Provincia de Cádiz

Mucho dinero y ningún logro

  • La legislatura que ahora acaba ha dejado una inversión millonaria de Fomento en la provincia pero que no ha redundado en la conclusión de infraestructuras esenciales que acumulan retrasos desesperantes

Pocos días antes de que arrancara la campaña de las últimas elecciones generales, en febrero de 2008, este periódico realizaba un balance de las infraestructuras llevadas a cabo en la provincia de Cádiz en la primera legislatura de Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno central. "Cádiz empieza a soltar lastre" fue el titular de aquel informe, en el que se detallaba la puesta en servicio de obras esenciales para la vertebración de esta provincia, como la autovía Chiclana-Conil-Vejer, la autovía del Barrio Jarana (Puerto Real), la Ronda Oeste de Jerez o el desdoble de la N-443 de acceso al puente Carranza, también en suelo puertorrealeño. Eran años de bonanza, en los que el Ministerio de Fomento dirigido entonces por Magdalena Álvarez culminaba obras iniciadas en la etapa en la que esta cartera estaba en poder de Francisco Álvarez-Cascos (PP) pero también tramitaba los proyectos de otras infraestructuras que hasta entonces habían dormido el sueño de los justos. Nada hacía presagiar hace casi cuatro años el parón que se avecinaba y que ha provocado que ninguna de las obras que entonces estaban ya en marcha o en fase de tramitación (segundo puente sobre la Bahía, la llegada de la alta velocidad a Cádiz o la reforma del nudo de Tres Caminos) esté a día de hoy culminada.

En la presente campaña electoral el diputado y candidato del PSOE al Congreso Salvador de la Encina ha afirmado que, del conjunto del territorio nacional, la provincia de Cádiz ha sido de las que más inversiones ha recibido por parte del Ministerio de Fomento en la legislatura que ahora acaba; y también en estos días el diputado y candidato del PP al Congreso José Ignacio Landaluce ha criticado que desde las elecciones de 2008 hasta la fecha ni un solo kilómetro de autovía ha sido puesto en servicio en la provincia. Lo curioso es que ambos dirigentes tienen razón.

Porque la legislatura que ahora acaba ha sido la del olvido de las autovías. Al priorizar sus actuaciones, el Ministerio de Fomento, ahora dirigido por José Blanco, ha dado mucha más importancia al ferrocarril y al segundo puente sobre la Bahía de Cádiz que a la mejora de la red viaria. El ejemplo más nítido está en la culminación de la autovía A-48, concebida primero para el trayecto entre Vejer y Algeciras y ampliada posteriormente hasta San Roque con objeto de descongestionar la actual circunvalación de Algeciras (A-7). Pero eso es lo que está sobre el papel. La realidad indica sin embargo que tras casi ocho años de Gobierno socialista el Ministerio de Fomento no ha sido capaz de poner siquiera la primera piedra de una obra esencial para facilitar la vertebración de la provincia por la costa. Se da el caso incluso de que en 2004, cuando el PP abandonó el Gobierno, esta obra tenía ya culminado su estudio informativo. Ahora, sin embargo, el Gobierno socialista se está planteando incluso la posibilidad de no construir la nueva autovía y en su lugar proceder a una duplicación de la carretera actual. Las razones que se esgrimen son, por un lado, el ahorro que ello produciría en una época de amplias restricciones económicas y, por otro, los inconvenientes que podría plantear la Unión Europea al ejecutar una obra en una zona de graves riesgos medioambientales, ya que precisaría de grandes estructuras y viaductos en una zona de una compleja orografía que discurre además entre dos parques naturales, el de Los Alcornocales y el del Estrecho.

Pero en la lista de fiascos del Gobierno del PSOE destacan también otros proyectos como la autovía Jerez-Sevilla -o desde el aeropuerto a Dos Hermanas, para ser más concretos- o el nuevo nudo de Tres Caminos, en la confluencia de los términos municipales de Puerto Real y Chiclana. El primero fue prometido por Manuel Chaves y Magdalena Álvarez en 2004 y estaba concebido como alternativa gratuita a la autopista de peaje AP-4 y el segundo tenía como finalidad acabar con uno de los dos grandes puntos negros de la red viaria provincial (el otro es el tramo de la N-340 que conecta Tarifa con Algeciras). No obstante, y pese a la urgencia de ambas actuaciones, ni una ni otra han podido ver la luz, apareciendo año tras año en los Presupuestos Generales del Estado con partidas irrisorias.

Pero si el Gobierno socialista ha castigado a las autovías, no puede decirse lo mismo del ferrocarril, a excepción hecha del ramal al muelle de la Cabezuela, en Puerto Real, que sigue en dique seco pese a las reivindicaciones de casi 15 años de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz.

Aún habrá que esperar un tiempo para ver el final de las obras, es cierto, pero en esta última legislatura ha habido avances notorios tanto en la obra para la llegada de la alta velocidad a Cádiz como para la reforma de la línea ferroviaria Algeciras-Bobadilla, concebida como esencial para la mejora de las conexiones del puerto algecireño pero también para los usuarios del tren del Campo de Gibraltar, que suspiran por dejar en el olvido sus viajes decimonónicos a otros puntos de España. De momento, Fomento ha sacado ya a información pública el tramo más complejo de este costoso proyecto, el comprendido entre Antequera y Ronda, y se está a expensas de la licitación del último segmento, entre Algeciras y Almoraima.

En cuanto a la línea Cádiz-Sevilla, el departamento ministerial de José Blanco ha ido concluyendo tramos e inaugurando estaciones -la última, la novedosa del aeropuerto de Jerez-. No obstante, la lentitud de las obras en la provincia de Sevilla y el parón del soterramiento en Puerto Real -que dura ya muchos meses- siembran dudas en la promesa del PSOE de que esta obra estará concluida en el año 2012.

Estas mismas dudas se ciernen en la compleja y costosa obra del segundo puente -su presupuesto supera ya los 300 millones de euros- que en principio logró salvarse de la lista de infraestructuras que fueron ralentizadas por la crisis pero que luego no ha tomado el ritmo necesario que invite a pensar que puede estar finalizado en el plazo de un año.

Para la nueva legislatura, en poco varían los planes de PSOE y PP en infraestructuras, salvo que los populares han anunciado que, si gobiernan, auditarán las obras en marcha para conocer su estado real y determinar el tiempo que les resta para su culminación.

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