EEUU registrará un déficit de 1,2 billones de dólares en el año fiscal 2009, sin contar el gasto del plan de estímulo económico que impulsa el presidente electo, Barack Obama. Según la Oficina de Presupuestos del Congreso, esa cifra, que equivale al 8,3% del PIB, supera ampliamente el déficit récord de 413.000 millones de dólares alcanzado en 2004.

En 2010, las estimaciones apuntan a que el déficit caerá al 4,9% del PIB, al que habrá que añadir el coste del plan de estímulo que Obama quiere aprobar lo antes posible y que podría acercarse a los 800.000 millones de dólares.

En sus cálculos, la oficina también anticipa que la economía estadounidense, que entró en recesión hace un año, se contraerá un 2,2% en 2009. La recuperación, en 2010, será lenta y el país registrará un crecimiento de tan sólo el 1,5%. Desde el punto de vista laboral, la oficina pronostica que en 2010 el desempleo llegará al 9% desde la tasa actual del 6,7%.

Precisamente, los datos que se conocieron ayer en este ámbito no fueron nada alentadores. Y es que sólo en diciembre las empresas estadounidenses destruyeron 693.000 empleos, una cifra récord en su serie histórica, y muy superior a la prevista.

Los datos oficiales de empleo de diciembre se conocerán hasta mañana, pero a modo de adelanto, los datos del sector privado han superado las peores previsiones. En diciembre, las compañías estadounidenses llevaron a cabo 693.000 despidos. La serie histórica de la encuesta, que data de 2001, no había registrado jamás una cifra similar.