Juanpe López | Ciclista

"De flamenco tengo poco"

Juanpe López. Juanpe López.

Juanpe López. / Maurizio Brambatti / Efe

Escrito por

· Juan de la Huerga

periodista

Un escarabajo –apodo con el que se conoce en el ciclismo a los escaladores colombianos– de Lebrija. Así es el joven corredor Juan Pedro López (1997), alias Juanpe, una de las sensaciones del último Giro de Italia, donde tuvo enfundada durante 10 etapas la maglia rosa y donde logró el maillot blanco al mejor joven. Bético y joaquinista hasta la médula, el ciclista del Trek fue decimotercero, y tercer español, en la Vuelta de 2021.

–Juanpe, El Lebrijano. ¡Vaya nombre flamenco!

–El cantaor es Juan Peña y a mí me llaman Juanpe, pero de flamenco tengo poco.

–Elio Antonio, Juan Peña, Domi Vélez... y Juanpe López. ¿Hay que ir buscando sitio para una estatua en su pueblo?

–Hombre, aún no, más adelante. Cuando se hagan los honores y me retire, vaya.

–Viendo el recibimiento en Lebrija, da miedo pensar en qué pasará el día que vuelva con un gran triunfo bajo el brazo.

–Ojú, miedo me da, me parece que se hundirá el pueblo porque hubo mucha gente y yo no me esperaba ni la mitad, vaya.

–Aunque está cerca la sierra de Grazalema, Lebrija está a 36 metros sobre el nivel del mar. ¿De dónde le viene lo de escalador?

–Eso al final sale. Aunque aquí no tenga montañas supergrandes, esos son dones que traes dentro.

–Quizás vio de chico a los escaladores españoles.

–Puede influir pero no es algo que decida el ciclista, ser escalador o lo que sea. Al final lo traes dentro, nunca se decide.

–Luis Ángel Maté dijo cuando debutó usted: "Un andaluz de Lebrija acaba de dejar su carta de presentación en el World Tour con un trabajo espectacular. El futuro del ciclismo andaluz ya está aquí". Invitaría a gambas al marbellí, ¿no?

–Hemos comido más de una vez juntos y saca la cartera él, que es lo bueno... Tenemos una relación de amistad y muchas veces viene aquí a casa o voy yo allí a menudo. Tenemos muy buena amistad.

–¿Visualizó la imagen de recorrer de rosa las calles de Milán en la última etapa tras liderar durante 10 jornadas la prueba?

–No, era una cosa difícil, aunque nunca se puede parar de soñar. Pero sabía que tarde o temprano me quitarían la maglia rosa, pero no lo puse nada fácil.

–Que le quiten lo bailao.

–Bastante bien está, sí.

–Ha sido el mejor joven del Giro, pero es un año mayor que el doble campeón del Tour, Tadej Pogacar. ¿Habría que rebajar la edad de los contendientes por ese maillot?

–Creo que sí, pero la generación joven de ahora viene pisando muy fuerte, aunque no me preocupa directamente. Al final vienen desde chicos haciéndolo todo al cien por cien y a lo mejor corredores un poco más veteranos van aprendiendo paso a paso.

–Será muy bético, pero ha hecho historia vestido de blanco. Habrá tenido cachondeo de los sevillistas.

–No tiene nada que ver una cosa con la otra, pero ojalá hubiera sido de verde, ¿no? La ropa del Trek es blanca y roja y siempre hay un poco de cachondeo.

–Llama la atención su actividad en Twitter en el Giro. Respondía divertido a cuentas de cachondeo. Directores de otra época exigían desconexión para que los ciclistas descansaran. ¿No le han reñido por tanta guasa en internet?

–Me gusta ver lo que ponen y responder algunas cosas. Hay gente que habla bien y otros mal, pero al menos están pensando en ti. Leo algún comentario malo y me río. Hay que saber dónde entrar y dónde no.

–Y su director no dice nada.

–No, no, para nada.

"Lo de portero de fútbol lo dejé antes de empezar con la bici; un ‘bujerillo’ en las manos sí que tenía”

–Sólo otro andaluz ha sido maglia rosa: Antonio Gómez del Moral, fallecido el verano pasado. ¡Le ha dado un magnífico homenaje!

–No lo llegué a conocer, pero todo el mundo habla maravillas de él y ha sido un hito para el ciclismo andaluz.

–En los últimos tres años, ningún español ha ganado una etapa del Giro ni del Tour. ¿Estamos en crisis?

–No, al final las generaciones van cambiando, pero corremos 170 ciclistas y gana uno. Las posibilidades siempre son pocas y es difícil, ya llegarán las victorias.

–Son tres españoles en el Trek y siete italianos, cinco daneses, tres franceses, tres holandeses, tres belgas, dos letones, un noruego, un luxemburgués, un suizo, un estadounidense y un eritreo. ¿Los chistes en qué idioma los cuentan?

–En ninguno, los idiomas que más se hablan son el inglés y el italiano. Y chistes ninguno, porque no los pillan ni con el paso de un tambor.

–¿Y las broncas?

–Son pocas también, al final cuando hay algo en carrera se habla y ya está.

–¿Qué ha aprendido más de Alberto Contador?

–Estuve algunos años en su fundación y algunos días entrené con él, fue muy bonito aprender de una persona así, aprendes todo.

–Joaquín, su ídolo, debutó en el Betis cuando usted tenía tres años. Para durar lo mismo que él debería seguir en el pelotón profesional hasta 2042. ¿Se ve capaz?

–¡Bufff! Eso es un poco más difícil, pero por qué no, tampoco lo descarto.

–Quedan 20 años...

–Nada menos que 20 años, no creo que dure tanto, no.

–Ahí está el viejo Valverde.

–Sí, 41 años y está como un toro.

–¿Le hizo más ilusión la felicitación del futbolista portuense o verse de rosa en el podio?

–La felicitación de Joaquín.

–¿Tan manta era como portero de fútbol para decantarse por la bicicleta?

–Bueno, un bujerillo en las manos sí que tenía. Lo dejé justo antes de empezar con la bici, con 12 o 13 años.

–Llevo más de 30 años sin subirme a una bici, ¿ve necesario el uso de ruedines?

–No, no, creo que ahí hay equilibrio, tampoco es algo tan difícil y montar en bici no se olvida.

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