿Cómo se accede al mercado de Arabia Saudí?

-Tenía una amiga que era princesa saudí, nuera del rey Fahd. Le enseñé los primeros modelos y se los llevó para que los viesen sus cuñadas. A la semana, me dijeron que fuera allí para diseñarles de forma personalizada. Cuando me fui a Alicante a aprender el oficio, no sabía a lo que me iba a dedicar. Quería ver qué podía hacer dentro del mundo del calzado, cómo se hacía un zapato, pero no sabía si iba a poner una marca, a dedicarme a la alta costura en el calzado, a hacer esas piezas únicas... Fueron las circunstancias y el saber adaptarme a lo que demandaban esas primeras clientas.

-Sería un shock que, de repente, le llamaran para trabajar en un palacio árabe.

-Claro, estás en un momento en el que no te lo crees, pero te avientas y pruebas suerte. Vas allí para ver qué es lo que necesitan y era la primera vez que les diseñaban por ordenador. Todavía no tenía ni el nombre de la marca.

-¿Cómo se trabaja en los palacios árabes?

-Voy de palacio en palacio y con la agenda programada, una visita por la mañana y otra por la tarde. Todo queda en familia, y después te dicen que tienes que ir a otro. Nunca sabes a la hora que vas a terminar. La madre, las hijas, la prima...

-¿Cómo prepara el viaje hacia aquellos países?

-Viajo con dos personas más que se encargan de los tejidos, materiales... Ayudan a tomar las medidas del pie, entretienen a las otras mujeres mientras tú estás atendiendo a otra. Son clientas encantadoras. Es más exigente otro tipo de clienta sin tanto poder adquisitivo. En España es donde menos trabajo, no me es rentable. La clienta también es distinta, te marea mucho y las celebrities intentan conseguirlo a coste cero, pero no puedes estar prestando el calzado porque se estropea. Principalmente, estoy en Emiratos Árabes, Qatar, Francia... París es un buen punto de encuentro

-Y, actualmente, está dedicada y volcada en el diseño de zapatos de lujo.

-Soy la única diseñadora que hace zapatos a medida para mujer. Hago la horma, el tacón y absolutamente todo lo que quieran, además de poder vender un diseño exclusivo.

-¿Cuáles son las ventajas que tienen sus zapatos?

-Realmente la clienta me transmite lo que quiere. Le creo cualquier tipo de tacón, plataforma, siempre y cuando técnicamente sea funcional. Hace poco estuve en México. Allí había una clienta que le gustaba ponerse mucho tacón, pero tenía un problema en el pie y le dije cómo tenía que ser su calzado para que fuera cómodo.

-¿Y si no le gusta?

-Si estéticamente no lo veo acorde a mi estilo, disfrazo un poco lo que les digo hasta que les llevo a mi terreno.

-¿Qué no diseñaría?

-Zapatos que sean muy bastos y que no tengan nada que ver con la marca, que no estén estilizados. Hace un tiempo hubiera dicho que deportivas. ¡Me parecen tan feas! Hace poco tuve que hacer un viaje y las utilicé porque tuve que andar por piedras. Verme los pies tan feos con zapatillas de deporte me dio por pensar para ponerlas más lujosas.

-¿Cómo lo haría?

-Se pueden hacer mucho más elegante, como si fuera un zapato, pero con tejido deportivo. No sé caminar con deportivas.

-Trabaja con nombres mundialmente conocidos.

-Madonna, Lady Gaga, Laetitia Casta, Beyoncé, Marion Cotillard, princesas árabes, público ruso... Cuando trabajas con las celebrities es diferente. Coges la medida del pie y luego se encargan las estilistas de pedirte el zapato para un tipo de videoclip, un encuentro...

-¿Cómo es el momento de medir el pie de Madonna?

-Como con cualquier otra persona. Para el zapato a medida tienes que coger las medidas del pie. Estás centrada en hacer bien tu trabajo y en no cometer ningún fallo. Quiero que todos los clientes se queden contentos y vayan cómodos.

-¿Hay mercado?

-Tengo aproximadamente 40 clientas fijas. No me permite en muchos casos ampliar la cartera de clientes porque mi tiempo es limitado. Muchas que son de fuera, en vez de pedirme para la temporada, lo hacen para todo el año.

-¿Sigue las tendencias?

-No suelo seguirlas, la marca es atemporal. Creo que he utilizado casi todos los colores, aunque el que menos me atrae es el naranja.

-¿Para cuándo otra línea de Patricia Rosales que se pueda adquirir en tiendas?

-El paso de salir al mercado en general, en tiendas, hay que darlo. Será en un año o dos. Tendrá una bajada de precios para llegar a más público. No sé si con el tiempo cambiará la idea, pero lo que no haría es un zapato de calle, sino colecciones de zapatos de novia y fiesta.

-¿A qué hombres le has diseñado algún zapato?

-A Jorge Mendes, Cristiano Ronaldo... A los jeques árabes lo que les hice era calzado para ir al desierto. Son botas de piel. Me dieron unas con las que suelen ir y, a partir de ahí, hice el diseño.

-¿Ampliará el mercado al sector masculino?

-Por el momento, no. Estéticamente no es un zapato que me motive. Si creara una colección para hombre sería más clásica, no tengo la inspiración para hombre.

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