Entrevistas

"Julio Romero de Torres se puso de moda en la Quinta Avenida"

-Las subastas de Christie's en Nueva York no cumplen las previsiones.

-En épocas de bonanza también han existido subastas que no han cumplido sus expectativas.

-Pero la crisis afecta al arte.

-Algunas instituciones, especialmente en Estados Unidos y Gran Bretaña, confiaron todas las fuentes de sus recursos al nuevo dinero, y están en serios apuros.

-¿De qué nuevo dinero habla?

-De las nuevas fortunas hechas con especulación financiera.

-El MOMA ha recortado un 10% su presupuesto.

-El MOMA no está acostumbrado a este tipo de cosas. Aunque su trayectoria y capacidad seguro que lo defienden de la inactividad.

-¿Las grandes empresas invierten en arte moderno?

-Lo importante es si contribuyen a que el sistema artístico esté vivo y se desarrolle socialmente.

-Eso suena bien.

-El coleccionismo, el patrocinio, el mecenazgo, son opciones más interesantes que la inversión a secas. Bien orientado, el coleccionismo corporativo acaba siendo una magnífica inversión.

-¿Por ejemplo?

-La Colección de Arte Contemporáneo que promovió el presidente de Unión Fenosa, Julián Trincado, un hombre ejemplar. Y que hoy dirige otro hombre ejemplar, el presidente de Técnicas Reunidas, el ex ministro José Lladó, a quien habría que invitar al Foro Joly.

-¿Alguna más?

-Las colecciones que Telefónica hizo de Gris, Tapies y Chillida. Teléfonica puso en el mapa de la historia del arte a Juan Gris. Con su colección, lo situó como una referencia y revalorizó su obra.

-¿La cultura debe tener una gestión privada o pública?

-Pueden complementarse. En algunos grandes conjuntos monumentales andaluces, la gestión de la administración pública ha sido eficiente, sin que el sector privado haya planteado una alternativa.

-¿Dónde?

-Medina Azahara, Itálica; la Alhambra, a pesar de la polémica sobre las entradas; el Museo Picasso.

-La Agencia Federal para las Artes en Estados Unidos dispone de 113 millones de euros anuales; la Consejería de Cultura, de 350 millones.

-Pues tiene poco presupuesto la Consejería de Cultura. Andalucía es un país que tiene la extensión de Irlanda o Austria, y un patrimonio cultural que conservar de primer nivel a pesar de que ninguna ciudad andaluza haya sido en la modernidad capital de un Estado.

-Nuestros museos tienen pocas visitas. ¿Qué les falta?

-La Alhambra de Granada y la Mezquita de Córdoba son dos de los monumentos más visitados de España. Y el Museo Picasso de Málaga, en su escala, también. Aunque a los museos andaluces les falta poner al día sus colecciones.

-¿Comprar obra nueva?

-Comprar fondos de primer nivel. Ningún país desarrollado renuncia a hacerlo. Hay que invertir en infraestructuras, armamento, comunicaciones, educación, sanidad... y también en bienes culturales.

-A veces estas inversiones han sido polémicas.

-Pero al final ha sido rentable invertir en un Thyssen, el Museo Nacional de Cataluña, un Guggenheim, el Marco de Vigo, un IVAM de Valencia o el Picasso de Málaga. Estos centros de arte han cambiado las referencias de los lugares en donde han sido creados.

-¿Mercado o subvención?

-Mercado, subvención, inversión, ayudas, becas, coleccionismo, donaciones, intercambios, daciones. Un amigo mío sostiene que el mundo del arte es como un ecosistema. Hay que proteger la biodiversidad.

-¿Hay muchas vocaciones en España por la Historia del Arte?

-Hay más de 40 universidades y 20 ó 30 alumnos por universidad.

-¿Y buenas condiciones?

-Bueno, he estado dos años dando clases en una aula con goteras. (Risas). Ahora las han arreglado, pero los doce alumnos Erasmus estaban aterrados. Contingencias aparte, quizá las aulas no están del todo preparadas para la enseñanza con modernas técnicas informáticas.

-Dicen que al lujo no le afecta la crisis. ¿El arte es lujo?

-No fue un lujo que los habitantes de Altamira pintaran bisontes. El arte fue antes que la economía.

-¿Picasso puede ser asequible?

-Se puede comprar un buen grabado de Picasso por 30.000 ó 36.000 euros. Y hace pocos años se vendió en 300 millones de pesetas un picasso de 1919, que tenía una botella en la que figuraba el nombre de Málaga. Entonces nadie de nuestro entorno se atrevió, pero después se han gastado bastante más en cuadros, grabados y cuadernos que no nos afectan tan directamente.

-Romero de Torres se puso de moda en la Quinta Avenida de Nueva York.

-En los años 80 hubo un momento en el que se puso de moda Julio Romero de Torres en la Quinta Avenida. Coincidió que había carestía de obra de Art Déco. Tamara de Lempika, Frida Khalo o Tarsila do Amaral estaban por las nubes. Romero de Torres llamó la atención de coleccionistas sofisticados, como tipo de pintor nada convencional.

-Usted asesora a grandes instituciones en arte moderno. ¿Andalucía en qué división juega?

-Eso nos falta, pero aquí hay cierta tirria hacia los especialistas en materias artísticas.

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