ECONOMÍA

Diez claves para entender la inflación

Diez claves para entender la inflación

Diez claves para entender la inflación

La inflación comienza a moderarse. Baja del 10,6% de octubre, máximo histórico, al 10% de noviembre y España se sitúa como el país donde menos suben los precios, un 6,6%. La intervención en el mercado eléctrico y la bajada de los precios internacionales del petróleo han sujetado la raíz del alza inflacionista y augura un panorama algo más alentador para los meses venideros. En ocasiones hablar de inflación nos sitúa ante un concepto distante y opaco, ajeno al ciudadano, a pesar de lo que puede llegar a influir en su día a día. Poder adquisitivo, precio, valor, energía, costes, tasas...los términos se asocian, pero en ocasiones quedan algo inconexos. He aquí diez claves para entender la inflación.

¿Qué es la inflación?

La inflación no es ni más ni menos que el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en un país durante un periodo de tiempo sostenido, normalmente un año.

¿Cómo se calcula la inflación?

Para calcular la inflación se tienen en cuenta todos los bienes y servicios que consumen las familias. Según los expertos, existe una fórmula que nos va a permitir calcular la tasa de inflación, [(IPC final – IPC inicial) / IPC inicial] x 100.

¿Cómo nos puede afectar la inflación?

La inflación ni es buena ni mala, pero hay que tenerla controlada porque si hay inflación lo que ocurre es que podemos comprar menos cosas con el mismo dinero que antes.

¿Qué puede causar la inflación?

A la hora de analizar las causas de la inflación podemos encontrarnos con una inflación por consumo o demanda (cuando hay mucha más demanda que oferta), una inflación por costes (cuando el precio de las materias primas sube y el productor sube también los precios para mantener beneficios), una inflación autoconstruida (anticipar voluntariamente una inflación por costes) y una inflación generada por expectativas de inflación, por la que ante la posibilidad de que suban los precios, se suben también los salarios para compensar y los empresarios aumentan también los costes y los precios, creando una burbuja ficticia)

¿Cuántos grados de inflación hay?

Como comentamos al principio, la inflación no es ni buena ni mala, pero hay que tenerla controlada porque según su magnitud puede ser calificada de diferentes formas y tener consecuencias más o menos graves. No es lo mismo un inflación moderada, en la que los precios son relativamente estables y el consumidor puede moverse sin grandes riesgos, que una inflación galopante, con incremento de precios de dos o tres dígitos en un año o la hiperinflación, en la que los precios llegan a aumentar en un 50% mensual, algo que puede desembocar en una graves crisis en el país.

¿Cómo se puede detener la inflación?

Y si el sistema entra en una leve recesión en el famoso (y temido) círculo vicioso, ¿cómo se le pone remedio? Pues los bancos centrales tienden a incrementar la tasa de interés de la deuda pública, que frena la demanda de productos, pero a su vez provoca un estancamiento económico y mayor desempleo. Sería algo así como frenar en seco con el freno de mano cuando vas a 180 km/h por la autopista hacia un precipicio. Hay que sujetarse bien para no salir disparado por el cristal del coche.

Invasión de Rusia en Ucrania

Una de las claves que explica el actual coqueteo con la inflación en la Eurozona es, sin duda, la invasión de Rusia en Ucrania. Cualquier movimiento en la zona de conflicto afecta a las variables económicas y de la energía. La acción ordenada por Putin ha situado la inflación en los niveles más altos en décadas. 

Efectos de la pandemia de la Covid-19

A la invasión rusa hay que añadir los más de dos años de pandemia que lleva sufriendo el planeta, en mayor o menor medida. En determinados países del primer mundo los avances científicos han conseguido evitar el golpe sanitario y continuar con la normalidad, pero otras zonas siguen inmersas en la lucha por salvar miles de vidas al día, destinando todos sus recursos a la causa.

Crisis energética

Otro de los aspectos que influyen en la actualidad es la crisis energética. Las diferentes zonas del mundo pugnan por imponer el combustible que más disponen para poder usarlo y venderlo al resto de países o continentes. Hasta ahora el petróleo dominaba, pero la tendencia es a ir sustituyéndolo poco a poco por otro tipo de energía, cumpliendo el desafío de reducir en el corto plazo el uso del carbón, aumentar el uso de gas natural, reducir la intensidad energética y aumentar la eficiencia.

Crisis de contenedores

Por último, otro de los aspectos que determinó el empeoramiento de los datos de inflación en el pasado reciente fue la crisis de los contenedores. Los atascos en las cadenas de suministro que transportan los productos por mares y océanos provocó el aumento en los precios en las tarifas del transporte marítimo.

El manejo de todas estos aspecto y condiciones sobre la inflación se ven acrecentados por el efecto inmediato de la desinformación y la infoxicación, que en ocasiones puede llegar a desembocar en la histeria colectiva de inversores, cuyos movimientos ocasionan vuelcos inesperados (e innecesarios) en el mercado. Y dispara la inflación.

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