Economía

La nueva Unicaja Banco registra la absorción de Liberbank y continúa su crecimiento

  • El grupo bancario comienza la fase de integración desde posiciones distintas con el objetivo de posicionarse como la quinta entidad más importante de España

Firma que cristaliza la fusión entre Unicaja y Liberbank

Firma que cristaliza la fusión entre Unicaja y Liberbank

Sólo quedaba el trámite de la inscripción de la nueva sociedad en el Registro Mercantil y ayer se formalizó. Oficialmente, Unicaja Banco ya puede presentarse como la quinta entidad más importante de España tras absorber Liberbank. Los grandes números son ya conocidos: unos activos de casi 113.000 millones de euros y 4,5 millones de clientes Con presencia en el 80% del territorio nacional y una posición dominante en al menos seis comunidades autónomas.

Pero el desafío ahora es notable. Y los responsables de la entidad deberá traducir en el futuro negocio unificado las sinergias que los expertos han anticipado que facilitará esta absorción: 192 millones anuales, sobre todo a partir de 2023 con un capital que sería el más elevado entre las financieras que cotizan en el país. Pero el grupo que operará desde su sede social en Málaga parte de posiciones bien distintas. Valgan los números que por separado han presentado al acabar el primer semestre de 2021.

Unicaja obtuvo unos beneficios de 70 millones de euros. Liberbank registró unas pérdidas de 68 millones. Para la institución andaluza que preside Manuel Azuaga la evolución del presente ejercicio denota “una enorme fortaleza para abordar la esperada recuperación económica y la integración de Liberbank”. Y, técnicamente, este requisito será determinante en los próximos años al encarar la integración operativa para funcionar como una única marca: la de Unicaja.

Son 6.200 empleados y unas mil oficinas las que aporta el banco que nació hace treinta años de la fusión de cinco cajas andaluzas y 3.700 trabajadores y casi 6.000 sucursales las que suma el grupo que se formó con Cajastur, Banco CMM y las cajas de Cantabria y Extremadura. La distinta distribución territorial de partida evitará que se prodigan los solapamientos. Pero también los bancos afrontan un amplio proceso de digitalización y las concentraciones precedentes han afectado, sobre todo, a las ventanillas de atención directa al público. En este sentido, Azuaga hasta ahora se mostrado siempre muy prudente.

Después de que la Junta General de Accionistas aprobara la absorción ya señaló que las medidas que puedan alcanzar a la plantilla del banco con este motivo se analizarán “con rigor y seriedad” y con el mayor acuerdo posible entre partes. Tampoco quiso quedarse atrás el que ya nuevo consejero delegado de Unicaja, Manuel Meléndez, que mantiene el cargo que ya ocupaba en Liberbank, al indicar que los empleados serán “actores esenciales” en este proceso. Pero, eso sí, también ha advertido que los esfuerzos “no han terminado”.

El intento fallido en 2018

Las tres décadas de historia de Unicaja son pródigas en operaciones de fusión. Pero esta última ha tenido ida y vuelta. Porque en 2018 se iniciaron los primeros contactos. Las conversaciones no cristalizaron y la ruptura se anunció en 2019. Sin duda la actual pandemia facilitó que en octubre de 2020 se reanudara el proceso hasta llegar a la meta. La semana pasada el Gobierno central otorgó la autorización administrativa, el pasado lunes se formalizó la firma ante notario y, finalmente la marca ya luce en el Registro Mercantil.

Unicaja se regirá con un consejo de administración formado por 15 personas. El citado Manuel Azuaga será su presidente ejecutivo durante los dos próximos años. El financiero siempre ha calificado esta operación como “histórica” y se ha mostrado seguro de que permitirá una “mejor percepción” de los inversores y servirá de apoyo “para la recuperación económica del país”. Pero al tiempo ha defendido que este quinto banco en importancia en España debe mejorar la rentabilidad y mejorar la oferta personal sin perder su valor fundacional como es su cercanía al cliente. Y aunque juegue en la división nacional de las entidades financieras también considera compatible alcanzar esa relevancia sin perder los lazos y su vinculación histórica con la provincia y la comunidad que le ha visto nacer y crecer. Y ha recordado la capacidad de la institución para afrontar y superar las crisis que se han sucedido desde 2011, primero por la recesión económica y luego por causa del coronavirus. Un canto a la prudencia como modelo de gestión del que presume el banco malagueño.

El nuevo consejo queda comandado por Azuaga y con Meléndez de consejero delegado. Ambos con funciones ejecutivas durante los dos próximos años, el proceso que se prevé de transición. Después, el compromiso será elegir una nueva cúpula. Pero la palabra la tendrá ese consejo con un 40% de independientes y un tercio de mujeres, como marcan las recomendaciones del Código de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas. Nueve de los 15 representantes lo serán en nombre de la antigua Unicaja Banco y de la Fundación Unicaja, el accionista mayoritario del grupo

Ahora queda una ampliación de capital para cristalizar el tipo de canje que se estableció en el proyecto común de fusión aprobado el pasado mes de diciembre. Los actuales accionistas de Unicaja Banco contarán con el 59,5% del capital, y los procedentes de Liberbank, el 40,5%. En la operación, los accionistas de esta última entidad recibirán títulos ordinarias de nueva emisión de la primera, en la proporción de 1 acción de Unicaja Banco por cada 2,7705 acciones de Liberbank. Andalucía, Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cantabria y Asturias, son las comunidades en las que Unicaja parte con ventaja. Ahora mismo su número de clientes es superior en esas regiones al que registra su principal competidor.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios