Mariano Barroso | Presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas Españolas

"Lo que antes era costumbrismo, hoy es ciencia ficción"

Mariano Barroso, director, guionista y presidente de la Academia de Cine.

Mariano Barroso, director, guionista y presidente de la Academia de Cine. / Julio González

Mariano Barroso (San Justo Desvern, Barcelona, 1959) tiene muy claro que “no es sólo el sector del cine o el de la cultura” sino “todo el conjunto de la sociedad” quien ha sido vapuleado por una situación excepcional y que “al igual que cuando vienen bien dadas nos beneficiamos todos”, toca, arrimar el hombro. “Al sector no nos gusta pedir”, dice el presidente de la Academia de Cine y ganador de tres Goya que prefiere implicarse y que en una situación como ésta la industria del cine español “se ponga el servicio de la sociedad”.

–¿La situación del cine español en este contexto de pandemia es una película de terror, de ciencia ficción o de suspense?

–De suspense, ¿no? Es una película llena de tensión, de incertidumbre y que no se sabe cómo va a acabar. Son los ingredientes ideales para una película, pero sólo para una película. En la vida es justo lo que intentamos evitar a toda costa, la incertidumbre.

–¿Dirigiría una película sobre esta situación?

–Cuando se vive algo tan intenso y que nos afecta tanto creo que es necesario dejar que pase el tiempo para tener perspectiva. Creo que ahora es muy difícil contar algo que está pasando, casi un documental sería la película más interesante porque de ciencia ficción... Las cosas han cambiado tanto que la ciencia ficción es tomarse una cerveza en una barra con una amigo...Lo que antes era costumbrismo, hoy es ciencia ficción. Pero hay gente a la que se le da muy bien narrar la inmediatez, yo, en mi caso prefiero la perspectiva.

–Desde luego, le gusta esa perspectiva que da el tiempo. Ahí están sus miniseries ‘La línea invisible’ o ‘El día de mañana’

–Es que el tipo de historia que transcurren en una época pasada te permiten una cosa que a mí me gusta mucho que es estilizar la película, y, al mismo tiempo, mientas estás contando la trama de los personajes puedes estar hablando de otras cosas también, cosas que les afectan a los personajes y a nosotros, los espectadores. La distancia en el tiempo es muy buena para el cine, aporta credibilidad y algo más. Responde a ese querer saber. La gente quiere saber de dónde venimos.

–Pues a todo el mundo no le gusta que se ahonde en el pasado. ¿Tuvo problemas con ‘La línea invisible’? ¿Es un tema (los orígenes de ETA) tabú?

–Sí. Y donde hay un tabú hay una película o una serie pero también estás levantando unas tapaderas que mucha gente prefiere que no se abran. Así que al margen de lo que la serie haya gustado o no, lo que ha habido es todo tipo de reacciones, sobre todo, en los dos extremos que, además, tiene que ver con la negación de la realidad de los hechos que ocurrieron. Pero es que si quieres hacer algo complejo es inevitable chocar contra esto... De todas formas, es que no le puedes gustar a todo el mundo... Ya sabes, la mejor receta para fracasar es intentar gustar a todo el mundo.

–Del presente, del pasado y de, no sé si un futuro distópico o un presente distópico hablan las tres películas españolas candidatas a competir por el Oscar. ¿Ve posibilidades esta edición?

–A mí me parece que los académicos teníamos un buen puñado de películas a las que elegir. Han salido éstas tres, que son tres opciones excelentes y diferentes en género, en lenguaje, en mundos que retratan y cómo lo retratan pero también había otras grandes películas que estaban ahí. ¿Posibilidades? Pues no sé pero creo que cualquiera de las tres pueden tocar los puntos de los diferentes comités que van seleccionando. De todas formas, les quedan todavía varias fases que pasar.

–¿Han concluido los rodajes de todas las películas que habían dado motor antes del confinamiento?

–Hasta donde yo sé, todas las películas que se interrumpieron han terminado los rodajes.

–¿Y hay muchos nuevos rodajes en marcha?

–Sé que se han iniciado muchos rodajes de series por lo que tienen las teles y las plataformas de necesidad de emisión y de un modelo de financiación para el cine y son las películas hechas para salas las que están sufriendo mucho más el golpe por la incertidumbre de la financiación, por el miedo a las salas, por la incertidumbre y las noticias que llegan cada día... Es que la exhibición en salas es muy sensible a los imprevistos y a los cambios. No sabes cómo cambia que llueva una tarde, que llueva mucho, que llueva poco, que se mezclen la lluvia con el frío... Es impresionante. Y ante una situación tan extrema como estamos viviendo la incertidumbre es total y eso está afectando de lleno a las salas.

–Justo por eso, el cine español debe dar un paso adelante para apoyar a las salas, ¿no?

–Y hay bastantes películas españolas que se han estrenado con distinta fortuna y ahí están resistiendo y potenciando y ocupando las pantallas que ahora mismo es lo que en esta especie de estado de emergencia se necesita. Yo creo que el cine español está dando la talla y arriesgando.

–¿Por qué cree que está instalada en la cabeza de mucha gente la idea de que el cine español está subvencionado?

–Yo creo que esa visión corresponde ya a hace bastante tiempo cuando había intereses, y no todos muy bien intencionados, de mostrar así a la industria cuando la realidad es que está menos subvencionada que otras industrias como la del automóvil, que son todos además marcas extrajeras, pero bueno que hablamos al fin y al cabo de generar empleo y de gente que se gana la vida con ello.

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