Francisco Reyero | Periodista

"Sin Bernardo de Gálvez, Washington no habría ganado la guerra"

Francisco Reyero.

Francisco Reyero. / Antonio Pizarro

Francisco Reyero ha terminado su cuarto libro, que aborda a personajes relacionados con Estados Unidos o del propio país. El último es Bernardo de Gálvez, nacido en Macharaviaya (Málaga) en 1746.Y Bernardo de Gálvez entró en Washington está editado por Los papeles del Sitio, y patrocinado por la Fundación Unicaja.

-¿Quién fue Bernardo de Gálvez?

"Sin gente de la sociedad civil, Gálvez no estaría en un cuadro en el Senado de Estados Unidos"

-Es el único ciudadano honorario español de los Estados Unidos. Lo es desde 2014 y está a la altura de Lafayette o de Churchill. Durante dos siglos estuvo olvidado.

-¿Cómo se redescubre?

-Se debe a una peripecia de investigadores malagueños y a un compromiso civil. Era el gobernador de la Luisiana en 1777, cuando se desata la Guerra de Independencia. Si Gálvez no hubiese sido gobernador, George Washington no habría ganado la Guerra de la Independencia. Literalmente es así.

-¿Tanto?

-España y Francia tenían intereses comunes contra el imperio británico y decidieron actuar contra el inglés. La Armada británica era muy poderosa y el Imperio iba creciendo en detrimento del español. Decidieron ayudarlos, en el caso de España, primero de un modo receloso. Bernardo de Gálvez, incluso contra la opinión de los españoles, se decide a apoyar a los americanos, les envía mantas, blinda el Misisipi, les da respaldo militar, entra en varias plazas estratégicas. Y gracias a esta investigación, los americanos también descubrieron que tenían a un personaje de una naturaleza bárbara. Gálvez, en estos momentos, se convierte en un símbolo para la imagen de España -lo que a nosotros nos viene bien-, para las empresas que están instaladas en Estados Unidos.

-No era tampoco conocido allí, a pesar, por ejemplo, de que una ciudad se llama Galveston.

-No ha sido conocido. Cuando en Los Angeles Times comenzaron a ver lo que ocurría con el cuadro, publicó un reportaje titulado ¿Nunca ha escuchado hablar de Bernardo de Gálvez? Exactamente.

-¿De qué cuadro nos está hablando?

-Hay un investigador malagueño, Manuel Olmedo, que descubrió en 2010 el compromiso de 1783 de colgar un retrato de Gálvez en el Congreso de los Estados Unidos. Vio que el compromiso estaba firmado, pero que no se había cumplido. Al parecer, se pintó el cuadro, pero no se sabe qué ocurrió con la pintura. Olmedo comenzó a moverse, pero, claro, nadie le hizo caso. Pero en 2013 una información llegó a oídos de Teresa Valcarce, que era una española casada con un americano que trabaja a dos manzanas del Capitolio. Y ella, que es una mujer torrencial, cruzó las calles y fue al Capitolio, comprobó que el cuadro no estaba y emprendió una batalla contra los lobistas, con los senadores, hasta que al final consiguió que se colgase el cuadro de Gálvez en el Senado. Y acto seguido, lo hicieron ciudadano honorario de los Estados Unidos.

-Cuadro, que supongo no es el original.

-El cuadro se lo encargaron en Málaga a un pintor, Carlos Monserrate.

-¿El libro forma parte de esa recuperación de personajes históricos españoles tan en boga?

-El libro explica cómo se produce el redescubrimiento de un héroe olvidado. Ni los diplomáticos ni los políticos estaban interesados, sólo unas personas de la sociedad civil que terminan implicando a Obama, a Mariano Rajoy y al Rey.

-Casi se ha hecho un español en Estados Unidos, ya lleva cuatro libros sobre norteamericanos. ¿Vuelve a Estados Unidos?

-Sí, este libro se presenta el 2 de abril en la Embajada de España en Washington y el 5 de abril en Pensacola. Después viene San Antonio, Houston y Austin. Hay una asociación, la Orden de Granaderos y Damas de Gálvez, que es la que lo va organizando. Lo que trato de hacer con estos libros es poner en contacto dos mundos que parecen que son antagónicos. Este es el cuarto; antes están el de Sinatra, el de Trump, el de Clint Eastwood. Piense en Sinatra, es un personaje que está encumbrado como icono americano y se mueve en la España franquista, donde tiene que soportar unos cuernos furibundos por parte de Ava Gadner. O en Clint Eastwood, que es un don nadie cuando llega a España y se enfrenta a esos paisajes desolados de Almería, de Burgos, de Madrid.

-¿Y el periodismo?

-Sí, sigo con RNE, sigo con la tele con Canal Sur y estoy colaborando en algunos medios.

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