Los trabajadores de Azucarera Ebro, filial de Ebro Puleva, reclamaron ayer al Gobierno que impida "por todos los medios" la venta de esta división a un grupo extranjero y a que apueste por el mantenimiento de esta línea en el seno del grupo o por su escisión y salida a Bolsa.
En el caso de que finalmente se opte por la segregación, tanto la Administración central, a través de la SEPI, como las cajas de ahorros castellanas con participación en el capital (Caja Duero y Caja España), "deberían desinvertir en el holding y pasar a la azucarera toda su participación actual en Ebro", según apuestan los integrantes de la sección sindical de UGT.
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