Enfoque BBVA

Porque cada persona importa

  • La crisis ha arrasado con la economía y la posición social de cientos de familias. Hermanos pequeños, adolescentes, padres y madres reciben apoyo integral de la Cruz Roja de Motril, gracias al proyecto apadrinado por Rafael García, empleado de BBVA en la localidad granadina

El recuento de judíos que integraban la lista de Oskar Schindler obsesionaba de talmanera al empresario alemán que invirtió todo su dinero y prestigio social en ampliar hasta el límite un salvaconducto masivo que garantizó la existencia de miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Su historia quedó reflejada en la galardonada película de Steven Spierlberg. “Uno más”, era la frase con la que Schindler imploraba a su administrador nuevas incorporaciones. A pesar de que sus 1.098 judíos escaparon, para él no fue suficiente. Cada nombre lleva aparejada una vida. Pero no sólo en la lista de Schindler; también en todas aquellas que forman parte de un proyecto solidario.

Son muchos los proyectos, y por tanto, las personas, a las que BBVA ha apoyado en su colaboración con cientos de ONGS, a través del programa Territorios Solidarios. Esta propuesta anima a las personas que trabajan en la compañía a proponer iniciativas para que reciban una ayuda económica, involucrándose personalmente en ellas y convirtiéndose en padrinos y madrinas de las de las mismas.

En Motril (Granada), la Cruz Roja puso en marcha Medidas integrales en tiempos de crisis, de las que se han beneficiado 270 personas, a las que se ha ayudado a “paliar las situaciones de emergencia social, facilitando mejores condiciones para afrontar o mantener su compromiso de desarrollo personal, itinerarios de inserción social y construyendo oportunidades laborales”, asegura Cruz Roja de Motril.

Rafael García, empleado de BBVA en la Costa de Granada desde hace 15 años, considera que la Cruz Roja “realiza una labor fundamental e indispensable en estos tiempos de grave crisis, que ha arrastrado a muchas familias a situaciones muy complicadas. La necesidad de tantas personas, hace que lo que hagamos siempre sea insuficiente”. Sin embargo, para el padrino del proyecto, conseguir 10.000 euros para esta institución gracias a Territorios Solidarios es “una gran manera de ayudar a la sociedad en su ámbito local, porque atiende problemas reales y cercanos, de la comunidad en la que vives y en la que trabajas, por lo que la implicación es máxima: depende de tí personalmente el conseguir esa aportación que ayudará amejorar la situación de muchas familias”. Gracias a este proyecto, Cruz Roja de Motril ha llevado a familias con niños alimentos básicos que necesitaban, o ha contribuido al pago de gastos básicos, como guardería, suministros, entre otrosmuchos.

Los voluntarios de la Cruz Roja de Motril integrantes del programa han trabajado también en el diseño de itinerarios personalizados para la inserción laboral y brindado a personas que ya se encontraban en riesgo de exclusión. En otros casos, la ayuda ha logrado fortalecer las habilidades personales y profesionales que ha permitido abrir una puerta demasiado estrecha: la del mercado de trabajo. En este sentido, acciones “pequeñas” como enseñar a presentar un curriculum o preparar una entrevista de trabajo se suman a un conjunto de iniciativas que ha permitido a sus beneficiarios despejar el camino de un futuro incierto.

En cuanto a formación directa,muchos han sido los que han aprendido oficios como el de albañil, cocinero o camarero, gracias al pago de la matrícula por parte de Cruz Roja o aportando becas para el transporte. También ha ayudado a reciclar conocimientos en ocupaciones demandadas actualmente.

Son un paquete de Medidas integrales en tiempos de crisis que, en definitiva, intentan dar respuesta a necesidades acuciantes. Rafael García califica los resultados de esta iniciativa de “éxito importante”. Por ello, ha resultado ser para él como padrino “uno de los proyectos más gratificantes de los que he participado en toda mi vida”.

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